El Colegio Nacional, esencia de conocimiento científico
“Libertad por el saber”, es el lema fundacional del Colegio Nacional (Colnal), institución integrada actualmente por cuarenta mujeres y hombres -de nacionalidad mexicana-, eminentes en ciencia, arte y literatura; cuya especialidad y disposición a la enseñanza representan la sabiduría contemporánea de México y la vanguardia mundial.
“Evolución y conservación de los murciélagos”, es un estudio del área de ciencias biológicas y de la salud, presentado recientemente en conferencia del ciclo “Viernes de la evolución”, por los biólogos miembros del Colnal José Sarukhán -ex rector UNAM-, y Antonio Lazcano Araujo –primer presidente latinoamericano de la Sociedad Internacional para el Estudio del Origen de la Vida (ISSOL)-; con la participación de la Dra. Livia León Paniagua, científica investigadora de la Facultad de Ciencias-UNAM, curadora de la Colección Mastozoológica de esta entidad educativa y docente formadora -por cuarenta años-, de generaciones de biólogos.
La nueva especie de murciélago “Corynorhinus leonpaniaguae sp. nov.”, recibió su nombre como reconocimiento -de la comunidad científica-, a su contribución “crucial para incrementar el conocimiento y apreciación de los murciélagos, mamíferos que juegan roles esenciales en los ecosistemas, como polinizadores y controladores de plagas”.
Otros miembros del Colnal han sido: Diego Rivera, pintor y muralista guanajuatense; Octavio Paz (1914-1998), poeta y Premio Nobel de Literatura en el año 1990; Miguel León Portilla (1926-2019), historiador, filósofo, representante de México ante la UNESCO y experto en literatura y cultura náhuatl; Mario Lavista (1943-2021), compositor y filarmónico; José Emilio Pacheco (1939-2014) poeta, ensayista y Premio Xavier Villaurrutia 1973, Premio Reina Sofía y Premio Cervantes 2009; Beatriz de la Fuente (1929-2005), historiadora del arte y Premio Tatiana Proskouriakoff 2005, por el Museo Peabody de Arqueología y Etnología de la Universidad de Harvard e investigadora emérita de la UNAM; entre muchas otras luminarias del saber. Actualmente, del pleno de sus integrantes, -por motivo de espacio- sólo nombramos aquí a la astrofísica Susana Lizano Soberón, a la psicóloga social María Elena Medina Mora Icaza, a la viróloga Susana López Charretón, a la lingüista Concepción Company Company, a la bióloga Julia Carabias, al abogado José Ramón Cossío Díaz, al matemático José Antonio de la Peña, al escritor Juan Villoro y al arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma.
Desde su fundación, los mexicanos nos beneficiamos del legado intelectual de los egregios miembros del Colnal. Así consta en la biografía de cada uno de ellos; entre quienes destacamos -como ejemplar protagonista de la vida pública- a José Vasconcelos Calderón (1882-1959), filósofo, miembro fundador se este colegio e insigne líder social. Ideólogo de la educación mexicana y sus modernas instituciones. Primer Secretario de Educación Pública y sexto rector de Universidad Nacional de México, cargos que desempeñó con intelecto visionario y privilegiando la enseñanza y la capacitación técnica de los estudiantes y profesionistas del México postrevolucionario. En el escudo y el lema “Por mi raza hablará el espíritu”, que heredó a la Universidad Nacional, se resume su pensamiento liberal progresista y generoso con su patria mexicana. Numerosos fueron sus discípulos; uno de los más destacados fue Jaime Torres Bodet (1902-1974), también miembro del Colnal, secretario de Relaciones Exteriores, fundador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV-IPN) y único mexicano -hasta hoy- en desempeñarse como Secretario de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Hace ochenta y un años -el 13 de mayo de 1943-, el presidente Manuel Ávila Camacho (1897-1955) emitió un decreto para la creación del Colnal, indicando la obligatoriedad de la nacionalidad mexicana de sus quince miembros. En 1971, el presidente Luis Echeverría Álvarez (1922-2022) publicó un decreto de ampliación a cuarenta miembros, a quienes se dio opción de cumplir sus obligaciones de divulgación científica fuera de la Ciudad de México y se abrió el ingreso a mexicanos con diez años de naturalización. En 1995, el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León (1951), modificó el artículo sexto del decreto de 1971, que permitió el ingreso de científicos extranjeros, sin importar la antigüedad de su nacionalización.
La entrada al Colnal es gratuita, su edificio e histórica sede -cuya construcción data del año 1754-, está en la calle Donceles #104, Centro Histórico, Ciudad de México. El acceso virtual -nacional e internacional-, para conocer la cartelera académica del Colnal, puede agilizarse a través de todas las redes sociales disponibles y -en la mayoría de los casos-, además de presenciales, sus actividades son accesibles por transmisión en vivo.
Ayer y hoy, la contribución del Colegio Nacional al desarrollo científico de México y el mundo es un palimpsesto cotidiano. ¡Hasta el próximo palimpsesto!
