La ilusión automotriz
El sector automotriz guanajuatense cree ver la luz al final del túnel, luego de un par de años azarosos, debido a la pandemia de covid-19. Junto a ellos, la esperanza también es guardada por el secretario de Desarrollo Económico Sustentable, Mauricio Usabiaga Díaz Barriga, no es para menos, esperan que en 2021 generen las armadoras, su industria proveedora y otros sectores concurrentes 17% del Producto Interno Bruto del estado.
En 2020, año en que comenzó la pandemia y entró en crisis el sector automotriz, como muchos otros en el mundo, la aportación al PIB fue de 14.9%. La recuperación alienta a pensar que para 2022 en condiciones similares al 2019, pudiera lograrse una aportación que sea la quinta parte del PIB estatal.
El Media Day del Clúster Automotriz de Guanajuato para presentar el Foro de Proveeduría Automotriz y Congreso Automotriz Claugto fue la ocasión para alentar los ánimos. Mauricio Usabiaga dejó ver su aspiración: que Guanajuato supere a Coahuila como el estado con mayor generación de riqueza en la industria automotriz, la que considera la industria manufacturera más importante de México, sin olvidar que la nación es el principal proveedor de autos de los Estados Unidos.
Y a pesar de que también compartamos la aspiración de Usabiaga Díaz Barriga, no podemos dejar de lado que hay que hacer lo necesario para la reconversión de la industria automotriz local para pasar del auto de combustión interna al eléctrico. En Coahuila, General Motors ha comenzado a realizar una mega-inversión en ese sentido, mientras que en Guanajuato la armadora sigue entrampada en las argucias de un sindicato para mantener limitados los derechos laborales de sus agremiados, lo que toleró GM en el pasado.
Las armadoras japonesas en la entidad caminan a esa reconversión, pero deben ser acompañadas por la industria proveedora. Una tarea titánica si atendemos lo dicho por Alfredo Arzola, director general del Clúster Automotriz de Guanajuato, los proveedores locales ya tienen presencia en 36 de los 46 municipios guanajuatenses con más de 2 mil 600 proveedores de toda la cadena de valor. Además, de 300 proveedores trasnacionales.
Estos proveedores necesitan caminar a la transformación de sus plantas productivas para generar los nuevos componentes, muchos de ellos muy diferentes a lo que demandaba el sistema de combustión interna. Una de los elementos clave son los insumos electrónicos, como los famosos chips que se fabrican en Asia y que han frenado la producción de autos en nuestro país porque hay escasez de ellos. Se hablan de inversiones superiores a los 10 mil millones de dólares para tener la producción en nuestro país y no depender de los avatares asiáticos.
Sería interesante que Mauricio Usabiaga explicara cómo será esa transición, si es que se quiere mantener un liderazgo en medio de esta revolución de la industria automotriz. Hay visos con la arquitectura del Valle de la Mentefactura, pero el trazo debe hacerse ya. En 14 años ya no se permitirá la venta de autos de combustión interna en Europa ni California. La reconversión ya inició.