“Levantan” a funcionaria clave en las finanzas de Atarjea…
Mediante un boletín oficial emitido el 17 de enero, el gobierno municipal de Atarjea textualmente confirmó que la contralora Flora Sánchez Guillén fue “privada de su libertad”, pero ya se encontraba “sana y salva”. La noticia comenzó a circular en redes sociales desde la mañana del día anterior dando por sentado que fue interceptada por tripulantes de una Hummer en la localidad Aldama, situada en la ruta que cotidianamente recorre desde la comunidad la Tapona, donde radica, hasta su trabajo en cabecera municipal. En ese sitio hay una intersección de caminos (presumiblemente el vehículo donde la transportaban habría tomado rumbo al colindante municipio de Peñamiller, Querétaro) esa vía también entronca con la carretera que se adentra a la majestuosa zona serrana de aquel estado.
Como suele suceder en estos casos, particularmente sobre el desenlace, se han propagado varias versiones. Una de ellas es que la pronta notificación del suceso habría movilizado corporaciones policiacas que acorralaron a los delincuentes, por lo que en su escapatoria abandonaron a la funcionaria y al vehículo en algún paraje, aunque lo trascendente es que en pocas horas volvió a estar con su familia. Y es que al conocerse la noticia, entre los pobladores se reavivó el recuerdo del secuestro de un ex alcalde de Peñamiller sucedido en enero del 2022, en esas inmediaciones, mientras cuidaba su ganado. A la fecha sigue desaparecido, recientemente se hicieron públicos algunos reclamos por parte de sus familiares exigiendo resultados a las autoridades queretanas.
Ante la ausencia de versiones oficiales precisas y trasparentes, prevalecen las interrogantes, pero en lo que concierne al ámbito público, el dato contundente es que se trata, ni más ni menos, de la funcionaria que durante el último cuarto de siglo ha sido quizá la pieza más relevante en la administración de los dineros en Atarjea. En ese lapso tres veces ha tenido el cargo de tesorera y cuatro el de contralora. Este municipio, que cuenta con apenas 5,296 habitantes, para el ejercicio fiscal 2025 estima ingresos federales, estatales y propios, de 78 millones 487 mil 994 pesos, cantidad que en ese contexto no deja de ser considerable.
Flora Sánchez comenzó su longeva trayectoria en la administración 2000-2003, encabezada por Neftalí García Flores, entonces priista que luego emigraría al PVEM, franquicia que ha usufructuado por años. Además de abrirle camino en el servicio público, éste es parte de su entorno familiar cercano por ser esposo de una hermana de la contralora. Aunque el prestigio político del ex alcalde lleva rato muy disminuido, a últimas fechas quien lo ha rescatado es el mandatario xichulense Francisco Orozco Martínez, que lo remunera como su asesor jurídico.
¿Y el alcalde José Luis Rivas?
En esas horas, cuando la contralora estaba cautiva, el alcalde de Atarjea sonreía en un restaurante de la Ciudad de México donde departía con la gobernadora Libia García y con alcaldes asistentes al evento convocado por Claudia Sheinbaum, precisamente para conversar del tema de seguridad. José Luis Rivas Loyola ha sabido mantenerse vigente en las simpatías de los mandones del PAN en el estado y con ésta, registra dos veces que ocupa el cargo. En 2018 se lo entregó a María Elena Ramos y en octubre pasado ella se lo regresó.
Llega a este segundo periodo con recorrido suficiente en los menesteres de la política, en los vericuetos de la administración y en los tejemanejes en lo oscurito. Solo el trascurrir del tiempo despejará la duda de, si se propuso este nuevo regreso impulsado por la voracidad del dinero (y seguir perpetuando un clan panista que para ganar elecciones no ha dudado hasta manosear el padrón electoral con ciudadanos ajenos a ese municipio), o si tiene capacidad de hacer una nueva lectura del momento que vive el país, y más allá de su lealtad al conservadurismo, contribuye a generar rupturas necesarias con las inercias de impunidad y corrupción que asolan su tierra.
Dentro de las especulaciones que circulan, en corrillos políticos locales no se descarta que lo sucedido a la contralora podría tratarse de un mensaje que le envían a Rivas Loyola desde algún reducto delincuencial (o político-delincuencial), nada puede descartarse sabiendo que en las intimidades del poder hay muchas tramas que no son visibles para la mayoría de los ciudadanos y porque sobran ejemplos de las formas a través de las cuales el crimen organizado ensancha sus territorios; pero aun si no fuera el caso, el hecho interpela a este alcalde y al ayuntamiento -conformado por cuatro regidores del PAN, tres del PT y una de Morena- pues no es el primer incidente que exhibe la inseguridad actual en esos caminos donde ya se da por hecho que al transitar se está en manos de la voluntad de Dios y de la suerte. Y es que los diez elementos de FSPE y dos municipales encargados de vigilar esa inmensidad montañosa, es más fácil que agarren un resfriado que a un delincuente.
(Recuerdos del “otro” Atarjea…)
Hace treinta años, en uno de mis constantes viajes a ese municipio, siguiendo la única ruta de terracería que existía entrando por el noreste guanajuatense, el volkswagen en el que viajaba, a duras penas subió por una empinada cuesta, el polvo atosigaba, estaba cercana la noche, pero al llegar a una cima desde donde ya se vislumbraba la comunidad de Aldama, el cansancio desapareció ante una maravillosa escena como sacada de los sueños del cineasta Akira Kurosawa: en ese sitio, conocido como Puerto del Torbellino, el cielo había descendido a ras de tierra y una manada de potrillos corrían desaforados persiguiendo pedazos de nube…
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