Soluciones a cuentagotas
Este 2024 es un año de eventos históricos. La sequía que enfrentamos nos mantiene en expectativa, en la incertidumbre, cuando urgen planes y estrategias.
La entidad ha resultado seriamente golpeada. Encabezados como ‘Ni ríos ni presas, suroeste de Guanajuato está seco’, ‘Campesinos en La Campana, Salamanca, malbaratan sus animales para no verlos morir de sed’, ‘Urgen desazolve de presas y rescate de pozos en Purísima del Rincón’, son sólo algunos ejemplos de la crisis.
El 13 de marzo de 2023, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo aseguraba que las presas tenían agua y descartó un escenario alarmante. En aquel entonces, el Monitor de Sequía en México de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), indicaba que Guanajuato se encontraba entre media y alta probabilidad de sequía.
Pero las lluvias no fueron las esperadas, el campo e industria comienzan a padecer la escasez de agua, y en cuestión de meses nuestra cotidianidad también se verá alterada.
Las declaraciones del gobernador son otras este año. El pasado febrero anunció la inversión de mil millones de pesos para el sector agropecuario y recomendó a la ciudadanía habituarse al tandeo.
A cuentagotas se escapan las certezas, la calma, y al parecer las opciones.
Un granito de arena
Desde que nos levantamos y hasta que volvemos a la cama al final de una jornada, el agua potable es parte de nuestros hábitos: consumo y preparación de alimentos y bebidas, aseo personal, aseo de la casa, sanitarios, mascotas, plantas, etc.
Genera angustia imaginarnos imposibilitados a cubrir esta larga lista de necesidades. El escenario suena catastrófico, pero lo ideal es tenerlo en mente para dimensionar las consecuencias del estrés hídrico.
En marzo de 2023 el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), implementó el esquema de suministrar el servicio cada tercer día. Diego Sinhue Rodríguez recomendó que el resto de los municipios adopten la estrategia.
Vecinos de algunas colonias, por desgracia las menos favorecidas, se han visto obligados a comprar pipas, y si la economía no lo permite, a simplemente resignarse.
Limitándonos al ámbito inmediato, en el que podemos emprender acciones, se nos recomienda reutilizar, ducharnos en cinco minutos, reducir el consumo lo más que podamos, considerar la implementación de baños secos, reportar fugas de inmediato.
Pero tal como ocurre con otras medidas ‘verdes’ que se nos aconsejan (separación y reciclaje de basura, disminuir el uso de plásticos), el granito de arena de la población suena a un sacrificio inútil cuando caemos en la cuenta de toda el agua necesaria para la agricultura, minería, generación de energía eléctrica, industria de alimentos y bebidas, la industria petroquímica…
Debemos normalizar el tandeo, los cortes, modificar la rutina, mientras los gigantes, las grandes empresas, absorben lo poco que queda, no siempre respetando las reglas para el cuidado del vital líquido. ¿Qué es un granito de arena cuando lo arrasa una ola de tal magnitud?
Las propuestas
El pasado mes de febrero el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó una de sus conferencias matutinas para abordar el tema y criticar a las empresas que acaparan el agua en nuestro país.
La lista incluye a Coca-Cola FEMSA, Grupo Modelo, PepsiCo, Nestlé, Heineken, Bimbo, Kimberly-Clark, Arca Continental, Grupo Bafar y Grupo Lala.
“¡Tiene que haber ya un control!”, manifestó AMLO. Es el alto precio del desarrollo. La llegada de nuevas industrias a estados como Guanajuato, Baja California Sur, Querétaro, Ciudad de México, Aguascalientes y el Estado de México, abona al desarrollo socioeconómico a la par que afecta al medio ambiente y enfatiza el estrés hídrico en el territorio nacional.
Ese control por el que clama el presidente obliga a incluir la sequía en la agenda política. Las candidatas a la presidencia, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, afirman que tienen propuestas. En reciente visita a nuestra entidad, la representante de Morena prometió plan hídrico para León (sin ahondar en detalles) y apuesta por captar el agua de las lluvias. Por su parte, la aspirante de Fuerza y Corazón por México promueve un plan de 10 puntos que incluye propiciar el tratamiento del 100% del agua en la industria, fomentar la captura de agua pluvial y utilizar tecnología que permita la detección de tomas clandestinas y pozos ilegales, entre otros.
No debemos perder de vista las estrategias en torno a esta crisis. Pero es cuestión de analizar, confiar, depositar esa confianza en las urnas, y llegado el momento exigir que los planes prometidos se materialicen. Al menos, nadie ha sugerido hacer estallar las nubes, como el gobernador de Nuevo León, Samuel García.
¿Plan D?
Tras el fracaso de la presa del Zapotillo, proyecto que AMLO decidió enfocar en Jalisco, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez habló de un plan B, consistente en modificar el decreto que distribuye el agua del Lerma al concentrar recursos desde la Presa Solís.
Las complicaciones técnicas y burocráticas de la propuesta orillaron a la búsqueda de un plan C, la última opción del proyecto ‘Agua para Guanajuato’. La alternativa implica adaptar varias presas de contención ubicadas en los municipios que rodean León, y convertirlas en embalses de almacenamiento. Se trata de una solución a mediano plazo y se necesita el aval de la Conagua.
El plan C ya está en manos del titular de la instancia, Germán Martínez, y se está en espera de que se determine si es factible. Obtener luz verde es sólo el primer paso, aun faltaría desazolvar las presas, el diseño de la obra, y emprender acciones para proteger comunidades aledañas.
Todo indica que hay optimismo en torno a la propuesta, que hay voluntad. Esperemos que así sea, porque no se vislumbra un plan D en un futuro cercano.
LO SUPERFLUO: Sigamos haciendo lo que nos toca en nuestros hogares para contribuir al ahorro y reutilización del agua.
LO PROFUNDO: No debemos perder de vista lo que a gran escala se está o no haciendo, para no sentir que todo es en vano.