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Agustín de Iturbide y la Consumación de la Independencia

Opinión

Artemio Guzmán - Consumación 2021

Agustín Cosme Damián de Iturbide y Arámburu, el consumador de la independencia mexicana, nació en Valladolid (hoy Morelia) el 27 de noviembre de 1783. Fue un criollo o español americano, cuyo padre José Joaquín de Iturbide y Arreguí era originario de Navarra y su madre María Josefa de Arámburu y Carrillo de Figueroa una criolla nacida en Michoacán. Como hijo de una familia acaudalada, recibió una esmerada educación básica y luego fue inscrito en el Seminario Tridentino.

Siendo otra su vocación, el adolescente Agustín se incorpora como mayordomo a las labores agrícolas, administra algunas propiedades paternas y practica la charrería. Luego se une como alférez al Regimiento Provincial de Valladolid y a los 22 años contrae matrimonio con la rica heredera Ana María Huarte y Muñíz.

Pese a coincidir con las características sociales de los líderes insurgentes, aquel criollo rico y ambicioso apoyó el bando realista. En 1808 simpatizó con los reaccionarios que depusieron al virrey José de Iturrigaray. Al año siguiente colaboró en la represión de la conspiración de Valladolid y en 1810 rechaza el ofrecimiento de Miguel Hidalgo para unirse a la rebelión independentista como teniente general.

Por el contrario, desde las filas realistas destaca en la batalla del Monte de las Cruces, y es temido por su rencor y crueldad. Al guerrillero Albino García lo persigue por el Bajío durante meses, hasta que la noche del 4 de junio de 1812 penetra a Valle de Santiago y lo embosca con sus principales colaboradores. Los prisioneros son asesinados en el acto, Albino es conducido a Celaya donde es fusilado el 8 de junio. Por esta captura, Iturbide obtuvo el grado de teniente coronel.

En 1813 derrota a la tropa de Ramón López Rayón en el Puente de Salvatierra. Dos años después contribuye a la derrota de José María Morelos que impide a este caudillo apoderarse de Valladolid, con lo cual inicia el ocaso del cura michoacano.

En septiembre de 1815 Agustín es nombrado comandante en la provincia de Guanajuato y extrema su actitud contrainsurgente y los abusos a la población civil. Los hacendados y las autoridades locales lo acusan de abuso de autoridad y malversación de fondos, lo que provoca su destitución y enjuiciamiento. Gracias a la intervención de las autoridades militares, Iturbide es absuelto; pero no se le reintegra al ejército. Entonces se traslada a Michoacán y posteriormente a la capital del virreinato.

En 1820 la revolución liberal dirigida por Rafael del Riego triunfa en España y conmueve a todo el imperio. Los cambios anunciados van contra el antiguo régimen; entre ellos: la restitución de la Constitución de Cádiz y la limitación del poder real; el respeto a la soberanía nacional; la igualdad de todos ante la ley; la libertad de religión y la sujeción de las iglesias a la autoridad civil; la convocatoria para reunir a las Cortes y la insistente solicitud de otorgar la autonomía a las colonias.

Al establecerse en la península ibérica, estos principios aseguraban la victoria política a los líderes insurgentes cuando más debilitados se encontraban, cuando por las derrotas militares o la oportunidad del indulto, apenas sobrevivían las guerrillas de Vicente Guerrero y de los hermanos Pedro Ascencio y Simón Alquisiras, en el sur de la colonia.

Sin embargo, la aristocracia novohispana no estaba dispuesta a perder sus privilegios como había sucedido en Europa a partir de la Revolución Francesa y, si el liberalismo venía de España, estaba dispuesta a separarse de ella; preferible la independencia a una revolución social.

Por su probada fidelidad al sistema y por tener la confianza del virrey Juan Ruiz de Apodaca, se llama a Agustín de Iturbide para encabezar este movimiento independentista oficial. Para ganar prestigio se le nombra comandante del sur y allí combate al último reducto insurgente; pero, ante la impenetrable serranía que protege a los rebeldes, decide incluirlos en un movimiento libertador propio que difiere del aristócrata y que proclama el Plan de Iguala, el 24 de febrero de 1821.

Aun con la oposición del virrey y de las tropas que le son fieles, los iturbidistas se fortalecen con la adhesión de importantes oficiales realistas como Anastasio Bustamante, Pedro Celestino Negrete, José Antonio Echevarri, y sobrevivientes insurgentes como Vicente Guerrero, Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria. ¿Su secreto?… Ofrecerle a una sociedad devastada por diez años de guerra un futuro próspero a través de tres garantías: la defensa de la religión católica, sin soberanía de otra alguna; la independencia de la Nueva España bajo una monarquía constitucional, cuyo trono se ofrecería al emperador español Fernando VII; y la unión de todos los novohispanos como ciudadanos, sin distinción alguna de europeos, africanos ni indios, con opción a todo empleo, según sus méritos y virtudes.

El 27 de septiembre de 1821, luego de una campaña militar de siete meses, Agustín de Iturbide entra a la ciudad de México al frente del llamado ejército trigarante y consuma la independencia de México, hace ya 200 años.

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