La directora de Epidemiología de la Secretaría de Salud del estado confirma la cuarta ola

La directora de Epidemiología de la Secretaría de Salud del estado confirma la cuarta ola

“Estamos teniendo la peor oleada en la historia de Guanajuato”

Fátima Melchor, directora de Epidemiología de la Secretaría de Salud

Demasiado temprano todavía para las conclusiones o aventurar definiciones para el 2024, en Guanajuato, Movimiento Ciudadano se da ánimos rumbo a la siguiente elección que -ellos creen- los podrá catapultar al protagonismo en las urnas. Es más optimismo que sustento en razones sólidas. Sin duda, el partido naranja ha emergido en varios estados como una opción de gobierno. Que gobiernen Jalisco y Nuevo León, dos de las entidades más importantes en su potencial económico y político, no es cualquier cosa.

MC quiere convertirse en una opción atractiva a los ciudadanos en Guanajuato ante el natural desgaste del PAN, la debacle en el PRI y el pavor que Morena provoca en un sector del electorado local.

Por lo pronto, tienen muchas ilusiones y una camada de políticos provenientes de otras fuerzas y jóvenes que son el refresco a los mismos de siempre.

La pregunta es si esta camada de políticos que integran Rodrigo González, Luis Andrés Álvarez, Juan Pablo Delgado, Diego Calderón, la alcaldesa de Moroleón Alma Denisse Sánchez y Dessiré Ángel tiene con qué catapultar a los naranjas a la tercera posición como fuerza política en el estado, toda vez que en la pasada elección casi empataron al Verde en la cuarta posición.

Hay que seguirles la pista porque, aunque se ve atractivo el elenco en este partido que fue dominado por la familia Ramírez durante seis años en los que solo fue un partido palero de Acción Nacional, lo que se sabe es que la figura que puntea como probable candidato a la gubernatura en 2024 es ni más ni menos que el doctor Ángel Córdova Villalobos.

La alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos presume los homicidios a la baja en la ciudad que gobierna en lo que va de su mandato. Y no miente. De hecho, enero se perfila como uno de los meses con menos asesinatos en los últimos dos años que parecen confirmar una tendencia que inició justo en el décimo mes del año.

Y el dato no es menor si tomamos en cuenta que León había escapado a la disminución de homicidios dolosos que experimentó el estado durante 2021. Un dato para presumir de Gutiérrez Campos que debe tener alguna explicación.

Por lo pronto coincide con el despido de más de 200 policías que causaron baja -en muchos casosporque no eran confiables. ¿Tendrá algo qué ver ese asunto con la baja de homicidios dolosos porque algunos de esos policías jugaban con los malosos y hoy la corporación ha quedado limpia de elementos nocivos?

No es momento de echar las campanas al vuelo porque son tres o cuatro meses. En lo estatal ya tenemos un año completo con números consistentemente a la baja. León empieza a tener ese mismo comportamiento.

Habrá que irnos con cautela, pero ahí están los datos duros. Es el mismo secretario de Seguridad, Mario Bravo Arrona, con una estrategia diferente. La alcaldesa presume que otros delitos del fuero común también han ido a la baja.

En octubre, primer mes de gobierno de Gutiérrez Campos se registraron 86 homicidios dolosos; al mes siguiente 62; en diciembre 61 y hasta el viernes pasado había 36 asesinatos.

Restan unos días para el cierre, pero podría ser el mes con menos homicidios dolosos en comparación con todo el año anterior.

Una golondrina no hace verano, pero ya León podría presumir que empieza a incursionar en el terreno de la tendencia a la baja de los asesinatos aunque ello no suponga en automático que ya se ganó la batalla.

Porque, como dijo alguien por ah, el punto es que la droga y el narcomenudeo siguen vivitos y coleando en las calles de la ciudad. Y una parte es terminar con la disputa de grupos criminales y la otra -tan importante- evitar que esa droga llegue a los jóvenes.

Todo está dispuesto para que la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales del Congreso local dictamine a favor la solicitud de licencia del diputado de Morena, Ernesto Prieto Gallardo.

Si el legislador quiere confirmar su perfil de político indeciso y que gusta de mandar señales confusas, se confirmarán los pronósticos de quienes dan como un hecho que se arrepentirá y retirará la licencia. Él tiene la última palabra.

ELISEO MARTÍNEZ: A CUATRO AÑOS DE SU MUERTE Y 22 DE LA REBELIÓN AL DEDAZO AZUL

Mañana se cumplen cuatro años del fallecimiento del exalcalde de León, Eliseo Martínez Pérez y hoy, 22 de aquella accidentada asamblea para elegir como candidato a la gubernatura al actual diputado federal Juan Carlos Romero Hicks que motivó la primera gran rebelión interna de un panista que alegó fraude en la elección interna.

30 de enero de 2000 fue una fecha emblemática para los panistas. Martínez Pérez había sido alcalde de León de 1992 a 1994 y en 1997 respaldó a Jorge Carlos Obregón quien ganó la convención a Luis Ernesto Ayala Torres que era el candidato del aparato azul.

Y en 2000 Eliseo Martínez contendió en la interna para disputarle la candidatura a Romero Hicks que recién había dejado la rectoría de la Universidad de Guanajuato.

Martínez Pérez abanderó una causa en la que reivindicó su apuesta por la democracia y criticó el dedazo. Se lanzó durísimo contra el entonces dirigente blanquiazul Juan Manuel Oliva y, por primera vez, el Yunque era señalado como la cofradía que movía los hilos en Acción Nacional.

Ganó Eliseo Martínez en el conteo uno a uno de los votos, pero el sufragio delegacional lo hizo morder el polvo porque el comité estatal tenía voto de calidad.

Dio la batalla, denunció la intromisión del gobierno y el partido a favor de un candidato oficial y, al final, cayó hace 18 años en la convención más oscura y fraudulenta que registra el PAN guanajuatense.

Declinó el ofrecimiento de ser senador que le hizo el CEN aquel 2000 lo que lo hubiera convertido en automático en un precandidato para 2006. Rechazó el gran premio de consolación y siguió su batalla. Sus días en el PAN estaban contados. Renunció a sus filas y en 2003 fue candidato de PRI y Verde a la alcaldía.

Hizo sudar frío a los panistas. Y si no fue alcalde fue gracias a la vergüenza que le daba portar los colores del PRI y al regateo que el tricolor le hizo de apoyo. Tres años después, en 2006, se dejó seducir por el canto de las sirenas y fue candidato de Convergencia (hoy Movimiento Ciudadano).

Eliseo Martínez fue el primer rebelde a los dedazos en el PAN que hoy se han normalizado.

LA PANDEMIA Y EL NUEVO MOMENTO

Mañana que termine el primer mes del año, los contagios en Guanajuato podrían alcanzar una cifra cercana a los 45 mil, es decir ya más cerca de duplicar la cifra más alta que se presentó hace un año, en enero de 2021, cuando hubo 24 mil 532.

En contraparte, las cifras de defunciones que hasta ayer eran de 478, representarán la quinta parte de las dos mil 443 de hace un año, también la más alta hasta ahora en cualquier mes desde que se dio el primer caso en marzo de 2020.

La ocupación hospitalaria está en el 30 %, la más alta desde enero del 2021 que justo hace un año vivía en Guanajuato con jornadas de hasta 180 defunciones, aunque muy baja en proporción con el número de casos positivos que se han presentado.

La situación es radicalmente distinta a lo que se vivía hace un año. La diferencia la hace la vacunación y los datos son contundentes. Un 76 % de los fallecidos no estaban inoculados, no tenían esquema completo y/o tenían alguna comorbilidad. La respetable posición de los antivacunas ahí queda confrontada con esa realidad.

Los gobiernos han sido criticados por avalar el regreso a clases presenciales y la autorización de eventos masivos como la Feria de León en plena explosión de casos de covid-19 por la variable ómicron.

Y bueno, queda claro que ya no se puede detener la economía en este momento de la pandemia con la vacunación ya en la fase de aplicación de dosis de refuerzo a todos los sectores de la población.

Los paradigmas y las evaluaciones deben cambiar. Es imposible saber de dónde proviene cada contagio, pero no se puede asegurar que todos son causados por las decisiones de la autoridad. Es cierto que nuestra vida pública se parece más a la que teníamos antes de marzo de 2020 con restaurantes, antros, centros comerciales a reventar, playas, conciertos y vida social a plenitud.

El gobierno puede controlar eventos públicos, dictar normas sanitarias en negocios y establecimientos, pero no puede establecer límites en las reuniones en domicilios particulares. Esta parece ser la lógica que impera cuando la autoridad no quiere restringir.

Los sectores económicos presionan y los gobiernos saben que, además de los efectos en salud pública, hay que aguantar los efectos en la economía.

Queda claro que no habrá regreso a los confinamientos y que, ante la explosión de contagios de las últimas semanas, el parámetro está en la disminución de casos graves y hospitalizaciones.

Los gobiernos imploran para que no surja una variante no más contagiosas sino más letal.