Sábado, 11 Enero, 2025

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Las vacunas y los servidores de la nación: el clientelismo y la desconfianza

Opinión

Staff LC Camargo

La pandemia: el momento más crítico

LA LUZ AL FINAL DEL TÚNEL. Las señales de que vivimos el momento más crítico de la pandemia, se acumulan en nuestro estado día con día y quizá lo más duro es que no sabemos si ya tocamos fondo o no.

AL LÍMITE. El alcalde de León, Héctor López Santillana dirigió el sábado pasado un mensaje en redes sociales a los ciudadanos en el que lamentó que la ciudad haya llegado a una “alarmante ocupación hospitalaria” y que se está a punto de llegar a la capacidad máxima.

DIFERENCIAS. El tono del mensaje y lo que dijo López Santillana contrasta con el mensaje que enviaron autoridades estatales luego de que, a principios de semana, el Estado trató de tranquilizar al decir que había solvencia en las camas de hospital con ventilador.

UNO MÁS. El plan que echó a andar el Municipio para abastecer de oxígeno a la población que lo requiere frente a la crisis que ha provocado la gran demanda del mismo es la confirmación de la inquietud que genera en el gobierno la especulación con su precio y su disponibilidad. Otro signo del disparo de contagios.

CASI NADA. A estas alturas, ya poco nos dice la posición que ocupa León en el top de ciudades con más casos activos en el país. Durante varias semanas, León estuvo incluso por encima de los mil 500 casos activos y en primer lugar nacional. Hoy, tiene 952 y aparece en sexto lugar, debajo de Querétaro, Puebla, Centro, Guadalajara y San Luis Potosí. No es ea la referencia para medir la gravedad de la pandemia en la ciudad.

LA REFERENCIA. Hoy, la saturación hospitalaria y la necesidad creciente de oxígeno entre la población se convierte en el principal desafío de las autoridades. Las filas para conseguirlo, mucho nos dicen sobre las personas contagiadas que tratan de superar la Covid19 en sus casas.

LOS TIEMPOS. Especialistas como el doctor Alejandro Macías señalan que esta nueva crisis está asociada también con la temporada invernal y que vendrán semanas peculiarmente complejas. Antes de marzo, difícilmente se puede aspirar a que esta oleada ceda.

ESTIRANDO LA LIGA. Y como lo dijeron, el secretario de Salud Daniel Díaz y el gobernador Diego Sinhue, la administración estatal no quiere endurecer las medidas de restricción en la economía que mengüen más a las empresas, de por sí, golpeadas.

LA HORA CLAVE. Pero el agudizamiento de la saturación hospitalaria puede poner a la administración estatal en serios predicamentos y presionar a la toma de decisiones no deseadas

LA DEL ESTRIBO…

Muy atentos con lo que va a ocurrir en el distrito 8 federal con cabecera en Salamanca, único en el que habrá alianza PAN-PRI-PRD en Guanajuato.

Ya se registró este fin de semana el diputado salmantino Justino Arriaga Rojas como precandidato lo que en otras circunstancias sería de trámite. Pero aquí el problema es que en algún momento, el dirigente estatal panista Román Cifuentes,  mencionó que el mejor perfilado para esa candidatura es Agustín Robles, exjefe de Riego del Distrito 11 y a quien se le conocen más vínculos con el PRI que con Acción Nacional.

Hoy por la tarde se registran en bloque 7 de los 14 diputados federales panistas que tiene Guanajuato y llama la atención que no esté en el bloque, Arriaga Rojas. Es evidente que no tiene la bendición de las cúpulas azules.

¿Se consumará el desdén al exalcalde salmantino y el PAN que es quien tiene derecho a proponer, optará por un cuasi priista? Una historia de “prianistas” en el estado.

RECORDAR ES VOLVER A GRILLAR

OCL: 11 años de vida y sobresaltos

Resulta curioso que justo cuando León y varias ciudades en el estado enfrentan una crisis severa de inseguridad, los contrapesos en la sociedad civil enfrenten una crisis o brillen por su ausencia.

El Observatorio Ciudadano de León cumple 11 años de existencia con claroscuros, subidas y bajadas y momentos de gloria en su historia en la que lo mismo se enfrentó a gobiernos panistas que a la única gestión priista en la historia de León en las últimas décadas.

“Aprendimos aunque desde el principio lo dijimos, que queríamos ser independientes; hoy solo recibimos aportaciones de nuestros consejeros y donantes de buena fe… por supuesto, de ningún organismo de gobierno recibimos prebendas”, decía su presidente, el ya fallecido Luis Alberto Ramos hace 6 años en la celebración de su quinto aniversario.

Su nacimiento no fue sencillo. Porque dependió de los apoyos del gobierno del hoy morenista, Ricardo Sheffield hace más de una década cuando ocupó la alcaldía.

“En nuestro primer período (gobierno de Sheffield), tuvimos oportunidad de medir al gobierno en 3 ocasiones bajo la metodología IWA4, hoy norma internacional denominada ISO-18091, con aplicación mundial para medir procesos de los gobiernos confiables”, señala el documento

Un momento interesante porque tenían lo mismo financiamiento que voluntad política y apertura para someterse a las críticas de este singular método que promovía desde tiempo atrás, la Fundación para los Gobiernos Confiables que encabezaba Carlos Gadsden y a la que se relacionaba con Carlos Medina.

Vino después la alternancia en León con el triunfo de Bárbara Botelllo quien, en el caso del OCL, supo matar 2 pájaros de un tiro.

“Cuando un gobierno no acepta que se le mida, tenemos que entrar en otras metodologías y por ello, el organismo se enfiló en otros temas como seguridad, pobreza y eficacia y rendición de cuentas”, reflexionaba Ramos en 2015  en obvia referencia al rechazo del gobierno de Bárbara para dar recursos y ser evaluado.

En el primer trienio de Héctor López Santillana vivió quizá su momento más glorioso de la mano de la Mesa de Seguridad. Era tomado en cuenta como interlocutor y sus análisis tenían impacto y respaldo del sector empresarial, curiosamente encabezados por dirigentes que hoy están cerca del PAN: Jorge Ramírez y Arturo Sánchez Castellanos.

LA IMAGEN DEL DÍA

Las vacunas y los servidores de la nación: el clientelismo y la desconfianza

La polémica generada el fin de semana a partir de la publicación de fotografías en la portada de Correo del pasado sábado en la que se observa a empleados federales llamados “Siervos de la Nación” siendo vacunados en Guanajuato luego de que autoridades estatales confirmaron que las vacunas enviadas aún no cubren a todos los empleados de salud del estado, se genera en buena medida por las fallas a la hora de comunicar de la Federación.

Es cierto que la vacunación de estos empleados federales está contemplada en el protocolo que diseñó el gobierno federal para este tema. Palabras más, palabras menos son una suerte de contralores o verificadores de que la vacunación se aplique realmente al personal que está en la primera línea de batalla contra la Covid19.

El propio gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo dijo en la entrevista del pasado jueves que estos servidores públicos y los militares formaban parte de quienes tienen derecho a la inoculación al mismo tiempo que el personal de salud.

El problema es que algunos morenistas entre los que se destacan exfuncionarios como Ricardo Gómez Escalante y las senadoras Martha Lucía Micher Camarena y Antares Vázquez Alatorre descalificaron al mensajero cuando la evidencia es que ni siquiera en Morena estaban bien informados o de plano, no están de acuerdo en que algunos empleados federales sean privilegiados.

Es el caso de Alma Alcaraz Hernández quien no sabemos si por desconocimiento o con la conciencia de lo que decía, cuestionó la participación de los servidores de la nación en este proyecto.

Y uno ya no sabe con los pleitos eternos de Morena si es fuego amigo o de plano no sabía de lo que hablaba. En cualquiera de los 2 casos, es delicado. En el primero, demostraría que ni siquiera al interior del partido gobernante se justifican estrategias gubernamentales. Gómez Escalante ya pidió la intervención de la Comisión de Honestidad y Justicia para sancionar a la dirigente.

Y si no lo sabía, los morenistas deberían tener más cuidado para ver moros con tranchetes en cualquier crítica que se haga al quehacer de gobierno.

Que los siervos de la nación formen parte de una estrategia para vigilar la aplicación de la vacuna solo confirma la desconfianza que domina en el ejercicio de nuestra política.

Los siervos supervisan que las vacunas se apliquen a las personas indicadas si partimos de la idea de que todos son honestos y que a ellos nadie debe supervisarlos. Vaya paradoja. Escasean las vacunas y encima algunas van para quienes no son médicos y quienes lo son, quizá deban esperar su turno aunque enfrenten más riesgo que los de las brigadas. Un absurdo.

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  • Miguel Zacarías
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