Miércoles, 12 Marzo, 2025

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¿El PAN perderá Guanajuato?

Opinión

Eliazar Velázquez Benavídez

El proceso electoral en puerta estará marcado por una interrogante que ya ronda en el ánimo público, pero que al correr de los días inquietará toda la geografía estatal. Desde Acámbaro, con sus recuerdos ferrocarrileros; pasando por el Bajío, con su signo de pesos en el alma; hasta los rincones huapangueros de la Sierra Gorda, una pregunta asomará en el aire: ¿perderá el PAN Guanajuato? La única respuesta certera llegará el primer domingo del próximo junio, no obstante, hay datos, que, sin ser suficientes para jugar a la adivinación política, esbozan realidades en las que se desarrollará la contienda.

En las últimas tres décadas, el PAN no se había enfrentado a un desenlace incierto. Desde aquella elección del 1995 (que siguió al interinato que les obsequió Salinas de Gortari) su candidato Vicente Fox no encontró contrincante en el priista Ignacio Vázquez Torres. A partir de ahí, el proceso interno de elección para el abanderado era virtualmente la unción del nuevo gobernador. Fue hasta 2012 cuando la candidatura de Juan Ignacio Torres Landa los inquietó, mas no alcanzó a llevar la contienda frente a Miguel Márquez a una zona de riesgo; aunque ese mismo año los llevó a perder León ante Bárbara Botello, pronto recuperaron esa plaza.

 

 

En 2018, aun con todo el tsunami que significó la candidatura de Andrés Manuel López Obrador en Guanajuato quedó 12 puntos abajo de Ricardo Anaya y en lo que respecta a la gubernatura, a pesar del bajo perfil de Diego Sinhué Rodríguez, las cifras fueron de una contundente lealtad al PAN pues obtuvo el 44.75 % de los votos, más del doble que Morena: 20.02 %. La abstención fue de 47 .70 %. Igualmente, en la elección intermedia de 2021 mantuvo el control del congreso local, solo perdió en un distrito.  

Sin embargo, la próxima cita en las urnas no parece que será tan cómoda para Acción Nacional. De confirmar a Libia García Muñoz Ledo como su candidata, ésta no tendrá un camino alfombrado. Es predecible que le armarán muchos escenarios y eventos controlados (como el organizado este año en cuanto llegó a la Sedeshu). También se puede anticipar que recurrirán a la más sofisticada mercadotecnia, invertirán caudales de dinero para introducirla en la cabeza de los votantes y sembrarán en todos los rincones la percepción de que es la puntera; pero en las condiciones actuales eso no será suficiente para garantizarle el triunfo. Será en el fragor de la campaña donde se podrán observar sus virtudes personales y su nivel de oficio político, porque como nunca antes tendrá que disputarle los votos, cuerpo a cuerpo y en campo abierto, a Morena, que, por su parte, requerirá de un candidato o candidata competitivos que en cualquier circunstancia tendrá de su lado la inercia nacional.

 

 

PAN envejecido y su App proselitista.…

Aunque se presume la existencia de un sólido voto conservador en Guanajuato, existe un dilema estratégico que enfrenta el PAN al que no está dando respuestas inteligentes y creativas. Y es que por los muchos valores anacrónicos que promueve, por su genética clasista y por su comprobada doble moral, cada vez conecta con menos electores: se ha ido alejando de las nuevas generaciones. Hasta en la cúpula se acepta que es un partido envejecido. No tiene de su lado al grueso de los jóvenes que miran hacia Morena o, de plano, hacia la incredulidad que les provocan los partidos y los políticos en general. Considerando que ese segmento de población entre 18 y 30 años equivale al 30 % de los electores guanajuatenses (si bien se han venido mostrando escépticos) de salir a votar en un alto porcentaje, podrían impactar el resultado. 

Nada garantiza que esta vez funcione con la misma eficacia el aparato de control que desde el primer círculo del gobierno estatal se ha venido estructurando por décadas, el cual tiene a la nómina como uno de sus ejes principales y se caracteriza por ser vertical, férreo y hasta violatorio de los derechos laborales.

 

 

Las truculencias, igual se dan en la derecha que en la izquierda, sin embargo, por nuestros lares es sabido, por ejemplo, cómo el PAN construye clientelas políticas con esquemas piramidales utilizando servidores públicos quienes “voluntariamente” obligados reclutan entre sus colaboradores, familiares o círculos sociales, determinada cantidad de personas dispuestas a facilitar datos de su credencial de elector. Mediante una aplicación de celular, denominada SIAN, los propios empleados alimentan una base de datos que, entre otras cosas, sirve para direccionar programas y apoyos sociales, de ese modo fortalece su base electoral.

Exconsejeros: críticos tardíos…

 

Podría suceder que, empujadas por las nuevas realidades, las autoridades electorales locales sean menos condescendientes con Acción Nacional. Y es que el sesgo y las omisiones que han cometido tanto el INE como el IEEG a favor del partido azul tienen sustento. La ruleta de la historia suele colocar a cada quien en su sitio: el Frente Amplio reclutó a nivel central, y también aquí en Guanajuato, a ex consejeros electorales cuya trayectoria pública, si se rastrea un poco, les coloca como cortesanos o figuras tibias que nunca tocaron “ni con el pétalo de una rosa” el establishment conservador. Resulta trágico que esos empresarios y académicos, insertos en la burocracia electoral, no mostraran bríos, arrojo, combatividad en sus mejores épocas y sea hasta ahora, en su ocaso vital, que se asumen como demócratas rebeldes, casi decididos a lanzarse desde el Pípila envueltos en la bandera de Xóchitl Gálvez.

Muchas cosas sucederán en estos próximos diez meses. Pero en este punto del camino, no debe descartarse que el PAN pierda Guanajuato.

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