Viernes, 07 Febrero, 2025

13 ℃ Guanajuato

¿Qué se está haciendo para garantizar el ejercicio de los derechos humanos?

Opinión

Guadencio Rodríguez Juárez -Parentalidad

¿ Cuando los derechos se enseñan tienen un alcance limitado. Cuando los derechos además se viven su alcance es muy grande: construye sujeto que no se deja sujetar.

“¿Qué se está haciendo para construir alternativas para el ejercicio de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes?”, fue la pregunta estímulo en el Panel al que fui invitado junto a otras colegas en el Segundo Foro: “Una mirada con enfoque de derechos humanos a la situación de las infancias y adolescencias en la época actual”, llevado a cabo el pasado 6 de mayo y organizado por el Centro de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes en Guanajuato.

Aunque insuficientes, no son pocas las acciones emprendidas para tal fin. Una de ellas, está relacionada con cambiar el paradigma en la crianza, lo cual implica, entre otras cosas, cambiar la mirada que tenemos hacia las niñas, niños y adolescentes, así como nuestra manera de acompañarles en el largo proceso de formación humana, labor a la que he dedicado mis esfuerzos desde hace un par de décadas en alianza con múltiples profesionales e instituciones públicas y privadas.

Se trata de pasar del estilo autoritario que coarta el ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes, por uno democrático. Pasar de relaciones jerárquicas y asimétricas en la familia a relaciones horizontales –con roles claros y diferenciales entre padres/madres e hijos/hijas, obviamente–.

Es en el ámbito familiar donde inicia la vida y el proceso de humanización. La manera en que se realice la socialización construirá la subjetividad de cada niña o niño que, aunque no es determinante, sí será predisponente respecto a la manera de verse a sí mismo, ver a los demás y a la vida misma, así como a la manera de relacionarse y tratar a las personas.

Desafortunadamente, el estilo de crianza autoritario con sus respectivos métodos sigue vigente. Como muestra un botón: 6 de cada 10 niñas y niños son disciplinados con castigo corporal y humillante antes de la pandemia y durante esta aumentó su práctica. El “Porque lo digo yo”, unilateral, arbitrario y violento sigue vigente en la crianza a pesar de que este tipo estilos son los menos eficaces en la crianza y en la educación.

Ver nota: Captan a miembros de la Guardia Nacional golpeando a un hombre en los glúteos

Afortunadamente, algo se está haciendo para cambiar el paradigma de la crianza autoritaria, el cual resulta un obstáculo en la vida cotidiana para el ejercicio de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes. Enumero algunas cosas que observo están ocurriendo:

1. En el presente siglo existe una gran producción y divulgación de estudios, investigaciones e información sobre la parentalidad positiva. Y en países europeos esta ha llegado a nivel de política pública.

2. Miembros de la sociedad civil (predominantemente mujeres) promueven y difunden de múltiples maneras información, programas y metodologías de crianza positiva (con distintos nombres).

3. Instituciones públicas como DIF hace años cuentan con programas denominados Escuela para Padres (no con la cobertura suficiente y sí con la oportunidad de actualizar sus contenidos por unos basados en evidencia científica, cabe decir).

4. El avance en el enfoque de los derechos humanos de niñas, niños y adolescentes hoy mandata por ley no criar ni educar de cualquier manera, sino solo con métodos respetuosos de su dignidad. El marco jurídico se afina.

5. Instituciones como UNICEF y Sistema Nacional DIF, así como múltiples organizaciones y personas de la sociedad civil producen y difunden materiales didácticos y cursos gratuitos sobre crianza positiva.

6. En lo personal acompaño a múltiples profesionales, instituciones públicas y de sociedad civil desde hace varios años para promover prácticas de crianzas que posibiliten el ejercicio de los derechos de niñas, niños y adolescentes.

Tenemos la oportunidad y la responsabilidad de reinventar la crianza, de tal manera que las nuevas generaciones logren experimentar el respeto a sus derechos en la vida cotidiana desde la tierna infancia, habilitándoles así para un ejercicio pleno de sus derechos humanos.

Temas

Te recomendamos leer