LAS VACUNAS Y EL ETERNO PATERNALISMO
PUEDE SER. Desde luego que tiene una dosis de justificación la propaganda que se hace de la llegada de la vacuna contra la covid-19. Si algo precisamos en estos tiempos y frente a una pandemia que ha sido implacable es esperanza y los gobiernos saben venderla. Se especializan en ello.
TOMA Y DACA. Desde el martes por la tarde, los gobiernos del estado y el federal, a través del superdelegado Mauricio Hernández Núñez, hicieron todo un despliegue propagandístico. Fotos, transmisiones en vivo, testimonios.
GESTOS. Pero la fiebre llegó hasta los legisladores de Morena que se van hasta la cocina, como la senadora Martha Lucía Micher Camarena quien ayer dijo en sus cuentas de Twitter y Facebook que sería “oportuno y atinado” que el gobierno de Guanajuato agradeciera al federal las gestiones por la vacuna.
LAS FILIAS. Micher Camarena coloca en el primer lugar de los reconocimientos al canciller Marcelo Ebrard, personaje a quien ha acompañado desde hace muchos años en varias trincheras de la política. “Agradecer al gobierno por cuidar a los ciudadanos”. Es la obligación de los gobiernos. Pero la visión paternalista del quehacer gubernamental ya hemos visto que no es exclusiva del viejo PRI.
¿GRACIAS, DE QUÉ? El PAN ha abrazado en Guanajuato esa práctica tan socorrida en México que es el culto a la personalidad a los alcaldes y los gobernadores a quienes hay que dar las gracias por la calle pavimentada, el bulevar construido, las tabletas entregadas.
MÁS VALE. Morena no es la excepción y se suma alegremente a ese triste show. Todo tiene sus límites. Lamentablemente, la combinación pandemia, vacunas y tiempos electorales augura muchas cosas pero la que menos es la sensatez.
MÁS DINERO PARA CÁRCELES EN GUANAJUATO: ¿QUÉ VAN A SACRIFICAR?
BIEN, PERO… Tremendo dato el que ofreció ayer el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo sobre el crecimiento de internos en los centros penitenciarios en el estado.
DIMENSIÓN. Según el mandatario, en un tercio de su administración ya se sentenció o están en cárceles estatales los que acumuló todo el sexenio de Miguel Márquez.
LOS COSTOS. Diego Sinhue ofreció el dato para sustentar su discurso de combate a la impunidad en el estado y que aquí ‘el que la hace, la paga’. Luego dijo que estos números que espera engrosar en los meses por venir con más detenidos y sentenciados abren la necesidad de construir más cárceles porque en las que hay ya no cabrán los delincuentes que operan en Guanajuato.
NI HABLAR. Y vaya. Es plausible que funcionen las instituciones y que cada vez menos fechorías queden impunes, pero la violencia que galopa en Guanajuato necesariamente obliga a modificar las prioridades.
CAUSA, EFECTO. En un sexenio en el que la autoridad estatal se queja de recorte de recursos, la cobija tendrá que ceder espacio para construir más cárceles y eso impactará seguramente en otros rubros que ya no tendrán lo que merecen. Otro de los efectos adversos de nuestra nueva realidad. Urgen más cárceles. ¿Qué será lo que se sacrificará?
LA DEL ESTRIBO…
El secretario general del Congreso, Ricardo Narváez informó ayer que una vez que se expida el acta de defunción del diputado Juan Antonio Acosta, se dará cuenta a la mesa directiva de la Comisión Permanente del fallecimiento del legislador y, con base en sus facultades, llamará a su suplente para que rinda protesta en la siguiente sesión.
El suplente es el panista José Luis Vázquez Cordero originario de Comonfort y exsíndico del Ayuntamiento que ha aspirado en varias ocasiones a la alcaldía de ese municipio.
LUIS ERNESTO: UNA DÉCADA DESPUÉS DEL ‘ESQUINAZO’ DE OLIVA
Las instituciones de fiscalización de estados y municipios en nuestro estado no sirven más que para engordar la burocracia, a juzgar por los resultados y las trabas observadas.
Hace exactamente diez años lo vivió en carne propia el entonces secretario de la desaparecida Secretaría de la Gestión Pública, Luis Ernesto Ayala Torres, quien creyó en la voluntad del entonces gobernador Juan Manuel Oliva para combatir actos de corrupción en su administración.
Ese día se daba la confirmación por parte de la desaparecida Secretaría de la Gestión Pública de presuntas irregularidades en el DIF estatal.
En el centro de la polémica mediática estaba Marta Martínez, esposa de Oliva aunque, evidentemente, las observaciones fueron para quienes tenían un cargo administrativo.
Aquella mañana de 2011, el gobierno del estado informaba la renuncia de Aída Angélica Silva Castillo como directora del DIF. Según el comunicado, la exfuncionaria tomaba esta decisión con el fin de facilitar el desarrollo de la auditoría que realiza la Secretaría de la Gestión Pública al DIF.
“La funcionaria mostró total disposición para atender los asuntos que en su momento fueron requeridos por la Gestión Pública, con el fin de dar continuidad y llegar al término de la auditoría”, decía el texto.
Entre las anomalías detectadas estaba la adquisición de bienes informáticos por un importe superior a los precios de mercado, uso de bienes para fines distintos y falta de probidad en el cuidado y el uso de los recursos públicos. Se encontró que había actitudes de prepotencia, trato poco amable, tardanza en la atención y diversas deficiencias en la Coordinación de Planeación e Informática.
Diez años después, Ayala Torres ocupa una posición más protagónica en la administración de Diego Sinhue como secretario de Gobierno, aunque de bajo perfil mediático.
Sus ganas de volver a ser alcalde de León fueron apagadas por Rodríguez Vallejo quien optó por respaldar a Alejandra Gutiérrez en la candidatura de esta ciudad.
Podría ser la Secretaría de Gobierno su último encargo, pero uno nunca sabe. Lo que no se olvidará fue su ingenuidad para creer en aquella palabra de Oliva que le dijo que podría fiscalizar, ‘tope donde tope’.
DIEGO, ÁLVAR Y LA VIOLENCIA: A PESAR DE TODO, EL VASO MEDIO LLENO…
En la vida hay razones y resultados y ayer, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo y su secretario de Seguridad, Álvar Cabeza de Vaca aparecieron en un acto público para entregar equipamiento a corporaciones de seguridad y pronunciarse frente al arranque violento que ya dejó, en menos de dos semanas, como saldo una cifra que ronda los 140 asesinatos y que mantiene al estado en el ojo del huracán.
Y ambos personajes actuaron conforme a lo que dice el librito. Destacaron los logros que tiene la entidad, las cifras favorables en la reducción de la incidencia de la mayoría de los delitos del fuero común como robo a casa habitación, robo a vehículo, asalto a transeúnte, secuestro, extorsión, entre otros.
Ponderaron las calificaciones que goza la policía estatal. Sus prendas como una de las mejor pagadas del país, el saldo en operativos y, claro, la disminución de la incidencia de homicidios dolosos en noviembre y diciembre como un signo alentador.
“Las cifras hablarán por sí solas”, dijo el gobernador ayer en su discurso. Pero la historia reciente en este mismo sexenio nos ha enseñado que en esto de las cifras, lo más importante es la consistencia y que una o dos golondrinas no hacen verano.
Cabeza de Vaca presume la disminución ‘ostensible’ de homicidios dolosos. Ya ocurrió unos meses después de arrancado el operativo ‘Golpe de Timón’ que los números bajaron o como cuando llegó Mario Bravo Arrona, cuando también se presentaron unos meses a la baja en ese rubro.
Y también hay que decir que el punto de referencia para hablar de la disminución es el mes anterior y que ya sabemos que para hablar de una baja realmente consistente y duradera tenemos que ampliar la visión y la perspectiva. En otras palabras, poco o nada hay que celebrar todavía. La mula no era arisca.
El otro punto a revisar -y eso lo deben conocer con claridad las autoridades estatales- es la modificación del entorno de grupos criminales y su influencia territorial.
Porque todo parece indicar que ante el debilitamiento (que no aniquilamiento) del de Santa Rosa de Lima, otro grupo de un estado vecino ha intensificado su actividad delictiva.
La violencia tiene una nueva lógica y dinámica porque hay mayor presencia de otro grupo delincuencial. La Fiscalía ya tendrá con las varias masacres ocurridas en lo que va del año un diagnóstico más claro sobre el tema, aunque no hable públicamente de ello. Y por supuesto, en las semanas por venir conoceremos si los niveles de violencia aumentan o se contienen.
Estamos con los procesos electorales a la vuelta de la esquina y eso agrega un ingrediente que tendrán que revisar las propias autoridades. Más valdrá tomar las providencias necesarias para evitar -en lo posible- que la violencia llegue a esos terrenos.