Atender peculiaridades de la naturaleza humana
ATENDER PECULIARIDADES DE LA NATURALEZA HUMANA.
El ser humano es tanto más feliz, en cuanto satisface necesidades surgidas de su propia naturaleza. La especie humana es esencialmente diversa y, por tanto, debe ser atendida de acuerdo a las necesidades resultado de la exigencia del ser individual.
La función del gobernante resulta compleja y, para realizarla con acierto, es necesario que reconozca la diversidad y, en función de ello, sea capaz de auspiciar el desenvolvimiento del conjunto que integra el ser humano.
En el transcurso de la historia son múltiples los casos en los que el gobernante desea “uniformar” la conducta humana, de donde han surgido conflictos que han agobiado a la humanidad durante su existencia.
El gobernante que rige sus acciones como si fuera dueño de la naturaleza, requiere de una reeducación, para que esté a la altura del deber contraído; el legislador que desconoce las dimensiones de la diversidad o ni siquiera se da idea de lo que eso significa, crea durante la vigencia de su mandato, más problemas que soluciones.
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El gobernante del siglo 21 debe conocer mejor la naturaleza humana, para que esté en aptitud de crear sistemas educativos, que sean, como dice el magnífico pedagogo Paulo Freyre, prácticas de la libertad; esto es, capaces de crear condiciones para el desarrollo de las potencialidades socialmente positivas del individuo.
Durante muchos años se ha discutido si la práctica educativa debe atender de manera diversa a quienes tienen un potencial superior para entender y hacer avanzar la ciencia. Sin embargo, a pesar de que deben desperdiciarse miles de cerebros magníficamente dotados para el ejercicio de la función cognoscitiva, no se han creado, o no se sabe, de una política pública que abarque el universo suficiente para atender los casos que así lo requieren.
Por supuesto que la variedad de los pensamientos con avances científicos sobresalientes, reciben atención, pero muchas veces atiende sólo a cuestiones de aplicación del conocimiento para el lucro, práctica que ha traído como consecuencia, progreso, pero no desarrollo, que propicie celeridad en el campo de la ética.
Que bueno que dirigentes empresariales de León, levanten la bandera de la educación de calidad que debe auspiciar el surgimiento de generaciones dispuestas a proporcionar una educación, en y para la diversidad.
La educación y la reeducación deben ser impulsadas por ciudadanos organizados para dar a la pedagogía lugar de privilegio en la adopción de políticas públicas; debemos aceptar lagunas no solamente en el área cognoscitiva de los infantes, sino en las diversas etapas de la vida del individuo.
Todas las sociedades impulsan en diversas etapas de su desarrollo, el advenimiento de nuevas formas de gobernar para promover su evolución, a través de la vigencia de valores que eleven la condición humana. Es un objetivo que no debe perderse de vista.
Cuidar el desarrollo de las mentes más lúcidas desde la más temprana edad, con todo lo que ello implica, es un objetivo de inaplazable realización, ante los desafíos que plantea la realidad contemporánea.
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JRP
