Miércoles, 08 Enero, 2025

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La impugnación de Alma: forma y fondo

Opinión

Miguel Zacarías

INTERESANTE. Mucho por analizar en el lance que asume la excandidata a la gubernatura de Morena, Alma Alcaraz Hernández que ejerce su derecho a impugnar y presenta un recurso ante el Tribunal Estatal Electoral para pedir la nulidad de la elección en la que contendió.

RAZONES. Se queja de la influencia ilegal que, a su juicio, tuvo la entrega de la tarjeta rosa durante las campañas electorales, a favor de la ahora gobernadora electa Libia Dennise García.

DATOS. Acompañada por ganadores y ganadoras de elecciones locales y federales así como candidatos y candidatas que las perdieron y que van a impugnar, Alcaraz Hernández dijo la diferencia de votos entre Libia García y ella fue de aproximadamente 270 mil votos, cifra superada por las tarjetas rosas entregadas en campaña.

RESPALDO Habrá otras impugnaciones en elecciones municipales de Silao, San Miguel de Allende, Irapuato entre otras pero finalmente la noticia es que la excandidata a la gubernatura consigue el aval de la dirigencia nacional de su partido, de la estatal y de liderazgos nacionales para arropar su escaramuza.

ANTES Y AHORA. Ya nos adentraremos más a ese tema. Sólo prestemos atención a las presencias ayer en este anuncio de Alcaraz y también en las presencias “a distancia”. Y por sobre todas las cosas, comparemos el arranque de su campaña con el arranque de su presencia postelectoral.

ACTIVA. La presencia, a su costado derecho, de la senadora Martha Lucía Micher Camarena es muy ilustrativa al igual que la intermitencia de la de Ricardo Sheffield Padilla, su promotor e impulsor original.

PASIVO. Sheffield apareció al principio de la presentación, luego se fue al lobby a platicar con Rubén Aguilar para reaparecer hacia el final en el salón aunque ya solo a distancia.

NUEVA TEMPORADA. Por ahí andaban también los hermanos César y Ernesto Prieto. Aun cuando Morena presume un avance importante en Guanajuato con todo y la derrota en la gubernatura, “pasaron cositas” en la guerra interna de grupos. Y se vienen ajustes.

LA DEL ESTRIBO…

La foto de Libia Dennise García Muñoz Ledo, gobernadora electa, flanqueada por Rosario Corona y Jorge Jiménez Lona es la primera post entrega de constancia de mayoría. Es una definición de la joven política panista en el punto de arranque de la hora de la verdad para el nuevo comienzo.

Suerte con eso que no será nada sencillo.

 
 

LUIS ERNESTO AYALA: UN LOOK OCASIONAL HACE 6 AÑOS

Como nos hubiese gustado ver al Luis Ernesto Ayala Torres de hace 6 años como alcalde interino de León en alguna de las responsabilidades que asumió en este sexenio, ya como secretario de Gobierno o como coordinador de la bancada panista en el Congreso del Estado y presidente de la Junta de Gobierno del legislativo

Echado para adelante y con agallas. Un par de meses antes había asumido el interinato como alcalde de León mientras Héctor López Santillana buscaba refrendar la hegemonía del PAN, cosa que lograría con la mano en la cintura.

Luis Ernesto, como síndico en el Ayuntamiento durante el primer trienio del ahora director de Guanajuato Puerto Interior, tuvo un perfil bajo, incluso avasallado por el protagonismo y el fuego amigo del otro síndico, Carlos Medina; y de pronto, ya como alcalde interino y sin Medina en el entorno, mostró una actitud distinta que no se le conocía ni siquiera en sus tiempos de alcalde entre 2000 y 2003.

Los resultados no fueron espectaculares.

Los índices delictivos se mantuvieron en los mismos niveles, la inseguridad no bajó considerablemente.

Pero la simple actitud mostrada por Ayala, su sentido de oportunidad para reaccionar, encarar los problemas, ponerse el chaleco antibalas y salir a los operativos nocturnos, ser más protagónico de lo que fue López Santillana, hizo la diferencia.

Hoy es pertinente recordar ese momento justo cuando Ayala Torres, según él mismo ha anunciado, se despide de la actividad política. Lo hace justo a contrapelo de aquella imagen de hace 6 años.

Tanto en la secretaría de Gobierno como en la bancada panista, ha optado por un perfil bajo, huidizo, retraído, sin asumir los costos de ser el pastor de la bancada mayoritaria y sin mostrarse abiertamente frente a temas álgidos y polémicos.

El contraste se mostró claramente en la secretaría de Gobierno cuando le deja el cargo a la actual gobernadora electa Libia Dennise García Muñoz Ledo quien mostró de inmediato, una actitud proactiva frente a problemas medulares como el de las desapariciones en donde se notó la diferencia.

Ayala Torres trató de administrar problemas en lugar de enfrentarlos en la secretaría de Gobierno y en el Congreso, por el estilo.

Un pequeño botón de muestra fue la forma en que enfrentó la notificación del amparo que ganó Amicus para que el Congreso local legisle sobre identidad de género.

“No se abordó el tema”, fue su respuesta ante la pregunta de los medios y remitió el tema a la lectura de un comunicado de parte del vocero Manuel Mora fue su respuesta como si fuese en realidad ajeno a él.

Y como la sentencia obliga a que se trata en el siguiente período ordinario de sesiones, se la dejan fácil: patear el bote a la siguiente legislatura.

 
 

GUARDIA NACIONAL, ZAMARRIPA, VIOLENCIA Y TRANSICIÓN: LO QUE VIENE

El apartado de asuntos generales se convirtió ayer en una caja de resonancia de los temas que están de moda y en boga hoy en Guanajuato y que se mantendrán en el reflector en las siguientes semanas y meses.

El papel de la Guardia Nacional en Guanajuato, los señalamientos del gobernador Diego Sinhue de presuntas ligas con el crimen organizado de diputados y alcaldes electos, las implicaciones y frentes abiertos de la salida del Fiscal Carlos Zamarripa, serán temas torales que no solo provocarán jaloneos entre el PAN y la oposición sino entre el gobernador que se va y la gobernadora que llega.

El tema Zamarripa ya prendió el cerro aunque el humo electoral haya opacado un poco ese incendio.

La revelación de Correo en su edición impresa de este jueves es apenas una pequeña muestra de lo que está por venir.

 El llamado “sistema complementario de seguridad social” que beneficia al Fiscal y los suyos para que puedan mantener una serie de prebendas, entre las que se incluye un apoyo económico adicional a su pensión, que equivale al sueldo fuera de la administración levantó ruido como se esperaba, en la oposición.

El blindaje que se construye Zamarripa debe tener aval del poder ejecutivo. Pero eso solo tiene que ver con el marco administrativo en que se da su salida.

Falta todavía ver lo que tiene con el proceso sucesorio con las implicaciones que representa sustituir a alguien que ha acumulado un poder descomunal en 15 años en el cargo. Solo Diego Sinhue y Libia García conocen el alcance de esos acuerdos y qué tan firmes están.

El otro tema es el de los señalamientos del propio Rodríguez Vallejo hacia el involucramiento de alcaldes y diputados electos.

Ayer, el diputado de Morena, Ernesto Prieto (hermano además de un alcalde electo que se reeligió), no tuvo empacho en poner a su partido el saco de las declaraciones del mandatario estatal: “quiere calumniar al movimiento”, dijo en tribuna.

Mediáticamente el tema seguirá viviendo porque en algún momento, la gobernadora electa recibirá la información concreta de los dichos de Diego Sinhue y tendrá que pronunciarse. Y sus dichos tendrán implicaciones en el vínculo que ya tiende con funcionarios electos.

Si lo suyo es la conciliación ¿cómo hará que estos señalamientos no dañen la relación de arranque?

Visto desde esa perspectiva, la declaración no resultó muy amigable con la sucesora que ya tiene 2 fuegos que apagar: la declaración y sus implicaciones.

Y bueno, el tercer tema, el relacionado con la Guardia Nacional y la opacidad de su intervención en Guanajuato, también da para mucho más. Actuaciones irregulares, excesos y quejas ciudadanas han sido ampliamente documentadas en medios.

El gobierno de Guanajuato logró posicionar el tema pero el efecto no tiene que ser solo espectáculo mediático a su favor sino respuesta eficaz y corrección de excesos. Parece ingenuo plantearlo pero el miedo y la desconfianza no pueden ser el común denominador.

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