Evergrande: ¿Cómo nos puede afectar?
Al momento de escribir este artículo, aún no se desvanece la amenaza que representa el incumplimiento de pagos del gigante inmobiliario asiático, Evergrande. Si bien, hay cada vez más análisis y voces que descartan un efecto sistémico devastador como el acontecido con Lehman Brothers en 2008, tampoco significa que no habrá efectos negativos que tengan impacto global para poder digerir un quebranto de esa magnitud.
Tanto el gobierno chino como la compañía han comprado algo de tiempo. El primero inyectando liquidez al sistema bancario y la compañía anunciando un acuerdo con los tenedores de bonos (nacionales) denominados en yuanes que tienen vencimiento hoy.
Esto revela que un rescate financiero está entre las últimas opciones, pero no descartado. Especialmente si consideramos que hay 1.4 millones de chinos que no recibirían la propiedad por la que ya han hecho anticipos y 4 millones de empleos directos e indirectos que dependen de la empresa. Lo cierto es que mientras no haya una solución visible, el drama continuará, ya que los vencimientos de los últimos tres meses ($505MDD) se ve cuesta arriba que puedan ser pagados.
En México, ¿Esto nos puede afectar? …Por supuesto, es parte de estar insertos en una economía global. La aversión al riesgo se puede materializar por medio de cinco efectos negativos:
El primero (transitorio) es una corrección en los mercados de valores, la cual ya está en marcha, afectando directamente a inversionistas y de manera indirecta las cuentas de ahorro administradas por las afores, invertidos en su mayoría en activos que podrían sufrir una minusvalía.
El segundo es un menor apetito por invertir en bonos y acciones, provocando un entorno aún menos amigable para planear un debut en bolsa (OPI) y dificultando el financiamiento de las empresas ya listadas con el consecuente efecto negativo en la inversión y la creación de empleo.
El tercero es un aumento en el costo de financiamiento pues el menor apetito por invertir en bonos es debido a una mayor percepción de riesgo. Todavía sin que los mercados descontarán esta amenaza en los mercados, podemos tomar como referencia la última subasta de cetes del 2020 en comparación con la subasta más reciente, podemos observar un incremento del costo financiero de 34 puntos base en el plazo más corto (28 días) y 121 puntos base en el plazo más largo (364 días). A esto, se le sumará lo que está desarrollándose en Asia, pudiendo reducir el margen de maniobra del gobierno al exceder lo previsto en la iniciativa del presupuesto de egresos 2022, el cual se encuentra en discusión en el congreso. De la mano, esto impactaría en cascada a las empresas que busquen emitir deuda, pues deberán pagar un mayor premio que los bonos soberanos y sucesivamente un aumento en el costo de los créditos empresariales a través de instituciones financieras.
El cuarto es la reconfiguración de portafolios de inversión buscando refugiarse en activos denominados “seguros” que puede acrecentar la disminución de la tenencia de bonos soberanos mexicanos en manos de extranjeros registrada este año, que al 09 de septiembre acumula una salida de 213.6 mil millones de pesos (Equivalente al 11.6% del monto con el que cerramos 2020) lo que eventualmente puede incidir en el nivel del tipo de cambio, encareciendo las importaciones y dificultando el control de la inflación.
El quinto es la afectación que esto tendrá en el crecimiento de China y por consecuencia en la recuperación económica mundial. Esto es mala noticia para las exportaciones nacionales y la industria mexicana, que hasta ahora han sido uno de los principales motores de la reactivación, la cuales crecen de forma anual un 25.2% (Exportaciones no petroleras) en los primeros siete meses del año.
Por lo ponto esperemos que el desenlace sea gradual con el mayor tacto posible, dando oportunidad a un ajuste menos caótico. Y también esperemos que nuestro gobierno tome nota de la implosión que puede causar una compañía de esta magnitud, ya que nosotros tenemos en Pemex un ejemplo similar de lo que una situación de alto endeudamiento combinado con una inversión en activos poco rentables puede desatar.