Congreso local: auditoría a la 4411 de la Junta

LES HABLAN. Vaya usted a saber por qué razón, pero muy ad hoc con los tiempos actuales en el Congreso Guanajuato, es probable que hoy se den a conocer en la Junta de Gobierno los resultados a una auditoría que mandaron a hacer al ejercicio de la partida 4411 que es Ayudas Sociales y Culturales que otorga la Junta de Gobierno, la secretaría General y la dirección general de Administración.

DUDA. ¿A poco además de los diputados, también el secretario general del Congreso Christian Cruz y el coordinador general administrativo Juan Caudillo, también disponen de recursos para saludar con sombrero ajeno?

LA GRAN COBIJA. Vale la pregunta porque, que se sepa, el que ejercía este recurso es Luis Ernesto Ayala y él mismo dijo que compartía esa prerrogativa con sus compañeros coordinadores. Lo que ni se sabía es que los otros dos funcionarios también lo hicieran.

NÚMEROS. El dato curioso es que, en efecto, en el desglose aparece que la secretaría general ejerció el mayor monto de los tres con más de 400 mil pesos; le sigue la dirección Administrativa con poco más de 200 y en tercero, la Junta que ejerció poco más de 156 mil pesos.

 CARNAL. Ya resolveremos esa duda porque el reporte señala a los tres entes con ejercicios diferentes. Ahora que, pues nada deben de temer los susodichos porque la auditoría la realiza ni más ni menos que Isidro Macías Barrón, el contralor interno Isidro Macías Barrón.

LA DEL ESTRIBO... Ayer, en sesión de la Diputación Permanente se dio cuenta de la solicitud formulada por el Procurador de los Derechos Humanos del Estado, Vicente Esqueda a fin de que se llame a comparecer a Juan Carlos Castillo Cantero, presidente municipal de San Diego de la Unión, durante el periodo 2015 -2018, a efecto de que explique el motivo de su negativa para atender una recomendación expedida el año pasado. Habrá que ver si ahora sí el edil sí atiende este llamado porque al ombudsperson ya lo había bateado una vez.

A 8 AÑOS DEL PRIMER TANGO DE SHEFFIELD CONTRA EL DEDAZO AZUL

Hace 8 años, Ricardo Sheffield hacía el vacío al cierre de filas en torno a Héctor López Santi[1]llana, que se convertía en sorpresivo y virtual candidato panista a la alcaldía de León.

Para todos tenía quien, en aquel momento, aspiraba a ser candidato a alcalde de León por el PAN, pero entre Carlos Medina y Miguel Márquez se lo impidieron. Apechugó, pero no se calló.

Lo mismo se lanzó en contra de la administración de Bárbara Botello que ironizó con el desenlace del desaseado proceso panista de selección de candidato a la alcaldía.

El exalcalde sabía que era non grato para el grupo hegemónico y que nunca iba a tener su bendición para ser candidato a alcalde. Que no lo querían el gobernador Miguel Márquez, ni Gerardo Trujillo ni algunos sectores del panismo. Pero disfrutó al tensar la cuerda y jalar agua para su molino. Sacó buen premio de consolación merced de su buena relación con Gustavo Madero, entonces dirigente nacional de Acción Nacional.

Alineado en ese momento a Madero, aprovechó a plenitud el momento y las circunstancias. Capitalizó el poder de decisión en candidaturas que tenía el CEN con los errores estratégicos que cometieron Márquez y Trujillo en el diseño y ejecución del método.

Ese día, convocó a los medios para responder a los señalamientos del entonces síndico Eugenio Martínez sobre los contratos de asesoría de empresas al Municipio. Y volvió a regodearse en la tesis de la falta de transparencia de la administración barbarista y los señalamientos de irregularidades en su contra. Decía que en esa materia se lo llevaba de calle Bárbara Botello quien, además, no le ha podido demostrar ninguna anomalía.

A Ángel Córdova lo tachó de incongruente y le recordó sus dichos cuando estaba en el pacto de la Loma. Se mostró respetuoso con Héctor López Santillana y no se metió en broncas con Carlos Medina.

Olvidó la diplomacia cuando le preguntaron sobre el desenlace del proceso interno azul del cual fue protagonista, ave de tempestades y factor de discordia. Reiteró que él fue el mejor en las encuestas y no tuvo piedad con Gerardo Trujillo, actual director del DIF estatal y el método.

“Al final inventaron uno nuevo (método) que ya dijo Lalo Trujillo que no tiene caso explicarlo, ojalá escriba algún día escriba algún libro y en su libro de memorias podamos descubrir como de cual fumaron”.

De entonces a la fecha, el PAN se volvió un partido mucho más vertical. Sus críticas a Córdova se volvieron contra él mismo 3 años después cuando renunció al PAN para convertirse en candidato morenista a gobernador.

Héctor López Santillana que le ganó la partida, sigue en el gabinete estatal, ahora como director de Guanajuato Puerto Interior. Gerardo Trujillo, el dirigente estatal en aquel momento es colaborador del gobernador Diego Sinhue.

Eugenio Martínez ya no es su adversario político sino uno de sus más cercanos aliados locales y con Bárbara Botelllo hace años que signó un pacto de no agresión.

Quiere la revancha en 2024 y si bien, Morena parece más competitivo, el riesgo de un nuevo descalabro podría ser letal para su futuro político a menos que se empeñe en ser un símil de López Obrador en Guanajuato y que hasta la tercera sea la vencida.

LA IMAGEN DEL DÍA

MORENA: EL FESTIVAL DE LAS SUSPICACIAS

Once años después de que el PRI al amparo del efecto ‘Peña Nieto’ asestó tremendo susto a un soberbio y sobrado PAN en Guanajuato, la nueva segunda fuerza política en este estado que es Morena, pretende convertirse en la nueva amenaza para la continuidad del PAN en el terruño, pero tiene que enfrentar el gran desafío de sobreponerse a su proclividad a la pugna y el conflicto interno.

Apenas empiezan a darse los rounds de sombra de la batalla que se avecina y en el morenismo ya se empiezan a lanzar advertencias y mensajes de los personajes de las tribus en pugna.

La recepción a Justino Arriaga no ha sido con fanfarrias, particularmente de Ernesto Prieto Gallardo, exdirigente morenista y desde ahora convertido en el principal activista a favor de las aspiraciones de su papá, Ernesto Prieto Ortega, que cree estar a tiempo de competir con posibilidades.

Y si bien es cierto que los Prieto no están hoy en sus momentos de esplendor como non plus ultra en Morena, también lo es que este partido no se puede dar el lujo de abrir frentes de conflicto.

Ya se dio la ruptura con el superdelegado Mauricio Hernández Núñez que derivó en una exitosa coalición con Sheffield en la interna de Morena que llevó a ambos a tener hoy el control de la dirigencia estatal.

El problema para Morena es que hoy, que las encuestas dicen que pueden dar un buen salto en la próxima elección, si no para ganar la gubernatura, sí para arrebatar al PAN varios municipios medianos y alguno que otro del corredor industrial y menguar de manera importante la fuerza que tiene el blanquiazul como aplanadora en el Congreso, parece activarse una disputa con amenaza de división.

Los Prieto quedaron resentidos tras la decisión de Mauricio Hernández de pactar con Sheffield. Esa es una afrenta que queda abierta.

En su momento, el expanista había roto ya con la senadora Antares Vázquez con quien tuvo una alianza antes de la elección pasada. El acuerdo se vino abajo cuando Thalía su hermana, salió de Profeco o, mejor dicho, fue despedida.

Recientemente, Sheffield tuvo que lamentar la partida de Ernesto Oviedo de su tribu; Oviedo, ex candidato a alcalde en 2018 y exdirector de Desarrollo Social en León apoya ahora a Prieto.

Y aún más, la disputa por la candidatura presidencial también tiene sus rebotes en Guanajuato. Martha Lucía Micher Camarena como era de esperarse, respalda las aspiraciones del canciller Marcelo Ebrard que no parece ser el favorito del presidente sino Claudia Sheinbaum.

Y Sheffield no dio color por Sheinbaum sino hasta que comenzó de manera más expansiva su talacha en el terruño.

Morena tendrá que aprender la lección de otros estados y de sí mismo en Guanajuato. Será apenas natural que ahora haya más suspirantes, pero en la misma proporción, habrá más encono. Es la ruta no