Libia: primer día de campaña…
Un mediodía del 2011, en un salón del vestíbulo del teatro Juárez -mientras comenzaba una premiación a creadores destacados del arte popular de Guanajuato- por unos minutos comenzó entre los funcionarios ahí reunidos un cruce informal de diálogos: entre otros estaba Miguel Márquez, ya encarrilado en busca de la gubernatura, con Sedeshu como plataforma. De pronto un silencio ceremonioso irrumpió bruscamente, como impulsados por un resorte, todos saltaron de su silla para ponerse de pie. No tardé en conocer el motivo: había arribado Juan Manuel Oliva, aquello era un gesto reverencial y cortesano frente a su “majestad” el gobernador. Luego, mientras se desarrollaba el evento con los preservadores de tradiciones, el político de Purísima que estaba ahí sólo por placearse, me hizo un comentario sobre el agotamiento de los partidos y la necesidad de buscar fórmulas ciudadanas. ¿Quién iba a decir que a la vuelta de los años él mismo pretendería hacer del PAN su patrimonio personal?
En esa misma lógica de “lagrimeo” por los pobres utilizados como escenografía, en 2018 Diego Sinhué comenzó su campaña en la comunidad xichulense de Palomas, sólo que el entonces candidato llegó a extremos que rozan el ridículo: hace una década ese lugar, completamente mestizo, fue decretado localidad originaria sólo para acceder a programas, y como buscaban mostrar en las fotos que arrancaba entre indígenas, tuvieron que llevar, de otros municipios, personas con atuendo tradicional.
Libia: ¿lo mismo o aire fresco?
Pareciera que los asesores estratégicos del PAN estatal no evolucionan o le tienen mucha fe a sus métodos, porque el mundo cambia y ellos para poner en el arrancadero político a los elegidos siguen apostando al mismo libreto.
El pasado martes, un día después de ser nombrada en lo formal titular de Sedeshu, y en los hechos proyectada como candidata oficial en campaña, le armaron a Libia García una pasarela entre indígenas chichimecas y comunidades polvorientas de San Luis de la Paz, el paquete incluía a los aplaudidores de siempre como Teodoro Montes de la SEG y Armando Rangel diputado, cada uno con su séquito de vasallos. Como parte de la cargada se desataron los likes en las publicaciones del día, también fue notoria la ansiedad de quienes están en nómina por tomarse selfies con la “ungida”. En el colmo electorero, hasta al priista anfitrión, Luis Gerardo Sánchez, el protocolo lo vistió de azul. Estos formatos a los que se agregan entrevistas tersas con la prensa, así como halagos serviles entre funcionarios, son tan vacíos y faltos de creatividad, que asemejan a esas funerarias que en sus servicios incluyen hasta las lágrimas y los pañuelos.
La virtual candidata del aparato estatal de gobierno, si en los meses que vienen sigue apostando a esos viejos estilos para ganar adeptos, proyectará una imagen de que es más de lo mismo, pues el hecho de promoverse como la primera mujer gobernadora no alcanza a refrescar la percepción que los ciudadanos tienen de los políticos. Los mercadólogos de la ciudad zapatera que suele contratar Acción Nacional para diseñar sus campañas, siguen instalados en la egocéntrica idea de que León es el ombligo del mundo y no superan el sesgo clasista de romantizar a los indígenas y a los pobres.
Libia García, en el largo trayecto que recorrerá hasta las urnas, tiene la oportunidad de romper esos moldes (que ahora la tecnología remoza, maquilla y son antediluvianos) como igualmente, si se instala en el discurso de la derecha más sectaria y no pone un pie afuera del glamour del poder para que las personas la perciban auténtica y cercana, tendrá un camino más cuesta arriba y su candidatura no desatará un impulso social genuino en torno a ella, pues sólo entusiasmará a las clientelas panistas incondicionales, que quién sabe si esta vez le sean suficientes para ganar la gubernatura.
Gumersindo Moya: impunidad y descaro…
El tema del control del horario a los bares que ha sugerido la Sedena a los municipios está abriendo sucias alcantarillas y es que muchos de esos negocios entretejen oscuros intereses y mucha corrupción, no se diga en San Luis de la Paz, donde por cierto le están dando largas. Se había anunciado que ya lo abordarían, pero en el cabildo del jueves ese asunto tan importante no llegó al pleno, tan poca prisa tienen que el alcalde y su coro de levanta manos le dedicaron el mayor tiempo a la próxima feria de agosto, sólo Irma Sánchez, regidora de Acción Nacional, reprochó que ya están proyectando otra edición y todavía no dan cuentas claras de la anterior.
En San José Iturbide ya aprobaron el horario de cierre, pero en la misma sesión asomó el lodazal porque un edil denunció la presunta venta ilegal de cerveza por el propio fiscalizador. Aunque no sólo ahí la propia autoridad viola la ley: en Santa Catarina, donde todavía no debaten esa recomendación, todo el pueblo sabe que el expendio de cerveza y micheladas del síndico Gumersindo Moya Pérez, es uno de los negocios más problemáticos. Ubicado en El Sabino, comunidad aledaña a cabecera, cuando no lo atiende él mismo, está su hijo quien fue regidor el pasado trienio. Con descarada impunidad cierran hasta que se va el último cliente. La alcaldesa panista Sonia García se hace que no mira, al igual que la policía.
Se sabe que Gumersindo habla poco en las sesiones, pero siendo un exhorto que llega de otros niveles de gobierno tendrá que llegar el momento de abordar el tema en Ayuntamiento, cuando eso suceda habrá que ver si le salen las palabras o se le atragantan junto con las botanas que tanto acostumbra comer mientras desahogan la agenda.