Los casos de Biden y Trump
Cecilia Durán Mena
Resulta que el presidente Joe Biden está inmiscuido en un caso muy similar al de Donald Trump ya que ambos tenían en su poder y resguardados en lugares no autorizados, documentos clasificados. A simple vista, nos damos cuenta de que el principal parecido es que ambos se metieron en problemas por tener archivos que debían estar en otro lado y no con ellos. Hasta ahí, los dos tienen el mismo problema, no obstante, aunque comparten similitudes, muchos piensan que no es lo mismo que lo mesmo.
Ni hablar, al actual presidente de los Estados Unidos, las autoridades lo investigan por el hallazgo de documentos clasificados en un despacho que ocupó Biden tras dejar la vicepresidencia, puesto que ocupó durante el periodo de la administración de Obama.
Claro que hay diferencias entre el caso de los papeles recuperados en Maralago, la residencia del expresidente Trump y lo que pasó con Joe Biden. Es evidente que ambos casos se relacionan con documentos oficiales clasificados que ambos conservaron después de que dejaron el cargo, ese hecho está claro. Lo grave en ambas circunstancias es que los ciudadanos particulares no tienen autorización para conservar documentos clasificados y leyes exigen que dichos archivos sean resguardados en forma segura. Hasta ahí, están en igualdad de circunstancias.
De acuerdo con la información disponible, se puede verificar que hay diferencias representativas y sustantivas. Para empezar, está el hecho de la forma en que salieron a la luz los documentos, en su volumen y —lo más trascendente—está en la forma en cómo respondieron Trump y Biden. No son nimiedades, porque como se dice por ahí, en muchos casos, la forma es fondo. Verán si no.
Por su parte, Trump y su equipo se resistieron a entregar los archivos. En el caso del actual presidente, los abogados de Biden informaron del tema y la Casa Blanca dice que ayudó plenamente a buscar por cielo más y tierra, inclusive en las casas del actual presidente en Wilmington y Rehoboth Beach, Delaware y los otros lugares donde los archivos de su oficina vicepresidencial podrían haber sido enviados. Estas supuestas diferencias tienen implicaciones legales importantes.
Es evidente, que además de la reacción de ambos personajes y de cómo fue que se revelaron los problemas de los documentos resguardados en lugares no autorizados está claro que hay diferentes implicaciones legales. Según Charlie Savage, de The New York Times que es corresponsal de seguridad nacional y política legal en Washington y que tiene en su haber un Premio Pulitzer, dice que hay lagunas cruciales en el registro público sobre ambos casos, pero la información disponible sugiere que hubo diferencias significativas en cómo salieron a la luz los documentos, en su volumen y —lo más importante— en cómo respondieron Trump y Biden.
Trump y su gente se resistieron a los intentos del gobierno por recuperarlos todos. En cambio, los abogados de Biden fueron los que informaron del problema y la Casa Blanca dice que cooperó completamente, al buscar incluso en las casas de Biden en Wilmington y Rehoboth Beach, Delaware, “los otros lugares donde los archivos de su oficina vicepresidencial podrían haber sido enviados en el curso de la transición de 2017”. Estas aparentes diferencias tienen implicaciones legales importantes.
La solicitud de cateo de Maralago citaba la Ley de espionaje, así como las leyes contra la destrucción de documentos oficiales y la obstrucción de una diligencia oficial. Que el FBI descubriera documentos adicionales marcados como clasificados en su allanamiento de Maralago también supone la posibilidad de que el equipo de Trump desafiara la orden judicial y realizara declaraciones falsas.
Los modos entre unas formas y las otras son totalmente distintos y aunque ambos andan con problemas por quedarse con documentos que no debieron resguardar, los casos de Biden y Trump, aunque se parecen, son diferentes.
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