Día del Nutriólogo: Gisela, nutrióloga de Guanajuato, invita a tener hábitos saludables desde la infancia
Guanajuato, Guanajuato.- El programa de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia en CAISES Guanajuato se enfoca en identificar y atender problemas con respecto a la mala nutrición, ya sea desnutrición o sobrepeso y obesidad, que son el resultado de una mala ingesta nutricional, según lo compartió Gisela Rodríguez Ramírez, Nutrióloga del programa.
A decir de Gisela, a pesar de que nuestro país tenga a la mano una amplia gama de alimentos naturales ricos en nutrientes, el ambiente obesogénico nos ha rebasado, lo cual favorece que cada vez a más temprana edad se tenga un consumo inadecuado con respecto a los nutrientes que el cuerpo necesita. Es por lo anterior y para poder prevenir más casos que el programa de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia actúa desde la etapa de gestación.
“A las mujeres embarazadas se les hace una valoración inicial en donde se les fomenta adecuados hábitos para lograr que tengan una ganancia de peso adecuada, que no tengan problemas de ineficiencia, como anemia, que no desarrollen diabetes gestacional o alteraciones en la presión arterial. Está demostrado científicamente que desde la etapa intrauterina estamos programando la salud de ese bebé a corto, mediano y largo plazo”.
Una vez que el bebé nace y durante su primer año, se identifica si existen problemas en su desarrollo y se fomenta la lactancia materna. Cumplidos los seis meses, se realizan recomendaciones en base a alimentación complementaria, y posteriormente, en las siguientes etapas, se vigila que el desarrollo se lleve a cabo de manera adecuada.
“Prácticamente nosotros hacemos el abordaje desde la etapa gestacional hasta el adulto mayor”.
Añadió que no se necesita estar enfermo para acudir a una valoración nutricional; todas las personas pueden hacerlo. El consumo de bebidas azucaradas, alimentos procesados y el bajo consumo de alimentos naturales, como frutas, verduras o leguminosas, son factores de riesgo que se identifican y contrarrestan a través de este programa.
“A veces hay niños que no tienen alteración en su peso o alguna situación clínica, sin embargo, los hábitos no son adecuados. Y a la par, incluso en la etapa inicial, es mucho más representativo, mucho más fácil lograr empezar a hacer hábitos adecuados desde etapas muy tempranas”.
Los alimentos ultraprocesados, señalados mediante los sellos que se incluyen en algunos alimentos o bebidas que los contienen, son los que más generan problemas a la salud.
“Estos alimentos se consideran como calorías vacías, específicamente porque nos aportan excesos de azúcares, exceso de grasas saturadas; realmente no nos aportan vitaminas, minerales, etcétera, como las bebidas azucaradas, refrescos, jugos. A veces, incluso en población infantil, se tiene la creencia de que los jugos son mejores que el refresco, y la realidad es que tienen una cantidad excesiva de azúcar”.
Mencionó que ahora, gracias a estos sellos que se les colocan a los alimentos que se comercializan, nos damos cuenta de qué contienen.
“Primero, eso hace que agrade a la población (sus ingredientes), pero a final de cuentas son alimentos que no se deberían consumir de manera frecuente”. Se busca que estos no sustituyan a los alimentos que realmente nutren, pues en ocasiones la población no bebe agua pero prefiere consumir refresco.
Comer bien no significa prohibir, sino identificar cuáles son los alimentos con los que cuenta la población para poder seguir una alimentación adecuada. Esto se identifica con respecto al estudio del entorno social en el que se encuentra la persona que acude a este programa, y es así como se puede ir contemplando qué herramientas se les puede dar para que ellos elijan qué comer de una manera más saludable.
“Sobre todo porque sí tenemos acceso a alimentos saludables, pero también sabemos que la economía es un factor crucial (…) Muchas veces pensamos que comer saludable es costoso, pero si hacemos una comparación de los alimentos ultraprocesados, cuyos precios ya han aumentado, pues se siguen consumiendo”.
Si se cuenta con un consumo nulo de verduras, agua natural, leguminosas u otro tipo de alimento saludable, la Nutrióloga del CAISES invitó a dar un paso a la vez, pues consumir poco a poco estos alimentos, ya sea comenzar con una porción pequeña diaria, es el inicio de lo que muy seguramente cambiará su vida.
“Un ejemplo con las verduras, puede ser cualquier otro tipo de alimentos saludables; lo mismo pasa con el agua, por ejemplo, quizás de un consumo nulo si empiezo a tomar un vaso diario, quizás no estoy consumiendo lo necesario, pero ya estoy empezando a cambiar hábitos (…) Siempre les menciono a mis pacientes: cambios pequeños, pero con paso firme”.
Cualquier persona puede acceder a este programa y servicio de nutrición en CAISES Guanajuato, sin embargo, siempre se contempla que el médico general haga una consulta inicial, ya que se necesita primeramente una valoración médica.
“A veces hay población a la que no se le identificó algún problema (…) Pero si la población tiene ese interés, se puede acercar al área (de nutrición) y sin problema se les realiza sus valoraciones”.
La importancia del acompañamiento de un nutriólogo en enfermedades permite indagar mucho más en el contexto del paciente para adaptarlos y/o buscar estrategias que puedan adaptarlos y permitir que el paciente adopte hábitos saludables en nutrición.
“No solamente a través de una hoja y lo tienes que cumplir, sino de qué manera lo vas a hacer, o incluso a través de pequeños cambios. Básicamente, el nutriólogo sabe nutrir al paciente, sabe cómo el paciente puede elegir sus alimentos, cómo puede prepararlos, cómo puede combinarlos y cuáles son necesarios específicamente para que su cuerpo se desarrolle de manera adecuada”.
En el marco de la conmemoración del Día del Nutriólogo, Gisela Rodríguez Ramírez compartió para Periódico Correo qué representa para ella serlo.
“Es muy satisfactorio, la verdad es que es un área poco explorada, y la realidad es que el hecho de poderla ejercer en diferentes áreas ha sido muy satisfactorio a nivel personal y profesional. Yo creo que lo que más se lleva uno es justamente el cómo estás ayudando al paciente, cuando el paciente te refiere que ya tiene menos cansancio, que ya se siente mejor, que se le facilitó ir mejorando ciertos hábitos, o que incluso ya controló su enfermedad, o que va progresando y tú vas viendo que va aprendiendo, eso es lo que yo creo más se lleva uno, la parte en abonar a su calidad de vida, porque de pronto pareciera que es importante vivir muchos años, pero también es importante cómo los vivo”.
Mencionó que atender a infantes es la parte que más disfruta debido a que son generaciones que se pueden abordar de forma oportuna. Agregó que esta área te permite ser más humano, pues no solo las personas van a recibir un tratamiento, también acuden a que los ayuden y escuchen.