Mariscos Los Amigos ya es una tradición de sabor y calidad en Guanajuato
Guanajuato, Guanajuato.- Mariscos Los Amigos es un local de mariscos con más de 35 años de tradición en Guanajuato capital, ubicado en el jardín embajadoras brinda atención a residentes y turistas de todas las edades.
Jorge Luis Gallardo Soto, orgulloso encargado y dueño del puesto de comida, ubicado en el concurrido Parque de las Embajadoras, nos cuenta su historia y que hay de tras de este negocio familiar.
“No soy de aquí, ni soy de allá”, así es como se define el propietario de Los Amigos, pues menciona que él arribó al municipio de Silao cuando era pequeño, sin embargo su vida después de la secundaria ha sido en el municipio de Guanajuato:
“Me crié en la infancia en Silao, yo llegué a Silao muy niño a hacer la primaria, soy originario del estado de Veracruz. Terminando la secundaría, antes no había preparatoria en Silao, me vine a hacer la preparatoria aquí, a Guanajuato” fue en esta ciudad de tradición minera donde realizó sus estudios profesionales, culminando así la Licenciatura de Relaciones Industriales en la Universidad de Guanajuato.
¿Cuál es la historia de este puesto que ya es uno de los más tradicionales y concurridos en la zona de Embajadoras?
“Por ahí hay un dicho que dice que la cabra tiende al monte, y por supuesto que provengo de una familia de comerciantes”.
El padre de Gallardo comercializaba mariscos en el municipio de Silao y él al arribar a la capital del estado con el fin de estudiar sintió la inquietud por poner el propio, emulando la acción de su padre.
“El mercadito” como también se le conoce al Mercado de Embajadoras fue el lugar elegido por el comerciante para poner su puesto, debido a la gran variedad de gente que en aquel entonces se daba cita a este lugar:
“En aquellos entonces estaba en su plenitud, en pleno auge de comercio, por que antes no había comercios grandes o tiendas grandes, y aquí al mercado embajadoras llegaba toda la gente del municipio, toda; los pobres, los ricos; las clases altas, medias, bajas. Aquí se venía a comercializar” desde vestidos, zapatos, gorditas, carnitas, birria y mariscos, por su puesto, era parte de la variedad que se ofrecía en el mercado.
El legado de sabor que ha dejado durante sus años como comerciantes es reconocido por sus clientes, pues destaca que la expresión “yo venía aquí cuando era niño” es recurrente:
“Fíjese usted que he escuchado, infinidad de veces, esa expresión, tanto han sido por parte de exalumnos, como de clientes, que efectivamente vienen aquí y dicen: Yo me acuerdo cuando me traía mi papá, o mi mamá” con este reconocimiento, el cual a la palabras propias recibe con mucha modestia, señala que se ha dejado un presente en la ciudad.
“Creo que más para bien, que para mal tenemos ya un lugar, del que por supuesto no nos apropiamos, no somos dueños, yo estoy consciente, pero que sí se ha dejado cierto precedente, cierta antigüedad, y aquí permaneceremos mientras que el arriba lo decida".
El licenciado, como también es conocido, se muestra animoso con miras al futuro de su establecimiento, pues espera que sus hijos se puedan hacer cargo para que este prevalezca. La finalidad de día a día en este oficio es mantenerse en el gusto de los capitalinos y dar el mejor servicio.