La pitahaya de Ocurio, Yuriria: Un cultivo que enamora a Guanajuato
Yuriria, Guanajuato.- La Pitahaya, un fruto fuente de antioxidantes naturales, que contiene vitamina C, que entre sus propiedades destaca su contenido de captina, la cual reduce el riesgo de sufrir arritmias, además de mejorar el funcionamiento del corazón, así contar con vitamina B2, vital para la producción de glóbulos rojos, se produce en la comunidad de Ocurio, en la “Huerta La Escondida”, de don Joaquín Pérez y familia.
La comunidad, se encuentra a 20 kilómetros, en dirección oeste, de la cabecera municipal de Yuriria. La huerta, se localiza a un costado, escasos 500 metros, de la carretera estatal, comunidad Xoconostle con dirección El Moro; prácticamente en faldas de un cerro.
En el lugar, Joaquín Pérez papá, Joaquín Pérez hijo y Alejandro Pérez nieto, son quienes encabezan todos los trabajos de plantación, cuidado y cosecha de la pitahaya, que para ellos es un cultivo nuevo, porque desde tiempos se siembra, en traspatios. Prácticamente nunca se había visto en la región o estado de Guanajuato, en una huerta.
“Es un fruto, que todo el tiempo nos ha gustado. Nosotros iniciamos hace cuatro años, porque lo vimos mostrado en la Expo Agroalimentaria en la ciudad de Irapuato en el 2018. Ahí tenían dos hileras de 30, 40 metros, la vimos y dijimos, es como una cactácea, un nopal que da nopales, un pitayo que da pitayas, que casi es de la misma familia y al ver el proceso, nos aventamos sin saber, entre mi papá, mi hijo y yo”, dijo Joaquín Pérez.
Entonces, sin saber, se pusieron a plantar la pitahaya en una hectárea, en lo que llamaron, Huerta La Escondida.
“Sin pensar, ni mucho menos mencionar, que no se va a dar, iniciamos. Plantamos sin saber, entre los meses de marzo y mayo del 2019. Para el 2020, vimos que ya tenía fruta y le empezamos agarrar más cariño, más amor. Desde entonces fue que dijimos, el cultivo, va a responder. Nunca titubeamos, nunca dijimos, a ver si se da. Que vamos a probarle, no, tan es así que ya llegó el segundo año se dio la cosecha e iniciaron el proceso de comercialización. Ahorita llevamos el cuarto año de vida y ya vamos por el tercero de comercialización”.
Explicaron que, se consiguió el esqueje, planta enraizada, para iniciar la huerta y después se sembrar, pasado el mes, empiezan a salir los capullos, en otros 22 días inicia la floración, que es cuando abre el capullo durante quince horas; entre las 8 y 9 de la noche y cierra a las 11, 12 de la mañana del día siguiente. Durante ese tiempo, se da el proceso, más que suficiente, de polinización, con apoyo de abejas.
En el proceso de polinización, se puede observar, llueva, truene o relampaguee, una gran flor completamente abierta y al termino, cierra, se transforma en tuna, un botón que empieza a crecer durante un mes, que es cuando el fruto está listo, con un peso cercano al kilogramo y de un color rojo, listo para cosechar.
Destacaron que es de los cultivos, más nobles que puede haber, aunque no se han salido al 100% de la agricultura, porque siempre han sido los granos; maíces, trigos, sorgos y demás, su fuerte, pero considerando los costos de producción, bajos costos de venta, el tema de la pitahaya, ofrece mejores beneficios.
“No dejamos fuera de la jugada los granos, pero nos han pegado tan duro, por los precios principalmente, que nos hemos enfocado más al cultivo de la pitahaya, desde luego, hemos visto mayores resultados. Es un cultivo alterno, un cultivo muy diferente y de tener una hectárea, ya vamos para tres”.
Comentaron que, la cosecha de este producto inicia en el mes de abril, se empieza a comercializar los primeros días de mayo y, a partir de ahí, dependiendo el volumen que se tenga, cada 15 o 22 días, hay cosecha, hay corte de fruta; junio, julio, agosto y parte de septiembre.
Para comercializar el fruto, dijeron, fue difícil al principio, “navegamos”, porque la gente no lo conocía, ni a ellos, pero al tocar puertas en las centrales de abasto de Irapuato, Celaya, León, Morelia, Querétaro, Guadalajara, lograron una buena cartera de clientes.
“El trabajo fue que les vendiéramos la primera vez. Conociendo la fruta, la calidad, el sabor y sus propiedades, nos empezaron a pedir la producción del día. El año pasado, un chino, nos contactó y nos compró, y él exportó a Canada. Nosotros no exportamos la fruta, estamos en proceso de certificación de la huerta, para poder un día exportar, pero es tanta la demanda aquí en México, que no nos da por salirnos al extranjero, por ejemplo, a los Estados Unidos. Gracias a Dios, no nos alcanza en estos momentos la producción, para surtir a los clientes que tenemos”.
Destacar que, los frutos, la pitahaya, llega a pesar más de un kilo y medio, sin embargo, lo comercial, es vender fruta de 400 a 700 gramos, aunque más de 700 gramos, no es porque la gente le haga el feo, si no la preferencia, es fruta mediana,
“Pero a nosotros nos sale fruta grande, arriba de un kilo y medio”.
Subrayaron que, están en proceso de identificar, cuándo es cuando se tiene que cortar el fruto. “Nosotros pensamos que, si madura en la planta, agarra todas sus propiedades, por ello cosechamos cuando esta entre el 80, 90%, aunque hay clientes que piden menos madura. Aquí, cada quince días estas cortando, dependiendo como tengamos los pedidos”.
Mencionar que, en la huerta, La Escondida, han tenido hasta siete floraciones, desde marzo hasta parte de septiembre. En su primera cosecha, en el 2020 sacaron una tonelada, en el 2021, 19 toneladas, en el 2022, cerraron con 42 toneladas y en este 2023, llevan una producción de 18 toneladas, pero hay flor y fruta, más otras dos floraciones, por lo que se estima superar las 50, 55 toneladas, por una hectárea.
Los meses, siguientes, noviembre, diciembre, enero y febrero, son meses de cuidado, de podar, realizar labores de mantenimiento en los sistemas de goteo, de micro aspersión, de control de fauna y plagas.
Además, aprovechan para realizar esqueje y enraizar, prácticamente generaron un vivero, porque hay decenas de personas que se han acercado para comprar y ellos sembrar, ya sea en traspatio o intentar crear una pequeña huerta.
“Le ayudamos, pero lo principal que les decimos, es que se requiere de cuidados, de estar todos los días al pendiente.Por ejemplo, cuando el fruto está rojo, hay que cuidarlo de los pájaros, porque llegan y pican para comer, y tenemos que tener personal cuidando, tirando cuetes, embolsando el fruto. Hemos llegado a 10 mil frutos embolsados. Además, hay que cuidar de otros animalitos”.
Comentaron que la en la región, conocida como La Cienega Prieta, hay grandes productores, pero no tienen interés en cambiar su producción, el cambiar de sembrar maíz, sorgo, cebada, a pesar de que la pitahaya es un cultivo muy noble.
“Mucha gente no quiere, no tiene interés, a lo mejor a miedo de cambiar a lo rutinario”.
Finalmente realizaron una invitación a acudir a la huerta y conocer el fruto y, desde luego, comprarlo.
“Esta es la primera huerta que hicimos, a prueba y error. Tuvimos errores, por no saber, gastamos mucho, pero ya estamos trabajando como dirían, en alta escuela”.
Sabías que:
La Pitahaya, es un fruto ovalado, redondeado y alargado, de pulpa roja, blanca o amarilla y de semillas pequeñas negras. Internacionalmente se le conoce como fruta del dragón (dragon fruit) debido a que la planta que la produce trepa sobre los troncos de los árboles y se entrelaza dando la forma al cuerpo de un dragón.