Guanajuato y el poeta modernista José Martí
“Hacer es la mejor manera de decir” es la máxima que dirigió la vida del libertador y poeta cubano José Julián Martí y Pérez (1853- 1895). Quien, al igual que otros pensadores universales como el indio Rabindranath Tagore (1861-1941) Premio Nobel de literatura en 1913, acuñó su filosofía humanista en breves y sabias frases que resultan un catecismo cívico y moral: “El pueblo más feliz es el que mejor educado tenga a sus hijos, en la instrucción del pensamiento, y en la dirección de los sentimientos.” “Al venir a la tierra todo hombre tiene derecho a que se le eduque, y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás.” “La libertad es el derecho que tienen las personas de actuar libremente, pensar y hablar sin hipocresía.” “Los derechos se toman, no se pierden; se arrancan, no se mendigan.” “La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.” “Si no luchas, ten al menos la decencia de respetar a quienes si lo hacen.” “Un hombre lleno de egoísmo es un hombre delincuente.” “Mientras haya un pobre, a menos que no sea un perezoso o un vicioso, hay una injusticia.” “Para ir delante de los demás, se necesita ver más que ellos.” “Mejor sirve a la Patria quien le dice la verdad.”
Hace veintitrés años, desde el 28 de septiembre del 2001, una bella escultura en busto de bronce del poeta y libertador cubano José Martí se ostenta en el seno del capitalino Jardín Reforma del centro histórico de la ciudad de Guanajuato patrimonio de la humanidad. La noble iniciativa de su colocación fue del Club Amigos de Cuba, A. C., presidido por el maestro Adolfo Rubio Salazar (1960-2021) y con la participación del H. Ayuntamiento en turno y la LVIII Legislatura local; como consta en la placa alusiva que todo interesado puede leer en éste lugar insigne.
Montado sobre base de mármol y ocupando el espacio donde dio sombra por muchos años un frondoso árbol sembrado ahí por el general Porfirio Díaz (1830-1915), el busto en bronce es obra del escultor mexicano Benjamín Rodríguez Avendaño, cuyas manos y talento también modelaron la réplica de la histórica Campana de Dolores y el monumental bronce de José Alfredo Jiménez ubicado en el parador turístico de Dolores Hidalgo, Cuna de la Independencia Nacional.
Sentados en la banca que mira de frente a José Martí, apreciamos la obra maestra de una escultura cuyo artista captó el gesto de bonhomía del creador de “Los versos sencillos”, “Ismaelillo” y “La Niña de Guatemala.” De éste cubano liberal, amigo del sanmiguelense Ignacio Ramírez “El Nigromante” y admirador ferviente del Padre de la Patria mexicana Miguel Hidalgo y Costilla hay otros monumentos que le recuerdan en diversos puntos del territorio mexicano uno de éstos el logrado a las puertas del centro cultural José Martí, a unos pasos de avenida reforma en la ciudad de México. Éstas esculturas se hermanan con el icónico rostro de mármol que, desde el malecón de la Habana, mira permanentemente al mar. Además, éstas piezas escultóricas forman parte del catálogo inventariado por el Centro de Estudios Martianos de Cuba, donde Guanajuato tiene su lugar como ciudad culta en la cual anualmente, en su fecha natal del 28 de enero, una comitiva municipal y estudiantil capitalina se dan cita en el Jardín Reforma para ofrecer la rosa blanca de la amistad entre los pueblos de ambos países, flor perenne que cultivó José Martí durante su estancia en nuestro país.
Ayer y hoy, la historia de los monumentos de Guanajuato patrimonio de la humanidad son un palimpsesto cotidiano. ¡Hasta el próximo palimpsesto!
