Molcajetes en El Tlacuache, perdura tradición en el tiempo
Uno de los vecinos mencionó que tiene más de 25 años dedicándose a la fabricación de molcajetes en El Tlacuache
Manuel Arriaga
Pénjamo.- En la comunidad El Tlacuache del municipio de Pénjamo existe una tradición que se mantiene vigente pesar del tiempo: el labrado de la piedra para fabricar molcajetes y metates. Una actividad artesanal que no solamente ponen a prueba las habilidades de sus habitantes, sino que además representan una fuente de ingresos y de sustento para sus familias.
El Tlacuache, es una pequeña localidad con más de 600 habitantes que se encuentra a unos 12 km de la cabecera municipal de Pénjamo. En ella, se reciben a cientos de feligreses que visitan al “Niño Perdido”, ubicado en la capilla de lugar. La comunidad se encuentra asentada en una capa de piedra negra, una de las más duras, qué sirve como materia prima para la fabricación de estos utensilios utilizados en la cocina.
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Molcajetes en El Tlacuache llena de tradición
Francisco Martínez Medel es uno de los artesanos qué hacen uso de herramientas eléctricas y manuales para ir moldeando la piedra y darle la forma final. Su abuelo y su padre le heredaron este oficio al que se sigue dedicando hasta este día. “Desde niños comenzamos a trabajar, mi papá me enseñó a usar las herramientas para darle forma a la piedra”, citó el entrevistado.
Dijo que tiene ya 25 años dedicándose a la fabricación de molcajetes y metates. Estos son utensilios que aún son utilizados en la tradicional comida mexicana, para la elaboración de varios platillos.
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Las herramientas modernas
Darle forma a una de las piedras más duras. No es nada fácil. Los artesanos comienzan golpeando la piedra con cinceles y martillos, para irle dando la forma inicial a las artesanías que realizan con ella. La modernidad lesfacilitó un poco las cosas. Ahora cuentan con esmeriladoras que aceleran un poco más el trabajo. Sin embargo, un buen molcajete depende no sólo de la habilidad del artesano, sino también de la elección de la piedra correcta.
De aquí, Francisco genera los ingresos necesarios para alimentar a su familia. Aunque se encuentra en una zona con alta afluencia de migrantes decidió quedarse con sus seres queridos y, así, dedicarse a esta profesión que le enseñó su padre.
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