La educación ante el vacío existencial
En plena especulación con los anuncios de “transformar la educación”, mediante la restructuración de planes de estudio, la desaparición de materias y el sometimiento de los grados escolares en el nuevo modelo de fases, los teóricos de La Nueva Escuela Mexicana presentaron la versión 4T educativa como la gran innovación, sin embargo el modelo es tan superficial que la historia del Sistema Educativo Nacional podría transitar hacia un bache existencial de enormes dimensiones.
La federación hizo el anuncio de que el próximo ciclo escolar, se implementará un nuevo modelo educativo que segmentará los periodos de aprendizaje de la educación básica en fases, clasificando la vida formativa de los niños y niñas desde los primeros días de nacidos hasta los 15 años de vida en 6 momentos formativos.
Así bajo la estructuración subjetiva de la Cuarta Transformación, se impondrá la versión gubernamental de ésta en la educación, con un programa académico de la primera fase para niños de cero a 3 años. El programa de estudios para esta fase, comprende una narrativa dialogada de intenciones de trabajo, cuyos objetivos y contenidos se caracterizan por la carga de ambigüedad, imprecisión y superficialidad, sin secuencias lógicas ni estructuración curricular con metodología consistente adecuada al nivel.
La segunda fase comprenderá como un solo periodo los 3 grados escolares correspondientes a la educación preescolar, denominados ahora espirales con una serie de aprendizajes configurados en contenidos, diálogos, progresiones de aprendizaje, orientaciones didácticas y sugerencias de evaluación tan dispersas y disímbolas, que carecen de una estructura lógica o secuencial que facilite la adquisición del conocimiento.
La tercera, cuarta y quinta fase sustituyen lo que sería la educación primaria, al absorber periodos de 2 grados escolares cada una, diluyendo el carácter y significancia que éstos tienen en el actual plan de estudios, así como la extinción de las secuencias de aprendizaje debidamente estructuradas en la gradación y segmentación del conocimiento de las asignaturas fundamentales.
En cuanto a la educación secundaria, ésta será sustituida por la denominada fase seis, que contendrá los 3 grados que actualmente comprende y que igual que las fases anteriores, se sujetará a la misma estructura curricular dialogada. Resalta de manera importante, cómo la pretensión de reforma curricular de la educación desaparece las asignaturas tradicionales, pues de un plumazo y sin sustentos pedagógicos ni metodológicos manda al olvido materias como español, matemáticas, ciencias naturales, historia, formación cívica y ética, geografía, educación artística, química, física, biología, laboratorios y talleres.
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Los nuevos programas de estudio pretendidos se circunscribirán en las 6 fases a 4 campos formativos denominados: Lenguajes; Saberes y pensamiento científico; Ética, naturaleza y sociedad y De lo humano a lo comunitario. Asimismo resulta por demás increíble y absurdo que bajo la denominación de los 4 campos formativos se pueda absorber el vasto campo del conocimiento que tradicionalmente y de manera universal se ha definido.
De igual forma, los programas de estudio propuestos carecen de una dosificación y gradación de contenidos, de sustento pedagógico o estructuración de metodología didáctica, pues parte de supuestos de aprendizaje automático y por generación espontánea, ya que desestima procesos básicos como el de adquisición de la lectoescritura o codificación del lenguaje matemático, entre otros.
Con enorme preocupación se visualizan por la comunidad científica y académica, los riesgos de caer en vacíos catastróficos que acaben de colapsar la educación, así como el enorme riesgo de una crisis profunda que destruya el Sistema Educativo. Ahora viene de manera obligada la definición de los estados en la defensa de sus modelos escolares o la federación los absorberá y acabará con todo.
La incompetencia gubernamental puede derrumbar la esencia de una sociedad.
