Los vericuetos de Samuel
El pasado miércoles 25 de octubre el Congreso del estado de Nuevo León, a través de la Comisión de Gobierno, aprobó conceder licencia temporal al gobernador de la entidad, Samuel García Sepúlveda, para separarse del cargo por seis meses, posibilitando con ello su participación en los comicios electorales de 2024 a la presidencia de la República.
Esta licencia, sin goce de sueldo, que surtirá efecto a partir del 2 de diciembre del presente año y hasta el día de la elección el 2 de junio de 2024, se encuentra fundamentada en el artículo 82 constitucional el cual establece en su fracción VI que para ser presidente se requiere “no ser secretario o subsecretario de Estado, jefe o secretario general de departamento administrativo, procurador general de la República ni gobernador de algún estado, a menos que se separe de su puesto seis meses antes del día de la elección”. Una vez que la LXXVI Legislatura local resolviera positivamente la petición de licencia nombró inmediatamente a José Arturo Salinas Garza, ex diputado local y federal por el PAN, quien recientemente se desempeñara como presidente del Tribunal Superior de Justicia, como gobernador interino del estado.
Ante tal evento, el aún gobernador Samuel García se manifestó en contra de tal designación argumentando que contraviene lo estipulado en el artículo 121 de la Constitución Política de Nuevo León, el cual establece que “Cuando el Congreso del Estado otorgue a el Gobernador licencia para ausentarse del Estado por treinta días naturales o menos, o el Gobernador se encontrase impedido por igual término o se ausente por igual término, quedará encargado del despacho de los asuntos de trámite el Secretario de despacho que designe el Gobernador”, es decir, este artículo sólo aplica en caso de que la licencia de gobernador sea por un lapso de 30 días naturales o menos (la de Samuel ¡es de 180!). Al respecto, el artículo 122 de la misma constitución establece que “Si la licencia fuere por más de treinta días naturales o en caso de impedimento del Gobernador debidamente comprobado, el Congreso del Estado o la Diputación Permanente, en su caso, nombrará al ciudadano que se encargue interinamente del Poder Ejecutivo” mismo que justifica la designación de Salinas Garza en contra del deseo del gobernador de dejar como encargado de despacho a su secretario general de gobierno, Javier Navarro Velasco.
Si bien el gobernador puede y habrá de inconformarse ante tal medida tomada por el Congreso estatal, en un contexto de dudas sobre si un funcionario del poder Judicial pueda pasar al Ejecutivo, ésta obstrucción a la continuidad política de su proyecto, que en circunstancias menos adversas habría sido más tersa (como suele suceder, aceptando la oposición que el sustituto proviniera del mismo partido o grupo del mandatario), responde al clima de persecución política y administrativa manifestado por sus opositores partidistas, mismos que, a decir de diversos analistas, podrían disputarle las elecciones intermedias (diputaciones y ayuntamientos) en 2024. Por lo pronto podremos esperar se lleve a cabo una disputa jurídica en torno al nombramiento del gobernador interino a lo cual también llama la atención que haya sido el propio gobernador de Nuevo León quien impulsara la actual Constitución del estado, aprobada en 2022, la cual contiene los ordenamientos que pretende impugnar.
Aunado a lo anterior, y contando con la licencia respectiva, el gobernador García ha manifestado que la misma responde a salvaguardar su derecho a participar en una elección sin que nada esté decidido aún, es decir, que a pesar de contar con la licencia que le otorga la posibilidad de ausentarse del cargo, garantizando y protegiendo su derecho político electoral para participar como candidato presidencial en las elecciones de 2024, seguirá concentrado en Nuevo León puesto que tiene claro “que no vamos a poner en riesgo la construcción del nuevo Nuevo León, dejándolo en manos de la vieja política que mucho daño ha hecho ya”.
Sin embargo, Samuel García parece decidido a buscar la candidatura presidencial por el partido Movimiento Ciudadano (MC), empresa que no parece ser sencilla ya que el dirigente del partido naranja, Dante Delgado, ha expresado que, si bien Samuel sería la opción interna, Marcelo Ebrard podría ser la externa en el proceso de postulación de su candidato presidencial la cual tendrá lugar el próximo 3 de noviembre.
De concretarse la aventura electoral a partir del 2 de diciembre, la figura del aun gobernador, que ha logrado imprimir un nuevo vigor en el estado en términos de comunicación mediática (personal y en pareja con su esposa Mariana Rodríguez) así como de proyectos ambiciosos de inversión en el Nuevo León que le han resultado en bonos positivos, se topará, en caso de ser designado como la tercera candidatura presidencial, con dos mujeres aspirantes que lo superan en las encuestas, posicionamiento territorial y acuerpamiento partidista puesto que irían solos en la contienda esperando superar el porcentaje de votación esperado de 8 a 10%, requiriendo para ello una candidatura atractiva para el fortalecimiento y éxito de su estrategia en solitario, reteniendo el voto de las clases medias y de aquellos inconformes con la administración actual.
La apuesta de Samuel García es alta, ya que, así como podría generarle un impulso importante ser el candidato presidencial por MC, podría resultarle también desventajoso en términos de ver disminuido el impulso regional que ha ido construyendo desde la campaña y sus dos años como gobernador de la entidad, sin olvidar que la Federación le ha apoyado y se esperaría actuara en consecuencia.
Tic-toc, el reloj corre para todos los interesados y no para su marcha, seguiremos atentos desde la barrera.
@ottorenecaceres
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