SEG: delegado en la grilla con recursos públicos...
Héctor Montes Estrada, titular de la Delegación Regional ll Noreste de la Secretaría de Educación, viajó sierra adentro; temprano encabezó una reunión con padres de familia y, posteriormente, hizo presencia en la sesión del Consejo Municipal de Participación en Xichú, evento que, a pesar de su relevancia, fue desdeñado por las autoridades locales, pues no acudieron los regidores de la comisión de educación, juventud, deporte, y el alcalde envió en su representación al secretario particular Jorge Villa Aguilón; por normatividad a éste le correspondía presidir los trabajos del cuerpo colegiado, pero llegó tan destanteado que dijo: “gracias por invitarme a su reunión”. Este servidor público es muy conocido en el poblado porque se le identifica como dueño de una funeraria, raro es el difunto donde no esté presente con su carroza y el uniforme negro de rigor.
Se le vio tomando apuntes, por ejemplo, cuando a nombre de los profesores un asistente solicitó mayor patrullaje en la carretera a San Luis de la Paz (luego de que en los traslados a sus centros de trabajo han detectado vehículos sospechosos), sin embargo hay quienes a la fecha se preguntan si esas anotaciones serán útiles y llegarán a alguna instancia de decisión o se le perderán entre tantas facturas de ataúdes.
Terminadas esas actividades oficiales, el delegado acudió a una reunión partidista previamente programada con la principal corriente del panismo local. Poco después de las tres de la tarde se le vio entrar a un céntrico domicilio propiedad de una aspirante a la alcaldía. Desde el exterior se observaban las mesas dispuestas con manteles. También arribaron otros militantes, se trataba de un petit comité de algunos integrantes de la red de intereses liderada por un ex alcalde que controló el dinero público cinco trienios consecutivos, hasta 2021.
En el organigrama del PAN estatal, quien tiene las funciones de coordinador en el noreste es el también victorense Raúl Méndez Chavero, por lo que no resulta claro en qué carácter Montes Estrada encabezó esa reunión donde, según trascendidos, habría convocado a la unidad y a superar agravios internos; pero lo que resultó evidente es que no le provoca ningún rubor disponer de recursos públicos para sus tejemanejes partidistas, así lo evidenció la utilización de vehículos oficiales en esa actividad, y es que mientras al interior arengaba a sus compañeros panistas afuera permanecía estacionado un auto Aveo con placas GRM679C, rótulos de “Grandeza de México” y “Secretaría de Educación Gto”. Además se hizo acompañar de varios funcionarios de la delegación, entre otros, el encargado de comunicación.
Mientras Montes gasta gasolina y usa los vehículos oficiales en sus asuntos políticos particulares, en las escuelas de la región son los padres de familia, o veces hasta los profesores con su propio salario, quienes gran parte del ciclo escolar costean la mayoría de insumos que necesitan como: papelería, tóner, teléfono, escobas, trapeadores, pinol, pintura, combustible para recoger los libros…
Los mandones del PAN en Guanajuato ya llevan varios años comprándole a Héctor Montes la versión de que cuenta en la región con un importante capital político y por lo tanto con un caudal de votos significativos. La realidad es que, entre la mayoría de los profesores, su autoridad no se sustenta en un reconocimiento genuino a su persona, sino en el poder que le da el cargo: las posiciones que ha ocupado le han permitido estructurar un coro de aplaudidores y una trama de complicidades.
Es una percepción generalizada que su perfil no es lo que más beneficia a la educación en la zona, pero en gran medida ha conseguido mantener la estabilidad de la delegación porque en el gremio abundan los resignados y temerosos que con un leve amago o apapacho institucional se doblegan y sus inconformidades no pasan del cuchicheo de pasillo. En el caso de los docentes que, por ejemplo en las reuniones regionales, se atreven a expresar frente al propio delegado sus observaciones, cuestionamientos o hasta denuncias de funcionarios, muchas veces estas no proceden, porque como se usa la nómina de la delegación para rescatar militantes y políticos panistas, hay quienes gozan del manto protector del gobernador.
En círculos políticos del rumbo comienzan a escucharse versiones de que pretendería candidatearse a diputado, o llegado el caso ser alcalde de su municipio por segunda vez.
En esta ocasión, el tema central de la sesión del Consejo al que acudió sierra adentro fue el “Protocolo de detección de objetos y sustancias prohibidas en la escuela”, pero resulta inevitable preguntarse qué tan honesto y veraz es el compromiso de este funcionario estatal con el combate de las adicciones y la violencia, o si se trata de una mera teatralidad institucional. Esto por el precedente de que durante su periodo de alcalde en el municipio de Victoria (2015-2018) fue omiso ante esa grave problemática, a pesar de que algunos hechos sucedían a pocos pasos de su oficina.
Un relato recabado por esta columna, describe cómo en esos años, hay quien llegó a recoger su dosis de la droga llamada “cristal” en una vivienda localizada a solo unos metros del edificio de presidencia y de la comandancia de policía. Es improbable que Montes Estrada no tuviera información de esos ilícitos, pues en esa misma acera está su casa materna.
