Es momento de avanzar: demos un voto de confianza
Los mexicanos sabemos sobreponernos a las difíciles situaciones que la vida nos presenta, tenemos el valor y la inteligencia, para hacer lo que sea necesario para nuestra sobrevivencia, máxime si se trata de profesionistas, destacados, estudiados, con un cúmulo de experiencia, como son los ministros, jueces y magistrados.
Entendemos lo doloroso que es tener que cambiarse, dejar la toga, y salir a buscar trabajo, con tan buenos sueldos, como los que tienen en el poder judicial; pero nadie les dijo que tenían escriturados para la eternidad sus nombramientos, ni que estos fueran hereditarios en su nepotismo. Discúlpenos, pero la mayoría de los mexicanos así nos tenemos que ganar la vida, el día a día, aguantando los paros, las pandemias, sin tener asegurada la quincena, de esa manera, sin los privilegios de los que uds, gozan, sin los sueldos, ni las prestaciones con las que hasta ahora habían disfrutado, tal vez eso es lo que mas les da miedo. Pero si se hubieran preocupado más por la defensa de los derechos humanos y laborales de los justiciables, y no les hubieren desechado tantas demandas de amparo por improcedentes; no tendríamos que estar llevando a cabo esta reforma tan profunda al poder judicial. Como no dijeron nada cuando se reformo el sistema de pensiones, se extendió la edad para las jubilaciones y se crearon los AFORES fondos de ahorro para el retiro, que son insuficientes para quienes se retiran de laborar; como cuando se despidieron a miles de trabajadores de luz y fuerza sin liquidaciones justas. O cuando se intentó privatizar la industria eléctrica.
Serían ahora más creíbles sus lágrimas de cocodrilo y preocupaciones por la defensa de los derechos humanos y la independencia judicial. La triste verdad es que ahora que vieron afectados sus privilegios; ahora si salieron a defender sus intereses, salieron a las calles a gritar, a brincar, a protestar, cuando antes estuvieron muy cómodos apoltronados en sus oficinas encerrados, sin atender a los justiciables, en sus horarios de oficina, insensibles al dolor ajeno. Hoy prueban un poco de su propio veneno. Beban completo el trago amargo, pues cuando les toco beber de los buenos vinos, del dulce licor, se sirvieron a manos llenas.
Creer o tratar de hacer creer a la población que el país se está deshaciendo en pedazos, que estamos a las puertas de una dictadura, donde los derechos humanos serán anulados totalmente o que la violencia o el terrorismo tiene tomado a nuestro país, es la visión fatalista de quienes, al perder las elecciones o privilegios, solo quieren ver en su egoísmo, el fracaso de los gobiernos. Una conducta mezquina que pretende establecer una narrativa errónea que busca crear descontento y miedo, sin tomar en cuenta que la distorsión de las noticias, que algunos medios de comunicación han intentado llevar a cabo a través de campañas negras, solo han logrado, en su perjuicio, la perdida de la credibilidad y la disminución de sus audiencias, llevando a sus compañías a la quiebra.
Debemos entender el momento presente; aunque nos duela, que el pueblo ya eligió a sus gobernantes, debemos respetar la voluntad popular, la etapa actual de la instrumentación, y ejecución de las nuevas políticas públicas, Priorizando la seguridad y la paz pública, la justicia.
- Que es un cambio profundo la elección de ministros, jueces y magistrados. Era necesario, para purgar al poder judicial.
- Que es muy caro el proceso de elección. Los mexicanos ya decidieron, estamos dispuestos a pagar el precio, a tener que seguir soportando el grado de corrupción y nepotismo.
- Que la reforma judicial se hizo con prisas, de forma apresurada. Así lo demanda la nación, es la respuesta al grito y demanda de justicia que se escucha en cada rincón del país. Es preferible eso seguir aguantando las simulaciones, retrasos, marrullerías del poder judicial.
La resistencia de los jueces y algunos zalameros del poder judicial; que han vivido convenencieramente a la sombra del poder; debe tener en cuenta, el riesgo, la incertidumbre y el daño que generan sus manifestaciones y paros laborales; el gobierno hasta ahora ha sido muy prudente, cauteloso y respetuoso de sus derechos. Pero no abusen, porque bien saben; es el gobierno, quien tiene el monopolio del uso de la fuerza pública; y se vera obligado a usarla si se sigue trastocando y alterando el orden publico y la paz social, con sus manifestaciones cada vez más violentas y provocadoras. Dense cuenta el pueblo de México ya no aguanta más conflictos. Vamos a pacificar al país, a como de lugar.
La Reforma Judicial, ya fue aprobada desde el 15 de septiembre del año en curso. Por el poder constituyente, esa es una verdad legal, déjense de marrullerías y obedezcan la constitución o aténganse a las consecuencias de sus actos violatorios