Policías bajo ataque, nada que celebrar
1.- Policías bajo ataque, nada que celebrar
Si algo han dejado en claro lo últimos cuatro años de violencia contra policías y funcionarios de seguridad pública de los tres niveles de gobierno, es la vulnerabilidad de las corporaciones a las que pertenecen, tanto a los ataques estratégicamente planeados, como a la infiltración criminal.
En efecto, la cantidad de agentes de seguridad asesinados es menor a la de los tres años anteriores. Pero basta entrarle al detalle, para dar cuenta de focos rojos que hacen de esta reducción, el resultado de situaciones coyunturales que no pueden echarse a menos.
Por supuesto, tampoco es una situación para celebrar el hecho de que este año Guanajuato haya sido relegado al segundo lugar nacional por Zacatecas, como lo hizo hace algunos meses el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Alvar Cabeza de Vaca Appendini.
Si bien la policía zacatecana ha padecido al menos 55 bajas de sus miembros, la diferencia con Guanajuato es crucial. Mientras allá los caídos se dan en la operatividad, Acá al menos en el 90 por ciento de los casos, se ha tratado de ejecuciones directas en sus momentos francos.
Se trata de un dato suficiente para inquietar las estructuras estatales pero sobre todo de los municipios.
Aquí es necesario recordar la opinión del investigador de Causa en Común, Luis Carlos Sánchez, consultado por Correo, quien acertadamente recordó que también se han visto policías que deciden desertar, o bien, despidos masivos como los casos de Irapuato, Juventino Rosas y León, en los que han despedido a 100, 108 y 425 entre 2021 y 2022.
Por otro lado, están los epicentros de esta violencia contra las corporaciones, que este año se concentraron marcadamente en Irapuato y Celaya. En el primero, los niveles de violencia escalaron hasta la amenaza directa en las oficinas de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), en el segundo los agentes fueron ultimados en oleadas.
Lo cierto es que la desconfianza oficial, derivó en caras medidas de depuración policial cuyo resultado aún está por confirmarse.
No se trata de celebrar por celebrar. El 2022 que está por concluir, terminó por configurar la violencia e inseguridad que padecen los que paradójicamente están para proteger al civil. Situación ya prolongada y alternada con reducciones que son francamente coyunturales.
2.- Vocería de León
Ya sea como área estratégica o de staff, la dirección de Comunicación Social en el municipio de León ha sufrido modificaciones de forma y fondo en su estructura. Entre puestos nuevos y recortados, el gobierno de Alejandra Gutiérrez Campos buscó una corrección de fondo que ahora busca rectificar.
Ayer en sesión de Ayuntamiento se votó la ley de egresos para el 2023, en la que se busca subsanar faltantes y puestos acéfalos. Este es el caso de la vocería oficial, que acaba de sufrir su primer cambio de titular a la salida de Edmundo Meza García y la entrada de Manuel Mora Macbeath.
Justo en el análisis presupuestal, los regidores de Morena, en específico el edil Antonio Cabrera quien exigió en términos genéricos que se recorte el gasto en medios acusando que son “corruptos y rancios”, muy al estilo de Andrés Manuel López Obrador, quien al menos hace diferencia entre los que le agradan y los que no.
Pero más allá de discutir los epítetos –que cada quien se ponga el saco si le queda-, el comentario no fue realmente al fondo de las cosas, pues se trata de un área que recibió una sacudida debido al desorden organizacional que se gestó desde el gobierno de Héctor López Santillana.
Con plazas creadas con cargos de otras áreas y viceversa, la administración de Gutiérrez Campos decidió realizar un recorte general suponiendo aviadores en diferentes áreas. Fue así que durante gran parte de este primer año de gobierno, se padecieron vacíos del área de comunicación en las diferentes áreas.
Ahora viene la corrección de la corrección. El incremento presupuestal que se aplicará al área, busca reintegrar al menos dos plazas y ajustar los rubros de servicios para tratar de remontar este vacío. De los 100 millones 553 mil 687 pesos asignados en 2022, pasarán a 118 millones 431 mil 651 pesos en 2023.
Sin duda no es un incremento mayor si se toma en cuenta el nivel inflacionario, pero no se puede dejar de lado la obligación de optimizar los recursos públicos en un área que tiene la gran misión de comunicar institucionalmente a la ciudadanía, por encima de figuras personales.
Ya veremos en este 2023.
3.- La necesaria investigación a los ‘fedepales’
Más allá de protestas infructuosas y actitudes campechanas, la detención de los cuatro policías municipales de Celaya -conocidos como ‘fedepales’ por su anterior incursión en la extinta Policía Federal- es mucho más seria de lo que se admitió oficialmente.
En un primer momento, el operativo de detención causó desconcierto al pensarse como una intervención a la corporación celayense. Finalmente, se aclaró que se trató de una detención concreta tras la revisión general al estatus del permiso colectivo de portación y uso de armas de fuego, según personal de la SSC a cargo de Jesús Rivera Peralta.
Al paso de las horas surgió mas información y trascendió que al menos cuatro policías entre ellos un alto mando fueron detenidos acusados de homicidio. Desde el viernes se realizó su audiencia inicial, con un plazo para presentar pruebas a su favor y la próxima semana se estará llevando a cabo una segunda audiencia.
Lo que ha llamado la atención es la nula difusión que la propia Fiscalía General del Estado (FGE) de Carlos Zamarripa Aguirre, le ha dado al caso pese a tratarse de un tema de alto impacto, pero que además involucraría un historial más cuantioso de delitos.
La gravedad del caso radica en el nivel de estos elementos, actuando en la comisión de ilícitos, que ahora son la vanguardia en el reclutamiento policial. Mencionados como la solución para fortalecer corporaciones municipales, sin necesidad de la curva de aprendizaje que supone el adiestramiento habitual.
Justo ayer, el alcalde de Salvatierra, Germán Cervantes Vega, anunció que “probarán” con la estrategia del corredor industrial de incorporar a expolicías federales, como una primera medida de su nuevo director de seguridad pública Ángel Castillo Bárcenas, quien trajo consigo a un equipo que “podrían ir aumentando al paso de los meses”.
Así, con salarios del 50 al 100 por ciento más altos que los rasos, los exfederales comienzan a ocupar espacios en los municipios, en medio de la desconfianza, la inseguridad y la violencia, de la que tampoco son ajenos.
CONTRA RETRATO
Ricardo Villarreal García
Saltó a política mucho tiempo después que su hermano Luis Alberto, quien ya cuenta con una larga data de incursiones en cargos de elección popular. Sin embargo, no por ello su incursión ha pasado desapercibida como exdiputado y alcalde de San Miguel de Allende.
Con los sueños de grandeza que un animal político puede tener, Ricardo Villarreal García, confesó más en serio que de broma, que le gustaría ser presidente de México y si no, por lo menos gobernador de Guanajuato.
La declaración es la de un militante del PAN que desde el 2012 buscó los cargos públicos y los encontró con tres diputaciones federales y una gestión como alcalde. Se trata de un lapso de 10 años, en los que se ha mantenido apegado al estilo de su consanguíneo; aficionado a los grandes anuncios y a la controversia, aunque en menor grado.
Ahora el también empresario se dice cercano a la gente y con convicción de gobernar el país, dándose tiempo para aventar uno que otro puyazo al gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Dice que se ha dedicado a defender la democracia y el voto “porque es la facultad que tienen los ciudadanos.
De esta manera, Ricardo Villarreal se mete al costal de los aspirantes que dentro del PAN se debatirán los espacios de cara al próximo proceso electoral. Ya con su hermano enfocado en Aguascalientes, ahora él buscará la alternativa en los espacios disponibles tirando a lo más alto.
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