El rebase de la violencia
El rebase de la violencia
1.- El rebase de la violencia
Estas ya no son reacciones de un grupo debilitado. No son actos aislados en una coyuntura específica. Lo vivido esta semana en la región Laja Bajío son acciones continuadas de un grupo criminal que recrudece su violencia en perjuicio de la ciudadanía de a pie que se haya expuesta ante la incapacidad de los tres niveles de gobierno.
Más tardan el gobierno de Andrés Manuel López Obrador o el de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo en reaccionar, cuando otro suceso vuelve a convulsionar al vida cotidiana de Guanajuato. Para muestra la jornada violenta de ayer, cuando apenas se reparaba en los saldo de los ataques e incendios del pasado miércoles.
Esta vez hubo más víctimas mortales. Recordemos que en el llamado ‘martes negro’, se reportaron dos personas asesinadas que fueron omitidas de los reportes oficiales. Mismo caso del trabajador de la empresa DHL ultimado el miércoles pasado. Ayer, la jornada dejó tres víctimas mortales más; un policía y dos mujeres.
Los hechos del martes 9 de agosto se extendieron por 13 municipios y se prolongaron desde las 8 de la noche hasta las 2 de la mañana; los ataques del miércoles se registraron en siete municipios y se suscitaron entre la 1 y 6 de la mañana. Pero ayer, el descaro se presentó entre las 6 de la mañana a las 12 del día con episodios durante la tarde.
Lo anterior marca una peligrosa tendencia que ha terminado por interrumpir la vida económica, estudiantil y común de municipios enteros, sobre todo cuando hablamos de víctimas que se encontraban en un camión turístico de paso por Guanajuato, o una pasajera realizando un viaje cotidiano entre Salvatierra, Yuriria y Moroleón.
Esa es una realidad que no cabe en las narrativas del Secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca Appendini, la vocera del eje de seguridad, Sophia Huett López, o de la Secretaria de Gobierno Libia Dennise García Muñoz Ledo. Pero vergonzosamente si cabe en la de Querétaro, cuyo gobierno recomendó, de plano, no visitar Guanajuato.
Mención aparte merece el Secretario de Seguridad Ciudadana de Celaya, Jesús Rivera Peralta, quien se concentró más en asegurar los eventos masivos de este fin de semana, que por los saldos de una día turbulento. Los mensajes de WhatsApp con falsas advertencias se volvieron su mayor preocupación, pese a los hechos fehacientes.
Es así como un golpe de realidad sacudió a los ciudadanos de la región Laja Bajío, que cerraron negocios, cancelaron clases y pospusieron actividades. No hay otra razón más que la desconfianza en autoridades que han apelado a la negación y al reparto de culpas.
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2.- El desprecio a la justicia
En tiempos donde la intransigencia presidencial parece inundar la agenda pública, el apoyo de la sociedad civil organizada a favor de la jueza Karla María Macías Lovera, está más que justificado. Su desempeño a prueba de influencias políticas o presiones extraoficiales está más que probado.
La molestia que desde la palestra pública de la mañanera mostraron el presidente Andrés Manuel López Obrador y el Subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja, por la suspensión definitiva a la militarización de la Guardia Nacional quizá era previsible, pero los señalamientos lanzados a la jueza rayan en la injuria.
Al anunciar la impugnación al fallo de Macías Lovera, el subsecretario argumentó que esta se excedió en sus atribuciones, pues “se considera que son parte de las acciones que generan impunidad en el país”.
Al respecto se podría retomar la opinión de la mismísima titular de la Comisión Nacional de Búsqueda, Karla Quintana Osuna, quien en su cuenta de twitter hizo mención precisamente de que el 93 por ciento de los delitos no se denuncia, “del 7 por ciento que sí, 91 por ciento no llega nunca a un juez/a”.
“La desaparición es el delito con mayor impunidad 99%. Las sentencias de la jueza Macías están en el 1%. De impunidad casi total (crimen perfecto CED dixit) es de lo que deberíamos estar hablando”, remató la funcionaria que sin vacilar distinguió a la juzgadora como “una de las mejores (si no es que la mejor) de este país”.
Por su parte, López Obrador jugueteó con la residencia de la juez, al distinguir que “curiosamente es de Guanajuato”.
En ello vale la pena recordar que si ha habido una juez que ha puesto en picota a los gobiernos del PAN, esa es Karla Macías. En la memoria están casos como los desaparición forzada ocurridos en Salamanca, o el caso de la Ciudad de los Niños, en el que su fallo judicial destapó una seguidilla de omisiones y complicidades oficiales.
Por todo lo anterior, la demanda de independencia judicial que hicieron más de 70 activistas y organizaciones civiles de todo México y Guanajuato, está más que justificado por una intolerancia que ya ha comenzado a atentar la autonomía de los poderes, pero más aún, a la integridad de los buenos jueces.
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3.- Horror más allá del laguna de Yuriria
La desatención a la laguna de Yuriria va más allá del espejo invadido por el invasivo lirio acuático. La pésima situación de los drenajes de las comunidades pertenecientes a los municipios que la circundan, alimentan una contaminación que da al traste con los intentos, apenas intermitentes, por impulsar este centro turístico.
Pero antes de llegar a la laguna, los testimonios nacen desde la población. La historia es de de la comunidad La Angostura asentada justo en la riviera de la laguna, donde la actividad económica principal es la pesca y el turismo. Las palapas de la orilla ofrecen un paisaje ejemplar, pero por sus calles el horror de la insalubridad.
Desde hace más de un año el drenaje no sirve; el agua residual se sale por las casas y el arroyo de la calle. Los testimonios que hoy difunde Correo dan cuenta de la insoportable situación que ha comenzado a afectar la salud de los pobladores que, en todo este tiempo, no han recibido respuesta alguna del municipio de Salvatierra.
El problema se recrudece por la orografía del lugar, pues los escurrimientos del drenaje bajan de las casas montadas cuesta arriba y se aglomeran en la parte baja. Al final, son aguas negras que terminan en la laguna de Yuriria.
Por cierto, ayer mismo hubo reunión del Comité Técnico Área Natural Protegida Laguna de Yuriria y su área de influencia. En esta, la desesperación por la falta de respuestas y soluciones de fondo contra la contaminación y la plaga del lirio, provocó que el representante de los lancheros, Gaudencio Soto, estallara frente a los funcionarios.
La máxima autoridad en la reunión ahora fue Karina Padilla Ávila, subsecretaria del Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial, detalle que palidece, pues acudieron solo seis de diez integrantes. Ni alcaldes ni investigadores. Se trató de una sesión que poca esperanza dejó para avanzar en un tema que sólo se resolverá con voluntad política.
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CONTRA RETRATO
Martin López Camacho
Con una trayectoria que cuenta con cuatro subsecretarías de estado, la presidencia municipal de Apaseo el Alto además de una diputación local, no ha logrado tener los arrestos para poner en orden en el pleno de un Congreso Local que ha vivido sesiones en medio del desorden y las descalificaciones.
A partir de que Martín López Camacho asumió la Mesa Directiva del Poder Legislativo, los encontronazos, sobre todo entre la bancada del PAN y la de Morena, se han salido de control y han excedido la práctica parlamentaria. Las últimas dos sesiones, dejaron una sensación de improductividad con acusaciones vacías y fuera de contexto.
Todo comenzó con las burlas que mostraron las diputadas del PAN cuando se hizo mención en tribuna de las sanciones contra la negligencia médica en casos de muerte fetal. Ese gesto que se cocinó entre lo estridente y lo privado se hizo de conocimiento de López Camacho quien escuchó pero no hizo nada.
A partir de ese momento, las quejas y desdoros se fueron incrementando sin que el presidente de la Mesa Directiva lograra el control incluso con sus propios compañeros de bancada, mientras Morena se desgañitó tratando de responsabilizar al PAN de toda la inseguridad que padece Guanajuato.
Nadie duda de la relevancia de las discusiones –salvo algunas penosas excepciones- que llegan al pleno del Congreso de Guanajuato, sólo que para que estas se traduzcan en debates productivos se requiere de una conducción enérgica que les dé orden. Ni modo, es el tiempo que le tocó Martín López Camacho.