Víctor Núñez deja legado familiar en Mercado de Embajadoras de Guanajuato

Guanajuato, Guanajuato.- Víctor Manuel Núñez Méndez es comerciante en el Mercado de Embajadoras, popularmente conocido como “El Mercadito”. Ofrece aguas frescas, jugos, comida y tacos. Además, es un fiel seguidor del Club León y heredero de una tradición familiar que se originó en el Mercado Hidalgo y sus alrededores. Nacido “orgullosamente en Tepetapa, por la Bachoco, en una vecindad que ahora es un hotel”, el comerciante habló con Periódico Correo sobre su trabajo y dedicación en el comercio. 

Víctor estudió para ser Maestro en la Escuela Normal Superior de Guanajuato Capital, pero aunque se graduó, nunca ejerció su carrera. El destino le tenía reservado un lugar en el comercio de comida, donde encontraría su pasión y sustento para su esposa e hijas. Él comenta: “El trabajo me da salud y fuerza para salir adelante (…) Vengo de una familia de comerciantes, para servirle (…) Venimos de familia comerciante y pues ya yo lo llevo en la sangre yo directamente. Tenemos carisma, dedicación, empeño con la gente. Y nos estiman, nos echan porras porque tenemos un buen servicio y una buena forma de atender al cliente”. 

“Mis padres, mis abuelos, vienen todos del Mercado Hidalgo. Yo crecí en el Mercado Hidalgo, no nací allí porque no había un hospital, pero desde pequeño andaba por allí”, recuerda Núñez su infancia en este icónico lugar de Guanajuato, jugando con todos los niños y poco a poco aprendiendo el oficio de su padre y su madre, Ramona Méndez, que ha traído el sustento a su familia durante generaciones. El comerciante comenta que fue en los años 70 cuando edificaron el Mercado de Embajadoras o Mercadito, al cual se trasladaron él y su familia para seguir trabajando. Esta situación respondía a la necesidad de reubicar a comerciantes que se encontraban en la zona de San Fernando, como su padre: “De San Fernando querían o no querían, tenían que venir a reubicarse en el Mercado Embajadoras (…) El Mercadito se inauguró en 1970, estamos hablando de historia de comercio (…) Mi familia, mi padre (Jesús Núñez Troncoso), estaba allí, y muchos compañeros que recuerdo también estaban”. 

Núñez comenta que su padre también tenía locales en la Ex Estación del Ferrocarril, en Gavira: “Mi padre fue uno de los primeros comerciantes que vendió tacos de cabeza. Fue mi padre el primero en estar allí con los tacos de cabeza, y yo en la actualidad sigo vendiéndolos”. Víctor Manuel tiene su puesto en el exterior del Mercado Embajadoras, junto a la puerta del mercado, y ofrece una variedad de tacos que incluyen cabeza, bistec, chorizo, hígado, lengua, sesos, maciza y ojo: “De todo eso se reparte la cabeza”. 

Ser comerciante, también conocido como “Veneno”, ha tenido buenos tiempos para Víctor, sin embargo, dejar fiestas, reuniones, vacaciones y tiempo con la familia para dedicarse al negocio ha sido la moneda de cambio. Comenta que si bien ama lo que hace y disfruta del servicio al cliente, este trabajo no es para cualquiera que no entienda el significado de trabajo duro, constancia, dedicación y sacrificio. A sus 63 años, Víctor ha estado construyendo poco a poco su legado para que sus hijas sigan con esta herencia de sus padres y abuelos.

Él comenta que ellas ya están empezando a tomar las riendas de algunos negocios e incluso abriendo los suyos. Se siente orgulloso de esto y espera ver consolidados los proyectos por los cuales ha trabajado durante casi cincuenta años. Nuestro entrevistado habla de su deseo de dejarle a su familia y esposa un patrimonio, por eso trabaja arduamente. 

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