¿Conocías los Campamentos Ferronales? En Salamanca albergaron familias por generaciones
La historia de los Campamentos Ferronales es fascinante, pues marcó una etapa del desarrollo ferroviario de México y del Bajío
La familia de María Guadalupe Fonseca Sierra vivió por al menos 90 años en estos campamentos.
Salamanca, Guanajuato.- Campamentos Ferronales, espacios en los que se ubicaban unidades-campamento, fueron testigos de la historia y evolución del sistema férreo en el país. Surgieron como un espacio de vida en el que los trabajadores de vía y sus familias dejaron huella al interior de vagones acondicionados como sus hogares, ubicados en zonas contiguas a las estaciones del tren en todo México.
María Guadalupe Fonseca Sierra atestiguó en Salamanca la última década en que se conoció como Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales), para dar paso al sistema ferroviario moderno que hoy en día se conoce como Ferromex. Esta es su historia:
“Fue algo mágico, porque era otra vida, otra época y otras costumbres. Para mí fue una época muy bonita la que vivimos en el campamento de ferrocarrileros. Vengo de una familia de ferrocarrileros, mis abuelitos paternos y maternos, mi papá, tíos eran reparadores de vía, maquinistas, garroteros o vigilantes”, compartió.
María Guadalupe, hija de un vigilante de vía, vivió de 1987 a 1998 en el campamento ubicado a un costado de antigua estación, en el triángulo que forman ahora las calles Emilio Carranza, San Antonio y Álvaro Obregón; por lo que tuvo la oportunidad de viajar en el tren para acompañar a su padre a diferentes destinos en los que le tocó laborar.
“Mi papá fue vigilante durante 30 años aquí en Salamanca, Querétaro y México, a donde llegué a acompañar a mi papá, mi mamá nos subía con mi hermano, para llevarle comida; comíamos con él y luego nos subía en otro tren que venía de regreso; era tan bonito acompañar a mi papá en su trabajo (…) mi casa era un vagón, en el que tenía mi mamá su cocina, nuestro cuarto. Vivían como 10 familias de trabajadores en el campamento, todos los niños nos juntábamos a jugar en el parque San Antonio, juntábamos balines en las vías, tuvimos una muy buena infancia”.
María reveló que al menos tres generaciones de su familia vivieron en el campamento durante casi 90 años, incluso, su abuelo paterno Juan Fonseca que laboró como garrotero, es el último trabajador con vida de su generación de Ferronales, con 92 años de edad, aún vive en lo que se puede llamar el campamento moderno que se ubica a un costado de la estación.
En México llegaron a asentarse campamentos que alojaron a 480 familias. En el contrato colectivo de los trabajadores de vía se estipulaba que la empresa les otorgaría vagones de carga para su adecuación como vivienda para que de esta manera no batallaran en la búsqueda de hospedaje. Así se formaban las cuadrillas, término con el que se conocía a los grupos de las unidades-campamento, se componían de entre 10 y 15 vagones.
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