Pilotos sanmiguelenses niegan que dispersen nubes para traer lluvia
Roberto López
San Miguel de Allende.- Pilotos y meteorólogos de la escuela de aviación en Querétaro aseguraron que actualmente es imposible que una avioneta pequeña pueda dispersar una nube de lluvia. Se dijeron temerosos de la amenazas por parte de agricultores que los acusan de evitar la lluvia.
Elizur Rosas es el director académico de la Escuela de Vuelo de Querétaro, quien explicó que como requisito de ley, los pilotos deben cumplir con teoría y práctica que incluyen 186 horas de vuelo, que se hacen en las áreas de Querétaro y zonas cincunvecinas, que se dividen en varias rutas hacía Morelia, Aguascalientes y San Luis Potosí.
“Volamos sobre San Miguel de Allende, porque para hacer una ruta de Querétaro a Morelia, tenemos que seguir una aerovía que está diseñada y autorizada en las cartas aeronáuticas”. Dijo que sus aviones no están diseñados para volar arriba de 18 mil pies “por eso es que la gente nos alcanza a ver, no tenemos la capacidad de tener cabinas presurizadas y por eso no podemos llegar tan alto”.
Explicó que sus avionetas no se meten a las nubes, “porque dentro de la nube se generan turbulencias muy fuertes. Ese no es un procedimiento de escuela. Hay aviones más grandes que sí lo hacen, pero nosotros no hacemos eso ni tenemos la capacidad de soltar ningún tipo de químico; es más, en todo el aeropuerto de Querétaro ni siquiera hay aviones fumigadores”.
Enfatizó que en México no existe la tecnología que disperse las nubes para que no llueva. El aviador detalló que la sequía no tiene que ver con las aeronaves, sino con el calentamiento global.
Elizur Rosas confesó que incluso han tenido amenazas en redes sociales de gente que quiere dispararle a las aeronaves para que ya no pasen por los municipios donde creen que dispersan las nubes. “Es un tema muy delicado porque un disparo podría alcanzarlos y ahí va la vida del instructor, del alumno y hasta de la gente donde pueda caer el avión”.
El piloto lamentó que haya candidatos que prometen retirar los aviones del cielo.
Correo estuvo en la escuela de vuelo y corroboró que ninguno de los aviones de la escuela tiene ningún sistema para arrojar algún químico al aire. Incluso, al tomar un vuelo, el avión subió a 8 mil 500 pies y ahí la turbulencia se siente.
La escuela tiene los permisos de operación otorgados por la Agencia Federal de Aeronática Civil en México dese hace 20 años.
EZM