Guanajuato es punto neurálgico de la migración en México; hubo 4 mil 800 migrantes en 2022
Migrantes a la espera del tren en Irapuato. Foto: Eduardo Ortega
Guanajuato, México.- Según cifras de la Secretaría del Migrante y Enlace Internacional, en 2022 pasaron por Guanajuato más de 4 mil 800 migrantes cuyo objetivo principal era llegar a la frontera con los Estados Unidos.
Durante el reciente informe que el titular de esta dependencia, Juan Hernández, ofreció durante la glosa del quinto informe de gobierno en el Congreso de Guanajuato, se pudo observar un incremento significativo con respecto a 2021, cuando se registraron poco más de mil 800 migrantes.
"Durante el 2021 se apoyó a caravanas migrantes que transitan por el estado, se dieron apoyo a unos mil 832 migrantes, de los cuales, 400 fueron mujeres (...) En el 2022 se atendieron a 4 mil 813 migrantes en tránsito, de los cuales 2 mil 410 fueron mujeres. Las acciones de apoyo fueron entregas de kits de higiene, asistencia médica; así como entrega de cobijas y ropa", dijo en el informe.
A nivel nacional también se deja ver la magnitud del incremento. El informe "Estadísticas Migratorias 2022", de la Secretaría de Gobierno federal, expone que el año pasado se iniciaron procedimiento de varios tipos a 444 mil 439 migrantes en situación irregular que ingresaron al país.
Lo anterior representa un aumento de más de 100 mil personas con respecto al 2021, cuando se registraron 307 mil 679.
Otro dato que muestra un aumento en el tránsito de migrantes por el país, fue que en 2022 se emitieron 129 mil 205 mil permisos de visitante por razones humanitarias, mientras que en 2021 se emitieron 87 mil 674.
El año pasado también se retornaron a 106 mil 008 personas por parte de la autoridad migratoria mexicana, el principal estado desde el que se les retornó fue de Chiapas.
Tragedia de Ciudad Juárez afecta a todos los migrantes de México, inlcuso los de Celaya
La madre del migrante hondureño Merlin Elionay Amador temía lo peor cuando se enteró de la tragedia sucedida en Ciudad Juárez, donde 39 migrantes fallecieron quemados. Ella creía que su hijo estaba en el estado de Chihuahua, cuando en realidad pernoctaba en una casa para migrantes en Celaya.
Es la segunda vez que Merlin Elionay Amador Amador viaja rumbo a Estados Unidos. Esta vez salió de su natal Honduras desde diciembre pasado, pero no ha podido llegara a la frontera. Ya había llegado a Piedras Negras, Coahuila, pero por la situación de inseguridad de esa zona regresó al centro del país. Y este miércoles partió de Celaya rumbo a Salamanca.
Merlin platicó que este miércoles pudo comunicarse con su mamá en Honduras, quien estaba muy preocupada por él, pues temía que fuera uno de los 39 migrantes quemados en Ciudad Juárez.
“Llegue a Piedras Negras pero me tuve que retroceder hasta Monterrey, pensaba yo trabajar un lapso de tiempo pero lastimosamente me iban a llevar las mismas fuerzas de Coahuila, me tuve que regresar, le pedí a Dios que me ayudara y que no me llevaran y me vine a Guanajuato. Aquí a Celaya llegué hace tres días y hoy (miércoles) llegó la Cruz Roja y nos echó la mano para hacer una llamadita con nuestros padres, mi madre lloraba por lo que pasó en Juárez...", dijo.
“Me da una tristeza, unas ganas de llorar, siempre y todos los días oro, incluso esta mañana antes de salir y emprender el camino nuevamente, le dije a Dios provee a estas personas, lo que está pasando no es justo porque esta gente somos los que tenemos necesidad, los que estamos más necesitados en nuestro país, no hay empleo, no hay nada”, añadió.
Merlin Elionay Amador Amador, migrante hondureño en Celaya. Foto: Martín Rodriguez
"Tengo desde diciembre luchando y no he podido llegar"
El migrante de 38 años descansó en Celaya durante dos días pero este día emprendió de nuevo el camino rumbo a Salamanca y de ahí seguirá sorteando su ruta, la cual dependerá de cómo le vaya en el camino y los peligros a los que se enfrente.
Por lo pronto este miércoles se fue muy pensativo y triste por lo sucedido en Ciudad Juárez, pues dijo que los migrantes son seres humanos que salen de su país buscando una vida mejor.
“Todos nos venimos por algo, por hacer dinero, porque ha colapsado nuestro país, las fábricas las han cerrado, hay mucha delincuencia, los Maras y pandillas no nos dejan trabajar, a nuestros hijos los ponen a hacer de la suyas, yo me vine por lo mismo de pandillas y maras. Yo salí desde el 29 de diciembre, ando luchando desde esas fechas aquí y no he podido llegar”, dijo Merlin Elionay.
Es por ello que agradeció que personal de la Cruz Roja acudió este miércoles a la Casa del Migrante Abba y ellos le facilitaron hacer una llamada a su familia.
“Gracias a mi Dios, gracias a la Cruz Roja que vino hoy, gracias a ellos hablé con mi madre, anoche yo hasta gritaba porque me daba miedo lo que estaba pasando allá, cuando le llamé me dijo: 'Hijo, ¿estás en Juárez?' Y le dije: 'No mamá, yo no estoy en Juárez, estoy en Celaya, Guanajuato'. Ellos pensaban que estaba en Ciudad Juárez y querían saber si yo había sido víctima de los afectados por el incendio”, platicó.
Celaya: punto de paso importante para los migrantes
Al mes pasan unos 3 mil migrantes por Celaya, pero ya no son las centenas de migrantes que en años pasados que se juntaban en las áreas aledañas a las vías del tren, sobre todo en el lugar conocido como La Favorita, o abajo del Puente Anenecuilco, .
Celaya es un punto de paso de los migrantes, sobre todo por la ubicación geográfica de la ciudad y porque en este municipio se juntan las vías de Ferromex y Kansas City Southern. En Celaya hacen escala para descansar y algunos se quedan a conseguir dinero y seguir su camino. Actualmente son grupos más pequeños, y se les brinda ayuda en las Casas del Migrante.
En Celaya está la Casa El Buen Samaritano, a cargo de la Diócesis de Celaya; la Casa del Migrante Abba y el albergue Manos Extendidas. En las tres se atiende a todos aquellos que viajan rumbo a Estados Unidos.
Anteriormente se veían decenas de personas a bordo del tren, pero en los últimos años ha disminuido por la peligrosidad que representa la zona.
Los migrantes centroamericanos cuando llegan a Celaya, vienen la mayoría muy lastimados y cuentan de los robos que han sufrido durante su trayecto en varias partes del país; esto además de secuestros, violaciones, maltrato físico y psicológico, y algunos hasta han sido reclutados para trabajar en actividades delictivas.
Migrantes a su paso por Celaya. Foto: Archivo
"No pasen por Monterrey"
Merlin pidió a los migrantes que no viajen a Monterrey y hacia la frontera de Piedras Negras, Coahuila, ya que por experiencia propia, dijo, ahí muchos de sus paisanos centroamericanos se dedican a delinquir e incluso los extorsionan, secuestran o los quieren reclutar.
“Yo les digo a los migrantes que no viajen a Monterrey, no viajen para Juárez, no viajen hacia Coahuila, no agarren para fronteras peligrosas. En la Casa del Migrante de Goretti está muy fuerte, por favor no pasen ahí. No son los mexicanos, son puros hondureños, salvadoreños, haciendo de las suyas”, contó Merlin.
De los centroamericanos que llegan a Celaya, un 60% provienen de Honduras, 20% de Guatemala, 10% de El Salvador y el otro 10% de otros estados de la República.
Martín, otro hondureño que persigue el sueño americano
Martín tiene 42 años, y hace dos meses dejó a su familia y amigos en su natal Honduras con el firme propósito de llegar a los Estados Unidos. Aunque tiene miedo de perder la vida, aseguró que no desistira y seguirá su camino entre furgones y vías férreas para conquistar el sueño americano.
"Claro que tengo miedo, más con lo que paso allá en el norte, nos enteramos que mucha gente se murió en un incendio... Desde que salí tengo miedo es el que me ha acompañado en este camino, pero en mi país las cosas están peor si no me muevo mi familia no tendrá que comer", compartió Martín, qué arribó a Irapuato la noche del martes pasado.
Con una mochila gris al hombro en la que guarda un cambio de ropa y parte de su documentación, Martín se guarece debajo del puente siglo XXI en el bulevar Guerrero en Irapuato, donde espera el tren qué lo llevará al norte del país junto a cuatro hondureños más que sortean una serie de vicisitudes con el solo propósito de llegar hasta los Estados Unidos, trabajar en lo que sea y enviar dolares a sus seres queridos.
"Nos salimos porque la pobreza es mucha. Sabemos que hay peligro, qué nos pueden robar, golpear, matar o morir quemados, pero vale la pena el riesgo, todo para que nuestros hijos, esposas, estén bien, que no pasen hambre", platicaron los hondureños.
JRP
