Lo que vino a decir Claudia a Guanajuato
Lo que vino a decir Claudia a Guanajuato
Para arrancar su gira por el estado de Guanajuato, Claudia Sheinbaum vino a hacer lo mismo que ha hecho en otros lugares de la República: mirar al pasado para criticar, buscar culpables para abordar los problemas que agobian a la población, levantar el dedo para señalar al bloque conservador y repetir la fórmula que tanto le sirvió a su jefe con la esperanza de que ese modelo la lleve a repetir el éxito y convertirse en presidenta. A Claudia le gusta el pasado, como método y como receta para construir discurso y parece que le funciona porque varias casas encuestadoras revelan que es ella la que lidera las aspiraciones del oficialismo a la presidencia.
En Moroleón, la Sheinbaum Pardo arremetió contra los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD, los descalifica como demócratas, invalida la forma en la que elegirán al aspirante a la presidencia de la oposición, reprocha que hayan optado por dejar en manos de un pequeño grupo de personas la selección de quien los representará en la contienda. Y claro, en su discurso, es muy fácil ver la paja en el ojo ajeno y desestimar la viga que ella trae encima. El método de selección que su propio partido eligió no es prístino, es criticable y si ella resulta ser la candidata, traerá el estigma de haber sido señalada por el dedo presidencial.
En su afán por invalidar a la oposición, se valió de la figura retórica de la comparación y contrastó al Frente Amplio por México con una tienda de disfraces y de ahí aprovechó para irse contra Vicente Fox y se refirió a las expresiones que el expresidente usó cuando estaba en funciones. “Fox decía que iba a hacer un cambio en el país y hablaba mal del PRI…” dijo en la plaza central de Moroleón. Parecía que no se daba cuenta que estaba haciendo justo aquello que estaba criticando.
Claudia busca abordar temas álgidos usando una estructura en la que toma algo de verdad y luego tuerce el camino para criticar en vez de proponer soluciones. Por ejemplo, se refirió a la pobreza, dijo: “Cuando hay desigualdad y pobreza, siempre llega la inseguridad”. Es verdad, siempre habrá personas que se vean seducidos por grupos delictivos que los atrapan con promesas de prosperidad y los sumen en una vida de sufrimiento, pero ¿dónde ha estado la 4T para dar las bases de justicia social que se necesita para combatir estos problemas que agobian y rompen al país?
Para combatir la pobreza y la desigualdad se deben generar oportunidades de empleos. En esa condición, se deben dar garantías para que los emprendedores puedan generar proyectos productivos, dar seguridades a los empresarios y dar facilidades para que las empresas florezcan. Cuando Claudia Sheinbaum fue delegada en Tlalpan, más que dar certezas, se generó una política de clausura de establecimientos y se presentó una iniciativa para que cualquier rotura del sello a una obra permitiría que el gobierno se quedara con la propiedad y se enviara a la cárcel al propietario. Eso, más que dar muestras de una intención de generar soluciones para combatir problemas, parece encaminarnos a provocar mayores y más grandes desigualdades.
Esa es la persona que las encuestas indican como favorita, una Claudia Sheinbaum que aventaja a Marcelo Ebrard por once puntos porcentuales, y por dieciséis a Adán Augusto López en las preferencias para la candidatura presidencial de Morena. Una mujer que mira al pasado de otros para señalar culpables y que omite ver el suyo, no es capaz de dar propuestas serias y se limita a criticar sin planteamientos. Siendo Jefa de Gobierno en la CDMX, el gobierno federal tuvo que frenar una campaña para que vinieran migrantes centroamericanos a la Ciudad de México, donde eran enviados en autobuses a la frontera con Estados Unidos.
Claudia vino a Guanajuato a decir cómo sus antecesores se han equivocado y han hecho un desastre, sin recordar que sus orígenes políticos están en grupos rijosos, poco disciplinados, que se mueven en bola y desalientan la actividad de empresas privadas. Creen en esos modelos centralistas con gobiernos expropiadores y poderes repartidos por compadrazgos y amiguismos. Por eso, se reúne con algunos empresarios para echárselos a la bolsa dándoles garantías, como si se tratara de dádivas.
Habría que poner atención a las palabras que se escuchan en sus discursos para descubrir si nos están dando paja, si nos quieren vender espejitos. Sheinbaum Pardo repiten en Guanajuato lo mismo que dice en otros estados. Ella misma nos está dando la fórmula: miremos al pasado. No al de lo que hicieron otros, a lo que hizo Claudia cuando ha estado al frente y detentado el poder. Así, sabremos si lo que nos vino a decir tiene o no fundamento.
JRP