Responsabilidad social, Club León
La Liga MX, en su visión como corporativo afiliado a la Federación Mexicana de Futbol A. C., ha establecido que desea “ser una liga profesional con un nivel de excelencia en su fútbol, con afición creciente que en conjunto participen positivamente en el desarrollo social del país”. Para ello ha establecido estándares a sus asociados y por sí misma ha logrado ser certificada como una Empresa Socialmente Responsable. Luego entonces, se espera que, como el todo, las partes funcionen en el mismo sentido.
Su asociado, el llamado Club León, perteneciente al llamado Grupo Pachuca y que preside Jesús Martínez Murguía, durante largo tiempo ha ofrecido, a nivel de marketing, un rostro amable hacia la ciudad y el estado, aunque los hechos no muestran lo que podría esperarse de una empresa de ese tamaño, cobijada en varias cosas por financiamiento o apoyo público. Valga como ejemplo todo lo hecho para entregarles un terreno costeado con el dinero de los ciudadanos, a un buen precio y en condiciones de pago insuperables.
Esta afirmación parte de una situación que en este momento se está dando en la ciudad de León. La pandemia de COVID-19 está poniendo al tope los servicios hospitalarios especializados y no sólo eso, se están terminando, de acuerdo con datos oficiales, el abasto de medicamentos y anestésicos, vitales para quienes están intubados por ser víctimas del coronavirus. Los contagios y las muertes van en alza a un ritmo no visto desde que apareció la enfermedad por estas tierras, por lo que se hace indispensable evitar al máximo las concentraciones de personas, siendo ya obligatorio el uso de cubrebocas y la urgencia de la sana distancia. Y no se escucha la voz firme y responsable de quienes tienen bajo sus manos al equipo, para pedir a su afición que no acuda al estadio durante el juego de vuelta de la Gran Final de la Liga MX.
El pasado fin de semana, un nutrido grupo de aficionados se volcó en las inmediaciones del estadio León, donde no pueden ingresar por disposición de las autoridades sanitarias. Se jugaba el partido de vuelta de semifinales. Así que a muchos se les ocurrió hacer “sentir” el apoyo popular a su equipo, para lo cual sin ningún sentido de responsabilidad hicieron multitud. La masa se convirtió en un notable factor de contagios. Las autoridades sanitarias lamentaron el hecho y esperan en los próximos días que los casos todavía tengan un mayor despegue por los hechos. Hasta el secretario de Seguridad de León, Mario Bravo Arrona, ha tenido que sufrir reprimendas por el hecho.
Desde entonces, en redes sociales y puntos de vista de diversos sectores, se ha pedido que no se repita el hecho. Sin embargo, quien mayor fuerza moral tiene para pedirle a su afición que no se concentre, el Club León, no ha demostrado su responsabilidad social. Un tibio mensaje colocado en su cuenta oficial de Facebook, pidiendo que la gente vea a su equipo en televisión, no basta. No se lee el mensaje claro: NO VAYAN AL ESTADIO.
Juegan con fuego. El por qué no hay contundencia de quienes administran este jugoso negocio que es el Club León, puede interpretarse desde varias ópticas, pero no haber salido con contundencia desde hace días para impedir que la gente acuda a repetir concentraciones no es solidario con quienes han sufragado con sus entradas una parte de los grandes ingresos del Grupo Pachuca. Aficionados enfermarán, podrían morir. ¿Importa más la imagen de que están siendo respaldados? ¿O sus jugadores, profesionales, necesitan forzosamente del apoyo popular para hacer su trabajo?
Trascendió algo que resulta terrible: Desde la autoridad se emitió un video, que afortunadamente circula en redes, donde se pide a la afición no acudir al estadio, y se ponía en contraste la algarabía de los aficionados con lo que pasa en los hospitales, en un estado donde hay ya 71 mil 325 contagiados confirmados y 4 mil 602 muertos, la mayoría en León; el video, se ha dicho, fue bajado por presión del Club León. Les ofendió el apareamiento de imagen. Se espera el desmentido.
De la Liga MX, se espera que coadyuve a evitar este tipo de incidentes que trascienden a la misión y visión de lo que esperan para su negocio.
De los patrocinadores del Club León, se espera su atención por la imagen de responsabilidad social en sus firmas: Ciudad Maderas, Caliente, Corona, Sisolar, Office Depot, Mobil, Cemento Fortaleza, Electrolit, Perdura, Telcel, Primera Plus, Red Cola, Pirma, Leche León y KYB Corporation, para que sensibilicen a la directiva de su patrocinado.
Se espera de los directivos, si son responsables, si les importa su afición, que sean solidarios y ayuden. Hablen con los líderes de sus porras, de sus barras de modelo argentino, con quienes apoyan y hasta financian para apoyar a su club, para que hagan lo necesario para que la gente se quede en casa. Si les importa la afición, la ciudad y el estado, preferirán el silencio afuera del estadio. Díganlo, directivos del Club León, con toda claridad: Aficionados: NO VAYAN AL ESTADIO. QUÉDENSE EN CASA.