José ha practicado el oficio de ‘talabartería’ por más de 65 años, elaborando monturas para caballos
Tierra Blanca, Guanajuato.- José Gallegos Basaldúa desde hace más de 65 años se ha dedicado la ‘talabartería’, oficio de trabajar con el cuero, dedicándose principalmente a la elaboración de monturas para caballos, cuyas piezas las elabora artesanalmente a mano, llegándose a vender desde los 8 mil hasta los de 150 mil pesos.
Destacó que él es la tercera generación dedicada al oficio de la ‘talabartería’, siendo su abuelo quien inicio con el taller en el año 1887, el cual se encuentra situado en la esquina de las calles Emilio Potes Gil y Allende en el municipio Tierra Blanca.
Su abuelo le enseño a su papá y, posteriormente el oficio le fue enseñado a él como también a sus 6 hermanos. Sin embargo, actualmente son 13 personas en total contando sobrinos y nietos los que se dedican a la ‘talabartería, pero laborando en sus casas.
“Yo soy la tercera generación. Mi abuelito trabajaba en esto. Él le enseño a mi papá y mi papá me enseñó a mí y tengo otro hijo que trabaja por aquí, por esta calle, haciendo sillas también”, mencionó
Resaltó que lo que ha distinguido en sus trabajos que realiza es que son realizados totalmente a mano, desde el cortado, costura, marcado entre otros, por lo que se debe tener dedicación por el trabajo, pues si llegará a utilizar máquinas de costura o alguna otra, el trabajo “sería de volada”, pero pierde su calidad.
“Para echar una puntada, tiene que dar uno varios ‘manazos’, 4 de un lado y 4 del otro”, mencionó
Añadió que lo que realiza primordialmente es la elaboración de monturas para caballo, pecheras, pretal, fundas de machete, esto utilizando forros de piel de borrego, así como también cinturones piteados.
Resaltó que las sillas que elabora llegan a tener costos que van desde los 8 mil 500 pesos las más sencillas, hasta más de 150 mil pesos las elaboradas con tejido y marcado, las cuales dentro de sus características pueden ser de cola de pato, cuadrada, mantilla, cantina, en tamaños chico mediano y grande, esto dependiendo del tamaño de cada montura.
En cuanto los cinturones ‘Piteados’, indicó que los realizados para hombre llegan a tener un costo que supera los 20 mil pesos, teniendo un ancho de 2 pulgadas, bordados y con figuras de realce, y los realizados para mujer tienen un costo que supera los 8 mil pesos.
Recalcó que este tipo de trabajos se pueden encontrar más económicos, pero son fabricados con carnaza, saleas, entre otros materiales, con un espesor de solo 2 milímetros de ancho, los cuales son tejidos a máquina.
Por lo cual, debido a la calidad de sus trabajos, mantiene una cartera amplia de clientes. Sin embargo, el total de sus trabajos que realiza son por pedido, no dándose abasto por el trabajo que le solicitan.
“Toda la gente es de fuera, todo el estado de Querétaro parte del estado de México, vienen los foráneos, y me contactan por teléfono, por Facebook”, mencionó.
Además, indicó que quien quiera aprender este tipo de oficio las puertas de la talabartería están abiertas, pues anteriormente enseño a un gran número de ‘muchachos’, ya que al frente al negocio se encontraba una preparatoria con horario por la tarde
Lo jóvenes a acudían a su taller para aprender y posteriormente se iban a sus clases, siendo actualmente profesionistas. Sin embargo, solo uno fue el que continuo con desempeñando el oficio a pesar de ser maestro, pues incluso le ayuda con los trabajos.
