Ropa de paca en Guanajuato atrae a clientes por sus bajos precios y variedad de opciones
Guanajuato, Guanajuato.- Aunque pueden tardar horas en elegir una prenda, cientos de ciudadanos siguen prefiriendo ir a comprar ropa a los tianguis, la principal razón de esto son los bajos costos de la ropa usada, seminueva y nueva que desde las primeras horas de la mañana comienza a llegar en pacas.
La frase bueno, bonito y barato se concentra en estos espacios, donde se exponen desde prendas sencillas, hasta las marcas más reconocidas.
Mamelucos, blusas, pantalones, trajes de baño, vestidos de gala, sacos, cobijas, toallas y manteles, se ofertan en precios que van desde los 5 hasta los 250 pesos en puestos de ropa usada o de paca.
Desde muy temprano, los comerciantes de estos productos llegan a los tianguis o mercados ambulantes a instalar las mesas con montones de ropa, este tipo de comercio no puede faltar en ningún tianguis y, generalmente, son puestos que durante todo el día tiene clientes, pues la gente acude desde muy temprano con la intención de ‘renovar’ su guardarropas.
Ropa de paca, para todo público
Entre las inmensas montañas de ropa no existen distinciones pues, en el caso de San Miguel de Allende, te puedes topar tanto con Don Toño, de la comunidad de Agustín González, como a Susan, norteamericana radicada en el municipio desde hace unos años.
Las residentes americanas gustan de ir a buscar entre el montón, ya que aseguran que encuentran prendas, de marcas reconocidas en su país, a muy bajo costo.
La paca en San Miguel de Allende es para todo público; hombres y mujeres de todas las edades acuden en busca de alguna ‘ganga’, quienes son clientes frecuentes saben que la clave es llegar temprano, pues esto da la oportunidad de encontrar las mejores piezas.
“Encuentras ropa muy buena y muy barata, unas hasta etiquetas traen y pues con una lavadita quedan como nuevas”, señaló una mujer, quien llevaba más de una hora ‘rascándole’ al montón.
Bueno, bonito y muy barato en Irapuato
Ana, de Irapuato, adquiere las prendas para ella y sus tres hijos, la diferencia de precios es amplia y asegura que la calidad es mayor a la ropa que fabrican empresas mexicanas.
En promedio Ana gasta entre 400 pesos en una muda completa, mientras que en negocios establecidos gastaría más de 1 mil pesos por lo mismo.
Por su parte, Lucina, una ciudadana de Purísima del Rincón, manifestó que el mayor beneficio que le otorga comprar en el tianguis, es el ahorro económico.
"Es más barato. Aparte, la ropa sale buena, es de buena calidad. Yo compro aquí desde hace cuatro años. Encuentro la ropa de mi gusto, de todas las épocas", comentó.
Sin embargo, en la gran cantidad de puestos dedicados a vender ropa de paca, ya hay algunas diferencias: los del 'montón', donde entre montañas de ropa puedes encontrar piezas de todo tipo que generalmente están separadas por categoría; y los ‘tipo boutique’ que exhiben las prendas colgadas en percheros y donde los precios normalmente son un poco más altos.
Jorge Luis Muñiz, uno de los comerciantes, manifestó que, si bien el vender ropa de paca era un negocio rentable, desde la pandemia a la fecha, ha ido disminuyendo.
Él se especializa en vender ropa de niños, ofrece prendas desde 10 pesos y hasta 180 pesos, y cada jueves se coloca en el tianguis de Purísima del Rincón.
El comerciante señala que adquiere pacas que le cuestan desde 8 mil hasta más de 20 mil pesos y que cada una puede traer más de 300 piezas, que él vende individualmente.
¿Es seguro comprar ropa de paca?
La dermatóloga Dulce María Ortiz Solís aclaró que, aunque al usar ropa de paca no hay riesgo de una infección, sí puede ser que haya bacterias en la ropa que provoquen irritación o salpullido, así que la recomendación es siempre lavarla y plancharla antes de usarla.
“Comprar ropa que es usada o que es nueva en pacas, sí tiene un riesgo para la piel, porque finalmente no se sabe cómo la transportan y si de repente están usadas, por muy limpias que vengan, hay ácaros y bacterias o simplemente el polvo, pueden irritar la piel”, dijo la doctora Dulce María Ortiz Solís.
La experta compartió que eso sería lo único que podría representar como riesgo, “no hay documentado que haya alguna infección a menos que esa ropa la haya ocupado alguien con ascariasis, que es conocida como sarna, pero ese riesgo solamente se puede correr si se usa uno o dos días después, pero generalmente no pasa porque ese tipo de ácaros de la sarna no viven fuera de la piel por más de 72 horas”.
La COFEPRIS ha advertido que la ropa de paca puede transmitir enfermedades como escabiosis o sarna humanas, un problema de la piel común provocado por ácaros, y otras infecciones en la piel como celulitis bacteriana, foliculitis o impétigo que causan sarpullido.
Ropa de paca, sin regulación
En México no hay disposición legal para que las instancias sanitarias verifiquen la mercancía proveniente de países como Estados Unidos, Canadá o localidades europeas. La verificación en cuestiones sanitarias se realiza únicamente en las aduanas.
Los empresarios del sector textil y de la confección enfrentan grandes dificultades para subsistir debido a la invasión de ropa china en el mercado, que se vende a precios muy bajos en los tianguis, lo que hace imposible competir. Algunos están considerando cerrar sus fábricas y optar por vender ropa china importada ilegalmente o subvaluada para evitar costos como impuestos y salarios.
Empresarios como Rodrigo, Raúl y Armando, que impulsaron proyectos como la Plaza Textil Metropolitana, han tenido que cerrar sus locales debido a la falta de ventas, ya que no pueden cubrir los costos operativos. Señalan que el contrabando no ha sido una prioridad para el gobierno, lo que ha llevado a un entorno en el que "sálvese quien pueda". Además, critican a la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) por enfocarse en soluciones superficiales como directorios virtuales, en lugar de atacar el problema de fondo.
El apoyo económico del gobierno estatal, que aportó 10 millones de pesos a través de Canaive, es considerado insuficiente por los empresarios, quienes argumentan que esta cantidad no es suficiente para salvar la industria textil. La ayuda de 3,700 pesos por trabajador registrado en el Seguro Social, destinada a pagar deudas con acreedores, es vista como una medida ineficaz para enfrentar la crisis que atraviesa el sector.
Finalmente, los empresarios llaman a las autoridades a visitar la industria textil y observar de primera mano la realidad que enfrentan, especialmente en cuanto a la competencia desleal con la ropa de contrabando. Algunos empresarios han dejado de fabricar y ahora compran pacas de ropa china, logrando mejores resultados. Temen que la situación continúe deteriorándose, lo que podría llevar al cierre masivo de empresas y afectar gravemente a la industria textil formal en la región.
Con información de: Nancy Venegas / Ingrid Devesa / Jonathan Juárez / Roberto López
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