El enorme costo de la pandemia
La pésima administración de la pandemia de Covid-19 en México está representando un altísimo costo para la sociedad. En el orden macroeconómico, los efectos sobre las exportaciones, comercio, producción local y desempleo ya son harto conocidas desde la síntesis que representa la caída del Producto Interno Bruto anual, poco más allá del -9%. Sin embargo, también comienzan a reflejarse datos de su impacto en las economías familiares al no haberse detenido las cadenas de contagio y presentarse muertes y enfermos por doquier.
El propio gobernador, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, declaró ayer que “la vida post-covid nunca será igual a la que teníamos, muchos comercios y empresas han tenido que cerrar sus puertas ante esta crisis, muchas otras han sobrevivido porque han innovado y encontrado alternativas”, durante su presentación en el foro Mesa de Negocios: Cadena de Suministro Frente al Covid, organizado por la Coparmex.
De acuerdo con datos presentados por el Banco de México, aumentaron los gastos en hospitalizaciones y fármacos por parte de los usuarios de las tarjetas de debido (en su mayoría asalariados) y de tarjetas de crédito. Es decir, a los gastos de manutención usuales, presionados por aumento en precios de servicios y bienes, más pérdida de poder adquisitivo por desempleo o reducción de ingresos por otros motivos, se sumó en los hogares el aumento inusual de gasto en medicamentos, pruebas de laboratorios y el costeo de internamiento de pacientes.
De enero a diciembre del año pasado se destinaron 44 mil 356.8 millones de pesos en débito a farmacias, frente a los 33 mil 360.6 millones totalizados en 2019.
Esta distorsión en el gasto familiar también está llevando a un leve incremento de moratoria en pagos de créditos hipotecarios y de consumo, conforme a los datos que aporta la Asociación de Banco de México. En este sentido, la experiencia de la población en su relación con la banca ha aportado que en esta ocasión haya más cuidado y se estén realizando renegociaciones de los adeudos. El monto de los créditos reestructurados por la banca se triplicó en los últimos meses, al pasar de 110 mil millones de pesos a finales de octubre a 334 mil millones al cierre de diciembre.
Por otra parte, en este último punto se ha identificado que las grandes empresas también requirieron de renegociar sus adeudos ante los efectos económicos de la pandemia. Del monto total de créditos reestructurados, 47% fueron de las grandes empresas, que reconocieron enfrentar insolvencia para enfrentar sus compromisos con la Banca.
Por otro lado, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ha referido que la pandemia de la Covid-19 hay superó en sus costos de siniestralidad a los terremotos de 1985, ubicados en por menos de mil millones de dólares. Ahora está a un paso de superar al huracán Gilberto, que les costó mil 29 millones de dólares.
Los datos no son menores, primordialmente en lo que toca a las familias. Significan que el aumento de este tipo de gastos compromete su bienestar y en muchos de los casos ha venido a representar la pérdida del patrimonio, sobre todo en aquellos casos donde se ha tenido que recurrir a la hospitalización privada.
El tema debe verse, en la administración pública, local, sobre todo, con repercusiones en el mediano plazo, porque el empobrecimiento de la población a partir de todos los efectos económicos de la pandemia generará problemas de orden social, sin menoscabo del propio efecto de la pérdida de vidas humanas, como se ha visto en muchas familias propietarias de empresas diversas, inmersas entre el dolor y la reorganización.