¿Dónde quedan los municipios ante la sequía?
1.- ¿Dónde quedan los municipios ante la sequía?
La sequía en Guanajuato avanza despiadada como se avizoraba hace más de 20 años y la respuesta de los políticos sigue siendo con promesas a futuro y reproches en tiempo pasado. Ese debate se ha concentrado entre el gobierno estatal de Diego Sinhue Rodríguez Vallejo frente al federal de Andrés Manuel López Obrador, pero la verdad es que en los municipios mucha responsabilidad se ha evadido.
Como suele suceder en estos casos, ampararse de forma acomodaticia a la ley de aguas nacionales para justificar la carestía de agua, o incluso deslindarse de las soluciones de fondo, ha sido materia común pese a que es en los sistemas municipales en donde depende el buen y racional uso del agua potable. Abandonar esa labor ineludiblemente los convierte en corresponsables de la vulnerabilidad a la sequía.
De ahí la importancia de colocar el foco en los 33 de los 46 gobiernos municipales que han sido omisos frente al desperdicio de agua. No es un dato menor si consideramos que, en promedio, en Guanajuato se aprovecha el 60 por ciento del agua y el resto se pierde entre fugas, evaporaciones, mal uso o uso excesivo. Sin que a nadie importe el uso eficiente del agua ¿cómo no iba a calar hondo la sequía?
Ahora bien, de entrada, hay municipios que por su condición, o simplemente por padecer de la escasez de agua desde hace varios años, han asumido el cuidado del agua como política de gobierno desde sus organismos operadores.
De destacarse el caso de San Luis de la Paz que gobierno Luis Gerardo Sánchez, pues este municipio está señalado junto a los municipios de Atarjea, Victoria y Xichú, en los niveles más altos de sequía registrados en Guanajuato al concentrarse en la categoría “excepcional” por la Comisión Nacional del Agua (Conagua). La administración ludovicence ha aplicado 525 multas entre 2019 y marzo de 2023.
En el caso de León es evidente que se tendrá que poner mucho mayor énfasis en vigilar el uso del agua. Las cifras muestran la necesidad de una supervisión mucho más intensiva si en el contexto recordamos los cientos de colonias que hoy padecen tandeos en el servicio de agua potable, mientras sólo entre el año pasado y lo que va del presente se emitieron 48 sanciones entre marzo de 2023 y marzo de 2024.
Como se podrá entender en los datos que hoy Correo difunde en su nota principal, al final revelan la ausencia de un criterio homologado entre los municipios para enfrentar la escasez del agua, una circunstancia que está puesta al calce para la Comisión Estatal del Agua a cargo de Francisco García León, quien conoce la responsabilidad municipal en el tema de primera mano.
Dicho lo anterior, no está de más recordar que prácticamente todos los municipios de Guanajuato padecen algún grado de sequía, con acento principal en la región norte del estado, donde esta ha sido patentes desde hace más de diez años, mientras el problema de abasto se concentra en los municipios del corredor industrial. Sea donde sea, vigilar el buen uso del agua ya es un tema de agenda pública.
2.- ‘Guillo’ Medina el regidor “migrante”
La buena fe es el concepto base en los registros de los candidatos incluidos por los como parte de la inclusión de comunidades discriminadas o vulneradas. Fue la presidenta del Instituto Electoral del Estado de Guanajuato (IEEG), Brenda Canchola Elizarraraz, quien aclaró que no se les puede cuestionar si se autoreconoce indígena, homosexual o migrante. Cada uno corre con la responsabilidad.
Pero la verdad es que han brotado casos en los que no se podría entender que se diga la verdad de forma plena.
Está entre estos casos Guillermo Medina Plascencia, candidato a la primera regiduría en la planilla de la candidata de Morena a la alcaldía de León, Vanessa Montes de Oca, quien fue registrado nada más y nada menos que como un humilde migrante guanajuatense.
Ya desde su inclusión en el primer lugar de la lista, era claro el empecinamiento del candidato al senado y líder informal de Morena en León, Ricardo Sheffield Padilla, por colocar a el ‘Guillo’ -que ahora sabemos, es su compadre- en la boleta electoral. La candidatura a la presidencia municipal de León no se pudo dar por razones lógicas, pero lo rescató para la planilla.
La integración de Medina Plascencia también provocó movimientos al interior del propio equipo de allegado a Sheffield. Sus integrantes tuvieron que aceptar su desplazamiento para permitir que alguien que no ha trabajo ni la mitad de lo que ellos, tomara la posición de privilegio que ahora resulta que les contará a Morena para cumplir con la medida de inclusión.
En suma, tanto el PAN como Morena han tergiversado la ley para presentar candidatos con una identidad, simplemente para cumplir con el formalismo de las medidas afirmativas. Una salida leguleya que no pudo ser prevenida por el IEEG, pese a comenzar los trabajos de inclusión electoral desde hace dos años.
3.- Elección en distritos locales: mayorías en riesgo
Por primera vez en mucho tiempo, la mayoría del PAN en el Congreso del Estado corre un verdadero riesgo. De la misma manera que en 2012 vieron perder su mayoría absoluta frente al PRI con su oleada peñanietista, ahora en 2024 podría presentarse con Morena y la aplanadora lopezobradorista.
No en balde, buena parte de los esfuerzos de la coalición Fuerza y Corazón por México, se enfocan en evitar que Morena logre la mayoría absoluta para los próximos tres años de ejercicio legislativo. Por eso se asume que Morena tendría el mismo objetivo en Guanajuato, sin embargo, pese a no tener pronunciamientos abiertos al respecto, la verdad es que podrían lograrlo.
Ahí es donde surgen nombres de morenistas que han elevado -y elevarán- el tono de su discurso dentro de las campañas como la Hades Aguilar del Castillo o la David Martínez Mendizábal, la primera por mayoría en Irapuato, el segundo por la vía plurinominal.
De entrada, está la limitación que impone la regla de sobre representación para el partido que logra la mayoría calificada. Así que, con un Congreso de 36 diputados, con 22 por mayoría relativa que usualmente gana el PAN, más 14 de representación proporcional que se reparten entre la oposición. De manera que no hay ciencia, siete son los distritos que tendrían que ganarle al blanquiazul.
Las previsiones indican posibilidades plenas a la oposición en los dos distritos de Irapuato y dos de Salamanca. Un cálculo aún somero entre los niveles de aceptación de la marca Morena que aún deberá ser convalidado en las urnas, pero que sirve como un signo de estos tiempos en los que, sea cual sea el resultado electoral, nuevamente reconfigurará las fuerzas políticas en Guanajuato.
CONTRA RETRATO
Javier Mendoza Márquez
Conoce en carne propia los horrores de la violencia en el municipio que gobernó. Nadie se la cuenta. Aun así decidió postularse para buscar la reelección como presidente municipal, e incluso anunció de forma anticipada la ratificación de Jesús Rivera Peralta como titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
Por lo anterior, es de destacar que Javier Mendoza Márquez eligió ya una narrativa de campaña frente a la violencia y la inseguridad que, por mucho, es el gran tema que mantiene a Celaya en vilo. Una vez retomada su campaña luego del asesinato de quien envida fuera su contrincante morenista, Gisela Gaytán, para el edil con licencia la responsabilidad está fuera del municipio.
Ayer fue clara su molestia frente a la designación de Morena en la persona de Juan Miguel Ramírez Sánchez, pues criticó que aún no sea candidato oficial y ya realicé actos ostentándose como tal. De ahí saltó en contra del gobierno federal al acusar que, en efecto, la estrategia de seguridad ha fallado, pero la de "abrazos y no balazos" que ha adoptado el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Para Javier, lo que le toca al municipio se ha cumplido a cabalidad, sin embargo, es preciso entender que son sus elementos municipales los que han sido blanco concreto de ataques directos, ya sea en operatividad como de forma personal, incluso contra elementos que se encuentran en descanso. Todo ello es suficiente para tomar la violencia como causa propia.
También está el olvidado acuerdo entre los directores de la policía municipal de la región Laja Bajío, con el que los exagentes federales al frente de los municipios, prometían una operatividad eficiente y colaborativa, incluso al margen de las fuerzas estatales y federales.
Avances se han tenido y la ausencia federal ha sido evidente, pero en lo que concierne a la inseguridad y la violencia, hasta ahora siempre ha quedado trabajo por hacer.