Grupos criminales amenazan vigilantes de Salamanca; cierran casetas en fraccionamientos
Vigilantes de fraccionamientos privados dejan de prestar servicio por amenazas. Foto: Correo
Salamanca, Guanajuato.- Grupos criminales amenazan a vigilantes de Salamanca de fraccionamientos privados y los obligan a dejar de prestar el servicio. Las casetas de vigilancia y de acceso a las zonas residenciales hoy lucen cerradas, sin que nadie explique qué está sucediendo.
“Amenazaron a los vigilantes de la caseta, nos dejaron de prestar el servicio. Entendemos porque es su vida, pero no nos explicamos por qué quieren tener acceso sin problema al fraccionamiento. Lo mismo pasa con otras zonas residenciales”, denunció una vecina del fraccionamiento Soto Innes, quien tenía vigilantes en el acceso para controlar el ingreso de personas ajenas al residencial. Hoy, cualquier persona puede pasar sin problema.
A condición de omitir sus generales para evitar represalias, la denunciante explicó que desde diciembre pasado les llegaron amenazas por redes sociales, pero no hicieron caso hasta que se presentaron en persona y les amenazaron.
“Algunos vecinos dicen que les pidieron una cuota a la empresa para la que laboran, pero no tienen para pagar las irrisorias cantidades que les solicitan, por lo que decidieron rescindir el contrato. Otros dicen que amenazaron a los vigilantes y les pidieron ser intermediarios para pedirles a los habitantes de la zona una cuota para no ingresar y no dañar a nadie, pero la verdad es que no sabemos la realidad. Solo estamos temerosos. A veces nos preguntamos, ¿quién vive aquí? Porque era un fraccionamiento de trabajadores petroleros y hoy ya no sabemos, ya que algunos han rentado las viviendas y no sabemos a qué se dedican las personas que las ocupan”, lamentó la vecina.
Finalmente, dijo que esto ha ocurrido con otros fraccionamientos privados desde su origen, o que posteriormente colocaron casetas de vigilancia para incrementar la seguridad en sus fraccionamientos.
Ahora, por cómo están las cosas, han dejado de tener ese servicio. Además, las empresas de seguridad les pagan el mínimo, las prestaciones son pocas y los vigilantes renuncian. Los vecinos no pueden asumir una contratación de ese nivel.
Esta es la situación que viven varios fraccionamientos residenciales que tenían vigilancia en el acceso y que ahora no tienen ese servicio en la ciudad.
“Además, los vigilantes no detienen ningún hecho delictivo. En el fraccionamiento Arboledas, que tiene hasta dos filtros para llegar al clúster, se han registrado asesinatos de personas sin que nadie haga algo para detener a los responsables. Es un decir que hay vigilancia, pero a la hora de la hora, con o sin vigilantes, ocurren los ataques armados y nadie ve nada, porque nadie quiere problemas”, dijo un vecino de otro fraccionamiento en Salamanca, del que también retiraron la vigilancia particular del acceso para evitar problemas.
“La situación está muy complicada en el tema de seguridad, por eso no queremos averiguar más allá de lo que dice la gente, pero sí esperamos que las cosas cambien para bien de todos”, explicó un vecino de otro fraccionamiento.
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