Inicia la contienda con el ninguneo panista
1.- Inicia la contienda con el ninguneo panista
Apenas veníamos de la diplomacia que mostró Libia Dennise García Muñoz Ledo el día de su registro, cuando los varones iniciaron con el bombardeo directo contra Alma Alcaraz Hernández, recién elegida como la coordinadora estatal de la defensa de la transformación.
Como fue público y notorio, la narrativa triunfalista en el PAN comenzó con su líder nacional Marko Cortés Mendoza, al inferir que Morena tiró la toalla en Guanajuato al sacrificar al que sería su mejor carta, es decir, Ricardo Sheffield Padilla, invisibilizando a la virtual candidata de la 4T. Le siguió el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, quien luego llamó a ser humildes.
Sin embargo, entre los polemistas del ámbito nacional el golpeteo que retumbó no fue la posición de Alcaraz Hernández en el proceso interno de Morena o su posición en las encuestas, sino su pasado en el PAN con el que llegó a ser funcionaria federal y diputada federal.
Ayer en su visita a Guanajuato, la precandidata a la presidencia por el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez Ruiz, confirmó el misil al remitir inmediatamente al antecedente blanquiazul de la aspirante morenista, a quien calificó como una política de “limitada trayectoria”.
Por supuesto, la diputada local de Morena no se iba a quedar callada y reviró al ventilar por primera vez de forma pública, las razones de su renuncia al PAN en 2012 y su posterior integración a Morena.
Aseveró que como Directora General de Migración se le pidió la firma de 60 millones de pesos para un cheque que no tenía un fundamento legal ni respaldo numérico. Después dijo que se le pidió dar contratos a Televisa y a TV Azteca como Directora General de Administración sin mayor proceso de licitación. Lo que siguió fue su afianzamiento en Morena.
Sin concederle el cien por ciento de su heroica versión de los hechos, cierto es que Alma Alcaraz tiene suficiente tiempo viviendo en Guanajuato como para asumir su derecho a ser votada como gobernadora. En todo caso, resulta un reflejo de las mutaciones políticas que han desdibujado el espectro ideológico.
Ni el PAN puede preciarse de no reclutar morenistas, basta el ejemplo de Morelos, donde la senadora Lucy Meza, que recién renunció a Morena, será la candidata a la gubernatura por el Frente Amplio por México. Así las cosas, esto apenas empieza.
2.- PRI: reintegros, paridad y una alianza ‘decorosa’
Si bien el diputado local del PRI, Alejandro Arias Ávila, advirtió hace unas semanas que no negociaría desde el prejuicio en municipios específicos, la oferta del PAN de 30 municipios para coaligarse en elecciones locales, fue más de lo esperado por la dirigenta estatal tricolor, Ruth Tiscareño Agoitia, quien dijo tener una propuesta de 28 municipios.
“No en todos los municipios se requiere a la alianza”, justificó la lideresa tratando de emparejar las circunstancias de un panismo que finalmente desempeña su papel al llevar la pauta de las negociaciones. De entrada, parece cerrada la alianza en la contienda por la gubernatura.
Este papel secundario en la alianza, no evitó que se tuvieran que hacer mediciones y movimientos calculados para respaldar plazas concretas como San Miguel de Allende. Descartada por completo la alianza en ese municipio por el repelús expresado por el dirigente estatal panista, Eduardo López Mares, hacía el alcalde Mauricio Trejo Pureco, irán solos por su reelección.
El tema principal fue lograr la paridad en las listas que aprobó el Consejo Político Estatal del PRI el lunes pasado, sin tener que cambiar el género de la postulación Trejo Pureco, al ser la plaza con mayor rentabilidad electoral que le queda el PRI en Guanajuato. A partir de ahí, se tendría que respetar la correlación de los municipios reservados para mujeres con los que se realizaría alianza.
Pero no sólo a eso recurrió el priismo para poder ofrecer un capital político al menos un poco más decoroso más allá de la decena de alcaldes que llegaron a sus cargos postulados por el PRI. Resulta que de último momento se reincorporó a las filas de este partido el alcalde de San Diego de la Unión, Juan Carlos Castillo Cantero, quien apenas protagoniza una crisis política en su ayuntamiento.
Así, con lujosos reclutamientos y algunos malabares, parece cristalizarse una esperada alianza por el PRI de Guanajuato, vivo únicamente por las estructuras electorales en los municipios donde gobiernan. Es todo o nada para ellos.
3.- ¿Dudas en el Partido Verde?
La inminente postulación de mujeres para la gubernatura de Guanajuato, por parte del PAN, Morena y Movimiento Ciudadano, parece haber motivado que el Partido Verde repensara la candidatura de Gerardo Fernández González. Ahora se habla fuerte de Virginia Magaña Fonseca, actual dirigenta municipal de los verdes en León.
Académica, activista y exfuncionaria, Virginia llegó al partido por conducto de su lideresa moral Beatriz Manrique Guevara, con quien sostiene una amistad personal. Ocupando diversos cargos partidarios llegó como cabeza del partido en León, desde donde se proyectaría como posible candidata a la alcaldía.
No se trata del nacimiento de una pugna interna por la candidatura. Eso es claro. Se trata de las últimas reflexiones de un partido cuyo dirigente estatal, Sergio Contreras Guerrero, se amarró a la posibilidad de presentar una candidatura propia sin establecer alianza electoral con Morena, una postura con la que se murió en la raya.
Así es como se estableció la opción directa de postular a Gerardo Fernández, quien por su parte transitó por los lugares que dictan el proceso en el PVEM; desde la asesoría legislativa hasta la diputación local y de ahí a otro puesto de elección popular. Al menos esa era la lógica de su proyección como el posible candidato.
Algo a resaltar es que se trata de una definición que se dirime entre dos cuadros completamente hechos en casa. Una plusvalía que parece ser más escasa entre la partidocracia local.
CONTRA RETRATO
Jesús Oviedo Herrera
Apenas parecía asentarse en su cargo, cuando ya nos da una muestra de la falta de dimensión de los problemas que le atañen directamente como garante de la gobernabilidad en el estado. La ligereza de sus palabras ante un tema como la agresión contra los periodistas -como igual la ha mostrado con otros asuntos incluso más álgidos- muestra el nivel de su empatía.
La noche del pasado viernes, los periodistas Paulina Gutiérrez y Javier González fueron agredidos por David Pereyra, miembro de la mesa directiva del equipo de Petroleros de Salamanca F.C. al concluir un partido, cuando hubo una pelea entre aficionados que estaban documentando. Fueron golpeados, tirados al suelo y amenazados.
La respuesta de Oviedo, dista mucho de la del funcionario público que asume la responsabilidad de su encargo. Abordó el tema a la distancia.
“Supe que hubo una agresión, pero también supe que el empresario, fue el directivo, hizo una disculpa ya y es lo que sé. No tengo más información, puedo entender que hay una disculpa, entiendo yo que no es un problema, si no me parece que fue un acto intempestivo por el momento, por la situación, por la coyuntura”, señaló con una notoria desfachatez.
Todavía tuvo oportunidad de justificar el acto: “a veces la gente nos equivocamos y cuando te disculpas lo haces con alguna intención”.
Lo que fue una evidente minimización del caso se volvió noticia, lo que provocó una respuesta en la que se aseveró que ya se dictaron medidas de protección, como si hacer lo que la ley les obliga fuera suficiente prueba del interés en los actos que atentan contra el derecho a la libertad de expresión que, se supone debe priorizar como presidente del Consejo de Protección a Periodistas.