Lorena Alfaro: no la den por descontada
1.- Lorena Alfaro: no la den por descontada
Por difícil que parezca, las circunstancias que atraviesa Irapuato como la segunda urbe más importante de Guanajuato, hacen que se mantenga una expectativa en el gobierno de Lorena Alfaro García que a pesar de todo, le puede alcanzar para pelear por una reelección que le permitiría dejar una aportación mayor para la ciudad fresera.
Así lo revela la encuesta más reciente de TAG Research publicada por Correo, en la que se confirman las necesidades de la población de Irapuato que, al iniciar la gestión de la panista, ya escalaba posiciones entre las ciudades con mayor tasa de asesinatos a nivel nacional.
En efecto, la seguridad es el gran tema que en la encuesta refleja una abrumador 38 por ciento que considera que la actual administración se debería seguir enfocando en el tema. Las otras dos necesidades que le siguen son los apoyos sociales (8.18%) e impulso de empleo (7.21).
En lo político, la moneda está en el aire. Ni los aspirantes que ya se frotaban las manos en el PAN, ni las ansias de una diputada local como la morenista Irma González Sánchez, deben suponer que la contienda está resuelta. Un 54.5 por ciento de los entrevistados que planean votar, reelegiría a Lorena Alfaro mientras el 39.7 la cambiaría.
Uno de cada cuatro entrevistados señalan que la presidenta municipal de Irapuato les cae bien, un 67.7 por ciento señaló tener una actitud neutral y solo 7.3% de los entrevistados señaló que les caía mal. Cifras que precisamente equivalen al porcentaje de voto nulo o no decidido.
Lo anterior se refleja también en que siete de cada diez irapuatenses tiene algo o mucha confianza de la actual administración será mejor que la anterior, pero en contraparte tres de cada diez no tiene confianza.
Un área de oportunidad también se puede detectar. Resulta que sólo un 36.5 por ciento de los entrevistados recordaron haber escuchado, leído o visto alguna noticia relacionada con Alfaro García, sólo que la más recordada tuvo que ver con que no llegó a aniversario de la ciudad.
Todo lo anterior es la fotografía de una administración municipal, que lucha por remontar un primer año de gobierno en el que las adversidades y los errores propios, ensombrecieron su panorama. Para muestra, un dato: seis de cada diez irapuatenses consideran que van por buen camino.
2.- El regreso de “El Pollo” Ramírez
Sólo alguien que ha encontrado una franca vulnerabilidad institucional, podría jugarse la misma partida dos veces. Tal es el caso de Óscar Eduardo Ramírez López, mejor conocido en León como “El Pollo”, quien ha sabido poner en picota al gobierno municipal de León, alegando propiedad sobre predios que se suponían de propiedad pública.
Fue de 2011 a 2017, que Ramírez López libró el litigio con el que reclamó una porción de terreno que desde años atrás ya formaba parte del Parque Metropolitano. Comenzó con Ricardo Sheffield Padilla (2009-2012), continuó con Bárbara Botello Santibañez (2012-2015), hasta que se lo ganó definitivamente a Héctor López Santillana (2015-2018).
Ahora, “El Pollo” regresa con el gobierno de Alejandra Gutiérrez Campos para reclamar un segmento de terreno que confluye con el bulevar Talabarteros y el bulevar Morelos, justo en la zona donde la Secretaría de Obra Pública a cargo de Tarcisio Rodríguez Martínez ejecuta la obra de un puente vial de 121 millones de pesos.
En esta ocasión, el caso salta a la vista pues se trata de un tramo considerado federal, que implicó expropiaciones que datan de hace más de 40 años, mientras el privado alega propiedad con una escritura de 2020 notariada en Celaya, al argumentarse como heredero.
Con la demanda ya logró una suspensión temporal de la obra, luego de que el 10 de febrero recibieron la notificación para constatar la legalidad del documento, dado que no está inscrito ante el registro público de la propiedad.
Será este miércoles la primera audiencia con el juez, en donde confían que el proceso se resuelva a favor del municipio. El problema es el récord negativo de los asuntos que se litigan desde la administración municipal.
En 2016, Óscar Ramírez logró acreditar la propiedad definitiva de 10 mil metros cuadrados del Parque Metropolitano, en un juicio similar que emprendió contra el municipio.
Al año siguiente lo devolvió, pues obligados a recuperar el terreno para el parque, se le ofreció una permuta más que beneficiosa; aceptó un terreno de 31 mil metros cuadrados en el fraccionamiento Campiña del Bosque. Que, en su momento, tenía un valor de 38 millones de pesos.
Por supuesto, la medida levantó la controversia contra el gobierno de López Santillana, al considerar que la operación costó poco más de 27 millones de pesos al municipio, o sea, al erario. La justificación se logró con una evaluación social del segmento de parque privatizado, pues su valor fue más allá del avalúo financiero.
¿Cuál será el valor social de una obra como la de Talabarteros?
3.- GN en el foco del reclamo
La Guardia Nacional podrá tener 10 mil agentes desplegados en Guanajuato, sin embargo, su presencia no necesariamente se ha reflejado en resultados para reducir la violencia. El nombre de esta institución civil-militarizada, ahora también comienza a ser recurrente en denuncias de violaciones a derechos humanos, extorsión y acoso.
En medio de esto, está por supuesto la violencia a la que están expuestos los elementos federales que en el estado son coordinados por José Felipe Andrade Medina, quien no ha respondido activamente a los reclamos que ya se han hecho escuchar en municipios como San Francisco del Rincón y Celaya.
Acusaciones sobre actos de corrupción que se suponían creían corregidas, pero también hechos de alto impacto como el asesinato del estudiante Ángel Yael o la salvaje golpiza a un civil afuera de un bar, son botones de muestra de los vicios y el desgaste de una corporación que nació de las desconfianza en las policías locales.
Ayer, sin mayor tapujo, una organización como la Unión Campesina Democrática de Francisco Escobar Osornio acusó directamente a los elementos de la Guardia Nacional de cometer actos de extorsión ya no sólo en carreteras federales, donde eran usuales, ahora también en zonas urbanas.
Es inaceptable que la Guardia Nacional mantenga los más nefastos vicios que se le conocen a los agentes de seguridad en México, si se trata de depositar en esta nueva corporación las esperanzas de regresar la paz en un estado convulsionado por la violencia.
Distinguir entre denuncias ilegítimas y precisas, sería inútil sin accionar los procesos internos pertinentes, propias de una institución sólida que aspira a mantenerse en labores dentro de Guanajuato.
CONTRA RETRATO
Genaro García Luna
Es quizá la personificación más vívida de la colusión gubernamental con el narcotráfico de altos vuelos. Su aprehensión y juicio, muestra de la espectacularidad política que busca exhibir su cabeza en todo lo alto, pero bien puede motivar a la reflexión sobre el empoderamiento sin límites que no es ajeno a las esferas de los estados.
Ayer el exsecretario de seguridad pública federal, Genaro García Luna, fue
declarado culpable en la Corte de Nueva York. Hasta el 27 de junio de 2023, el Juez Brian Cogan dictará la sentencia definitiva de prisión y permanecerá preso mientras se conoce su condenatoria.
Paradójico es que esta historia se dirima en Estados Unidos. Sin temor a errores, la justicia mexicana ha probado con crecer ser ineficiente en casos de alto calado como estos, lo cual es motivo para preocupar en una escala nacional pero estatal.
Es de pensar en cuántos casos son conocidos sobre funcionarios que, se suponen responsables de la seguridad pública, pero terminan recibiendo un desaforado poder que los hace perderse en el camino.
Guardando dimensiones y sin comparaciones, basta repensar casos como el del Fiscal General del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, quien lleva más de 13 años en el cargo y le restan otros cinco, o bien, el Secretario de Seguridad Pública, Alvar Cabeza de Vaca, quien ya suma una década en su encargo.
Solo los equilibrios y la fortaleza de las instituciones pueden evitar que se produzcan más García Luna. Esa parece ser la moraleja para un país sumido en una guerra que desató quien juró proteger a los mexicanos.