Elecciones vigiladas y competidas
Estamos a unos cuantos días para la jornada electoral del 6 de junio y es pertinente recordar que desde hace muchos años para la organización y vigilancia de un proceso en México se involucran millones de personas, ciudadana(o)s cumpliendo diferentes roles.
Los potenciales votantes somos poco más de 93 y medio millones y la expectativa de participación fluctuará alrededor del 50% hacia abajo, esto es más menos 45 millones de sufragantes, en el mejor de los casos.
Se instalarán 162,896 casillas electorales en todo el país (7745 en Guanajuato), las cuales serán integradas por casi millón y medio de nuestros vecinos como funcionarios de éstas, mismos que fueron sorteados y capacitados y tendrán la importantísima responsabilidad de atendernos, recibir, contar y validar los votos que emitamos. Estos funcionarios en las casillas serán apoyados por casi 50 mil supervisores y capacitadores-asistentes electorales designados por el Instituto Nacional Electoral (INE), más otro tanto, probablemente, nombrados por los Organismos Públicos Electorales Locales (OPLES).
Los partidos políticos y candidaturas independientes vigilarán la elección en las casillas a través de sus representantes, alrededor de 3 millones en las propias casillas y cerca de 250 mil representantes generales. Se registrarán cerca de 30 mil observadores electorales nacionales (270 en Guanajuato hasta hoy) y un poco más de 500 visitantes extranjeros, que harán lo propio.
Esto es, entre funcionarios electorales, representantes de los partidos políticos y de los candidatos independientes y observadores estarán participando activamente el día de la elección cerca de 5 millones de mexicanas y mexicanos. Desde luego que no podemos descartar prácticas irregulares, pero decir que habrá fraude, con tantas personas involucradas y comprometidas es una posibilidad sumamente remota, lo cual erradicamos de nuestros procesos electorales hace muchos años, por lo que ese discurso sin ofrecer pruebas es absolutamente irresponsable.
En todo caso, si se cuestionan resultados de las elecciones, para eso están los medios de impugnación y los órganos jurisdiccionales que los resolverán constitucional y legalmente. A nadie debe extrañar y menos alarmar, que algunas elecciones, sobre todo las más competidas, terminen resolviéndose en los tribunales. Es parte del sistema que hemos constituido durante décadas y ha funcionado.
La competencia para ganar elecciones es parte de la normalidad democrática, por eso en las últimas encuestas publicadas para elegir gobernador de 15 entidades federativas, en 8 de ellas, Campeche, Chihuahua, Michoacán, Nuevo León, Tlaxcala, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas no están definidos los posibles ganadores y la disputa se dará hasta el último instante.
Tal parece que Morena tiene ventaja importante en Baja California, Colima, Guerrero, Nayarit y Sinaloa. Lo mismo ocurre con el PAN en Querétaro y Baja California Sur.
Al inicio del proceso electoral las encuestas indicaban que Morena tenía grandes márgenes a su favor en Michoacán, Tlaxcala y Zacatecas, pero en los últimos meses y semanas se han dado avances muy importantes de los candidatos de la alianza conformada por el PAN, PRI y PRD, para que tengamos elecciones muy competidas y con resultados seguramente muy cerrados.
En Campeche tenemos tres competidores muy fuertes con posibilidades de ganar, la candidata de Morena y sus aliados, el sobrino del presidente nacional del PRI y exgobernador del estado, que compite con esas siglas y un exalcalde del PAN, quien lo hace con las siglas de Movimiento Ciudadano (MC).
En Nuevo León, lo que al principio parecía una elección entre tres candidatos con posibilidades, se ha decantado a una fuerte competencia entre los candidatos de MC y del PRI, toda vez que la candidata de Morena se ha rezagado a un lejano tercer lugar, a pesar de las denuncias del presidente de la República contra del candidato del PRI, y de la Fiscalía hacia el candidato de MC. Al menos que esas denuncias tengan la pretensión de que se pueda anular esa elección.
En San Luis Potosí ocurre algo similar, pues la candidata de Morena está muy lejos de los punteros y la elección se disputa entre el candidato del PVEM-PT y el de la alianza PAN-PRI-PRD.
En Chihuahua, la ventaja que tenía la candidata del PAN se ha disminuido y se le acerca el candidato de Morena. Lo mismo ocurre, pero a la inversa, en Sonora, donde el candidato de Morena tiene ya muy cercano al candidato del PRI y sus aliados.
Para la Cámara Federal de Diputados se mantienen las tendencias que favorecen a Morena con un 39%, 18 para el PRI, 17 hacia el PAN, y el resto de los partidos políticos entre el 5 y el 7 por ciento. Estos números todavía pueden cambiar, pues en todas las elecciones intermedias, desde 1997, pasando por las del 2003, 2009 y 2015, la votación hacia el partido en el poder ha disminuido, en relación con el resultado de la elección inmediata anterior, debido principalmente al desgaste político por el ejercicio del poder presidencial.
Tendremos elecciones locales en toda la República, y la lógica del comportamiento electoral será preponderantemente local, el cual puede marcar el derrotero de la contienda federal.
A partir de las encuestas que se han publicado en Guanajuato, en los principales municipios se advierte la hegemonía del partido en el poder estatal desde hace más de dos décadas, misma que todo indica, refrendaran. Sin embargo, no podemos descartar triunfos opositores, de Morena, del PRI, del PRD, del PT, de MC y tal vez algún independiente en varios municipios periféricos de la entidad.
Esa misma circunstancia se reproducirá en cada una de las entidades federativas, no solo en aquellas donde se elegirá gobernador(a).
Salgamos a votar el próximo domingo, en muy pocas ocasiones lo(a)s ciudadano(a)s tenemos la oportunidad de incidir directamente en las decisiones públicas, y nuestros sufragios serán contados y contarán en los resultados, con nuestra participación contrarrestemos los señalamientos de fraude sin pruebas, que seguramente saldrán la noche de la elección y los días siguientes. Todos juntos somos mucho más que vos.