Familia chiapaneca migra buscando oportunidades laborales como parabrisas en Salamanca
Salamanca, Guanajuato.- Apenas terminó el ciclo escolar y don Alejandro junto con su joven familia (su esposa y cuatro hijos) viajaron mil 113 kilómetros desde Chiapas su ciudad de natal hasta Salamanca para junto con sus dos hijos varones Iván y Raúl limpiar parabrisas en la esquina de las avenidas comunicación Norte y Valle de Santiago, en el sur de la ciudad.
Ellos hablan poco español, se comunican en tzotzil y con lo poco que hablan de español comentan que tuvieron la necesidad de viajar en busca de una oportunidad porque allá hay poco trabajo y acá la gente ayuda, aunque sea con poco, pero ayudan cuando se les limpia el parabrisas, “son las 12 y desde las 9 que llegamos, apenas llevo 50 pesos, porque dan poco”, dice el hombre que junto con sus dos menores hijos varones “trabajan” desde hace poco menos de un mes en este crucero.
Aunque un tanto reacio a platicar las vicisitudes que han tenido que pasar para llegar a esta localidad contó, que, junto con su esposa, sus 4 menores hijos (2 niñas y dos niños); con la ayuda de los niños que son los mayores de 7 y 8 años, optaron por limpiar los cristales de los autos cuando el semáforo se pone en rojo. Armados con una botella de agua con jabón, un pedazo de franela y un jalador para vidrios, se acercan a los automovilistas y con una seña ofrecen limpiar el parabrisas.
La mayoría de los conductores con su dedo índice derecho, casi pegado al parabrisas dicen que no; los que no responden o aceptan son pocos y es ahí donde los niños y su papa trepan al cofre apoyándose en la llanta para lo más rápido posible hacer la limpieza para alcanzar a estirar la mano y recibir las monedas que la gente les da.
Por lo que dijo el joven padre de familia, esta es la historia de muchos chiapanecos, dado que no solo su familia a migrado temporalmente a esta localidad, también lo hicieron otras con la misma finalidad:
“Aunque otros hacen otras cosas, las mujeres por ejemplo hacen malabares, aparte de que tienen que cuidar a los niños chiquitos que vienen en el viaje”.
Los menores Iván y Raúl, junto con paisanos que como ellos buscan conseguir alguna moneda en la esquina, dijeron que no entendían español, solo con risa nerviosa se escondieron detrás de un macetero del camellón de la comunicación Norte, en espera de que el semáforo se ponga en rojo para tratar de limpiar un parabrisas.
DIF
La presidenta del sistema DIF, Eugenia Martínez Carrillo, dijo que han identificado el incremento de personas en cruceros sobre todo niños, que provienen de Valle de Santiago, Irapuato y de entidades como Chiapas.
“Sigo invitando a la ciudadanía a no darles dinero; me han pedido que no sea tan directa, pero les invitó a que no les den dinero a los niños porque eso influye en los pongan a realizar ese tipo de actividades que los ponen en riesgo”.
Dijo que, aunque como dependencia se quiera hacer algo al respecto, los ciudadanos tienen que hacer conciencia y así evitar que los niños estén en los cruceros. Explicó que no se tienen una cifra precisa de cuántos niños hay en los cruceros, “se espera que hasta que terminarán las graduaciones se incrementara el número de niños en los cruceros, pero llegaron antes, por ello se seguirán recorriendo los cruceros para ofrecerles la atención necesaria.
En el caso de los niños a través del programa CANASE con la dirección de orientación familiar y si se requiere entra el área jurídica o las que se requieran, pero es importante que se haga la denuncia, para ofrecerles el apoyo que requieran”, precisó.
El dato…
De acuerdo al INEGI a 2019, en México hay 3 millones 269 mil 395 niñas, niños y adolescentes de 5 a 17 años de edad que realizan alguna actividad económica; de los cuales un millón 755,482 realizan ocupaciones no permitidas, de acuerdo a la encuesta Nacional de Trabajo Infantil (ENTI) 2019.
