Puente colgante destruido y en ruinas por las intensas lluvias en San Miguel de Allende
Cauce del río San Damián con el puente dañado al fondo. Foto: Correo
San Miguel de Allende, Guanjuato.- El puente colgante, que cruza el rio San Damián, es la única vía para llegar a la comunidad indígena de Juan González. Las recientes lluvias causaron una crecida en el río que destruyó el pasaje y escalinata del cruce, causando que ahora sea díficil subir para atravesar el cauce.
Habitantes de Juan González y de comunidades aledañas como Tierra Blanca de Abajo, El Espejo y La Vivienda de Arriba deben atravesar el cauce del río para llegar a la carretera que conecta San Miguel de Allende con Guanajuato capital; para quienes van caminando el puente colgante es su única vía; mientras que para los que transitan en auto se han resignado a no pasar cuando el nivel aumenta o arriesgarse a ser arrastrados por la corriente.
Ante las recientes lluvias, que causaron que el nivel del río San Damián aumentará, la fuerza de la corriente destruyó parte de la escalera para subir al puente, por lo que quienes desean cruzar deben trepar hasta lo que queda de la escalinata o esperar a que baje el nivel del cauce para pasar caminando, aunque esto solo es posible mientras no esté lloviendo.
Cuando cesa la lluvia se puede acceder a la escalera rota y los autos pueden cruzar por el cauce, aunque no todos logran pasar e incluso las camionetas grandes se quedan atascadas si no conocen el punto exacto para poder pasar.
Algunos vecinos de la zona, sobre todo los adultos mayores, prefieren mojarse y atravesar el río caminando que subir o bajar por la parte que destruyó el agua, pues temen que el puente haya quedado dañado.
“Tengo que llevar a mi papá al doctor, yo creo que va a preferir mojarse y cruzar el río porque con sus 89 años no puede bajar por ahí (…) ahorita la verdad ya sentimos miedo de cruzarlo porque no haya quedado mal”, señaló María Ester González, habitante de la comunidad.
Familias de la zona estaban acostumbradas a que, cuando el río crecía, dejaban los autos al otro lado y al menos podían pasar caminando por el puente, pero ante la destrucción, cuando la creciente llega la comunidad queda incomunicada.
“Unos 10 metros sí tenía el pasaje, y dicen que fue un tronco el que lo tiró en la madrugada (…) mucha gente que tiene que trabajar si se arriesga a cruzar aunque la corriente esté fuerte”, dijo.
Vecinos piden la intervención de las autoridades municipales para reparar el paso peatonal, indican que nadie se ha acercado a ver los daños causado tras las tormentas que incluso arrastró animales por el cauce del río.
“Mis respetos para el agua, por que se lo lleva todo”, señaló María Esther.
