Libia García: destino incierto…
El pasado miércoles, un diario de circulación nacional, con trayectoria en encuestas, divulgó que Morena muestra, a esta fecha, una ventaja mínima sobre el PAN en la disputa por la gubernatura de Guanajuato. Estas supuestas tendencias se dieron a conocer solo dos días después del evento en Silao, al que acudieron miles de mujeres, y que en los lenguajes políticos confirmó que Libia García es la candidata del gobernador. Si la encuesta se aproxima a la realidad o aún si estuviera contaminada por el “fuego amigo” del que ya está siendo objeto -lo que no se descarta porque en esa medición se coloca a la alcaldesa de León con más posibilidades competitivas- augura que los próximos doce meses que restan para la jornada electoral del 2024 no tendrá un cómodo paseo por alfombra roja, ni en la disputa interna, ni en la contienda con Morena: no porque el electorado de la entidad se esté volcando a la izquierda, más bien se trata de una inercia nacional. Y mayores complicaciones tendrá si su oponente es Ricardo Sheffield, pues de esa otra baraja, es quien está más provisto de habilidades políticas.
Al contrario de otros tiempos, cuando el PAN veía la elección constitucional como un mero trámite porque tenía el control casi absoluto de todas las piezas del tablero electoral, por primera vez en 30 años muestra un evidente nerviosismo, y no es para menos, pues es muy real la posibilidad de que les arrebaten la plaza. En el contexto nacional, una de sus primeras sacudidas de ese tamaño sucedió en Jalisco en 2012, luego de 18 años en el poder perdió la gubernatura. Ese fue uno de los primeros precedentes de que por más inamovibles que parezcan los bastiones conservadores, llega el momento en que también son vulnerables.
Libia al listón… y una ejecución
La tarde del mismo miércoles que apareció la encuesta que no les favorece, Libia García estuvo en el municipio de Victoria; en el comité municipal del PAN ofreció la conferencia “Contigo siempre en el desarrollo de nuestras familias”, lo que parece ser la intensificación de su labor en la región noreste buscando amarrar los votos de la militancia para la posible elección interna.
La invitación, escrita a modo de oficio con el membrete del partido, la firmaba el dirigente local Francisco Daniel Cornejo, quien también es regidor y hasta 2021 laboraba en SEDESHU como operador electoral (aunque oficialmente les llaman “articuladores”). Quizás por las ansiedades que está detonando lo que será una contienda complicada, desde ahora, ya no están reparando en los límites legales, pues desde la propia secretaria de Ayuntamiento se pretendió inducir la asistencia al evento, al grado que empleados de la administración, a quienes se les giró la invitación, debieron pasar a esa oficina a firmar de recibido. Tratándose de una actividad partidista eso constituye una presión ilegal y presume el uso de recursos públicos con fines proselitistas.
Al día siguiente acudió al municipio de Xichú. En “La Sábila” inauguró una obra. Seguramente ni enterada está de que las propias autoridades de salud ubican a esa comunidad como una de las que tiene mayores problemas de alcoholismo: los hombres de ese lugar son de los que más dinero gastan en consumir cerveza. Y ahora con los mil pesos que recibirán mensualmente las mujeres beneficiarias de la tarjeta que promueve “MujerEs Grandeza”, ya tendrán algo más para las caguamas.
Casi a la misma hora en que ella daba el tijerazo al listón junto al alcalde, y éste sonriente le entregaba un obsequio con moño amarillo, muy cerca de la cabecera municipal, estaba siendo ejecutado un hombre con los estilos de la delincuencia organizada. Por cierto, el fallecido tenía cercanía con el mandatario Francisco Orozco Martínez, el mismo que recién ha tenido irresponsables expresiones subestimando la problemática de inseguridad y adicciones.
¿Conectará con los electores?
Si Libia García consigue librar la turbulencia interna que está generando su virtual nominación, podría llegar a ser la primera gobernadora de Guanajuato, pero del mismo tamaño son las posibilidades de que no lo consiga, porque la sola estructura de su partido ya no está en condiciones de asegurarle el triunfo ni a ella ni a nadie, tampoco hay ninguna certeza de que tendrá asegurado el voto masivo de la mujer, aunque ahí esté comenzando a centrar su estrategia, y como todo apunta a que tanto el PAN como Morena se proponen competir con las mismas artimañas, ante un posible escenario cerrado, serán sus propias virtudes políticas y su capacidad de conectar con el electorado una variable definitiva.
Pero eso está por verse, porque hasta ahora solo se conoce a Libia García en formatos controlados y su promoción se está dando bajo una envoltura gubernamental no disimulada. Será cuando se exponga a campo abierto, a públicos no condicionados, y cuando pueda contrastarse con sus otros u otras competidoras, que se conozca su fuerza o debilidad, que por sí misma puede dar a su candidatura más allá del aparato que la promueva. Y es que muchos de los votos decisivos tendrá que conquistarlos ahí en esos segmentos de electores, menos manipulables, en donde el PAN ya generó hartazgo o es visto como el partido que se quedó un paso atrás de la historia.