París es una fiesta… para Ana Guevara
La titular de la Conade afirma que no ha recibido quejas de los deportistas que se encuentran en Francia. Podría tener razón, quejarse de ella tal vez no pasa por sus mentes porque tienen poco que agradecerle, no le deben su presencia en los Olímpicos.
Mientras Ana Gabriela Guevara pasea en París y cena en ‘La comet’ y ‘Au Pied de Cochon’, se queja del desempeño de los atletas mexicanos en los Juegos Olímpicos. “Aquí no se viene a inventar, sino a competir y a pelear por los mejores lugares”, declaró la titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), indignada por las medallas que México ‘dejó ir’ en surf y gimnasia.
“No puedes perder algo que no construiste”, fue la respuesta de Mary José Alcalá, clavadista y presidenta del Comité Olímpico Mexicano, haciendo referencia a la falta de apoyo que Guevara ha brindado a los deportistas.
Recordemos que en enero del año pasado retiró las becas a las disciplinas acuáticas. Justo el viernes, los clavadistas Osmar Olvera y Juan Manuel Celaya se llevaron la plata en los 3 metros sincronizados. Mañana, 5 de agosto, debuta en París el equipo de natación artística al que Ana Gabriela Guevara invitó a vender Tupperware para cubrir sus gastos. La funcionaria acusó a las atletas de mentirosas y deudoras cuando ellas denunciaron la desprotección de la Conade en materia de recursos.
Este lunes se espera que las sirenas, favoritas en su disciplina, vuelvan a demostrar lo que son capaces sin el respaldo de las autoridades deportivas; se espera que callen bocas, en pocas palabras.
La vie en rose
Las historias de Mary José Alcalá y Ana Gabriela Guevara tienen algunos puntos en común. Ambas representaron a México en Juegos Olímpicos y su experiencia las llevó al otro lado, al aspecto administrativo y burocrático del deporte.
Ambas conocen lo que padecen los atletas en ascenso. La enorme diferencia: Guevara parece haberlo olvidado. Sorprende la falta de empatía de la exvelocista. En 2003 reprochaba a la Conade: “Creen que tengo un séquito de 15 personas entre nutriólogos, entrenador, fisiatras, y no es así. Es algo que quiero que vean, les voy a decir la verdad y les exigiré que las cosas tienen que ser así o no pueden ser, así de simple”. En aquella ocasión, Ana Gabriela regresaba a nuestro país tras haber ganado el campeonato mundial de París en la prueba de los 400 metros planos.
Ahora, como titular de la Conade, Guevara declara ingresos por más de 2 millones y medio de pesos al año (la suma supera lo que recibe el presidente de la República). Gana lo suficiente para pagar la cuenta de ‘La comet’ y el ‘Au Pied de Cochon’, sin duda. No nos corresponde juzgar en qué invierte su dinero, pero sí cómo distribuye los recursos de la dependencia que encabeza, porque es la fuente de sus lujos.
La funcionaria afirma que hasta ahora no ha recibido quejas de los deportistas que se encuentran en la capital francesa, todos están instalados en la vida en rosa. Y tiene sentido. Están concentrados en su desempeño, en disfrutar una experiencia única; quejarse de Ana Guevara no pasa por sus mentes, porque tienen poco que agradecerle, no le deben su presencia en los Juegos Olímpicos.
Pobreza mental
Mary José Alcalá entrenaba desde la infancia en la alberca del IMSS de San Juan de Aragón, en la CDMX. El patinador Donovan Carrillo practicaba en la pista de hielo del centro comercial Plaza Mayor, en la ciudad de León. La corredora Laura Galván, ‘La Gacela’, entrenaba en las zonas serranas de Guanajuato capital.
Estas historias de precariedad se romantizan, normalizan la falta de infraestructura, recursos, impulso y atención que recibe el deporte en nuestro país. Cuando sus protagonistas no regresan con medallas, la reacción de los compatriotas es negativa porque esperan un desenlace idílico, el cierre perfecto del cuento de hadas.
Tales narrativas prueban que el talento no basta. Es frustrante pensar en lo que pudieron hacer Donovan y Laura en un escenario completamente distinto.
Y cuando un atleta vuelve con el oro, plata o bronce alrededor del cuello, aquellos que los ignoraron y desdeñaron se sienten con el derecho de compartir el triunfo, se lo adjudican, lo celebran como propio.
Es inevitable mencionar que la falta de respaldo a los deportistas mexicanos no sólo viene de parte de las autoridades. Durante cada transmisión de las competencias que involucran a nuestros representantes, hay personas que desde la comodidad de su sofá critican su actuación o se burlan de las pocas preseas ganadas.
Es curioso cómo cuando se trata del futbol, todo México se una para apoyar a la Selección, aunque ni siquiera brinden en la cancha un espectáculo entretenido y mucho menos traigan copas y campeonatos consigo.
Los atletas de otras disciplinas no tienen justificación a los ojos del resto del país. Se les exige probar que se merecen ese lugar privilegiado en la justa más importante del mundo. La ignorancia y el llamado ‘síndrome del cangrejo’ siempre salen a relucir.
LO SUPERFLUO: Estos podrían ser los últimos Juegos Olímpicos en que Ana Gabriela Guevara funge como titular de la Conade.
LO PROFUNDO: Sin importar en manos de quién esté la Conade, el deporte mexicano jamás ha recibido la atención que merece.