‘Sembrando caguamas’
Nada garantiza que el dinero que se entrega a través de los apoyos federales se destine al fin para el que fueron planeados. Por supuesto, esto ocurre con cualquier tipo de beneficio que no exige una comprobación de gastos.
Los programas sociales son el mayor logro que presume el presidente Andrés Manuel López Obrador, y el aspecto de su gestión que más critican sus detractores.
Entregar el dinero directamente en las manos del beneficiario es para AMLO una medida que evita desvío de recursos y la intervención de innecesarios terceros. El apoyo a los diversos sectores de la población luce muy bien, casi idílico, en spots, redes sociales y rendiciones de cuentas.
Sin embargo, esta semana la voz de una mujer que aprovechó los reflectores en un evento público, reveló la realidad más allá de la demagogia, expuso los puntos flacos del asistencialismo. Incluso le cambió con ingenio el nombre a uno de los programas federales, ‘Sembrando vida’ acusa, es en realidad ‘Sembrando caguamas’. Puso en evidencia que ese desvío de recursos que tanto teme el presidente, se lleva a cabo a menor escala, desvirtuando los fines de la ayuda que brinda al pueblo.
Segundas partes
Buenas intenciones
“Antes nos daban algo para sembrar, para trabajar nuestras tierras, ahora es ‘Sembrando nomás caguamas’ que ‘Sembrando vida’, eso no es vida para nosotros”. Así lo manifestó Rosalba Loya, campesina rarámuri de Chihuahua en el marco del ‘Parlamento Abierto Presupuesto de Egresos de la Federación para el campo 2024’.
“Yo no quiero que mis hermanos indígenas que les dieron ‘Sembrando vida’ nomás se mantengan borrachos”, dijo Rosalba. Agregó que sería preferible entregar a los agricultores semillas para cultivar.
El uso que se da a los apoyos federales siempre ha sido cuestionado. Los detractores del presidente lo acusan de “premiar a los NINIS”, por ejemplo.
“De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno”, según el dicho popular. Nada garantiza que el dinero que se entrega a través de los apoyos federales se destine al fin para el que fueron planeados. Por supuesto, esto ocurre con cualquier tipo de beneficio que no exige una comprobación de gastos.
Si los campesinos están ‘invirtiendo’ en el esparcimiento y no en el trabajo, responde a otro tipo de problemática, a la descomposición del tejido social que irónicamente buscan frenar los gobiernos. Y así, continúa un círculo para el que no se ofrecen soluciones de raíz, sino aquellas que parecen evidentes y prácticas.
Apuesta multimillonaria
‘Sembrando vida’ se promueve como un programa de comunidades sustentables que busca combatir la pobreza rural y la degradación ambiental.
En el 2022 se le destinaron 29.4 mil millones de pesos a esta iniciativa. De acuerdo con la página del Gobierno de México, actualmente beneficia a más de 457 mil personas, que reciben 6 mil pesos mensuales.
Los receptores del apoyo deben cumplir una serie de requisitos, entre ellos comprometerse a que el dinero no se aplicará en “actividades productivas o comerciales ilícitas”. Esta cláusula busca frenar el cultivo de amapola y marihuana al que los campesinos recurren, en palabras del propio AMLO, “por necesidad”.
Sin embargo, la federación no ha presentado ningún tipo de informe donde compruebe que ‘Sembrando vida’ ha funcionado en materia de sustitución de cultivos ilegales.
Esta es otra muestra de la falta de seguimiento a los resultados de esta iniciativa y de tantas otras que impulsa el gobierno de López Obrador.
Estudiantes vs. estudiantes
Panorama local
En su discurso, que se volvió viral, Rosalba Loya también reprochó a las autoridades el abandono en que mantienen al campo. Los exhortó a hacer su trabajo y les recordó “son nuestros empleados”.
A las sequías se sumó la falta de recursos y la producción agrícola en todo el país está en crisis.
En el panorama local, dentro del estado de Guanajuato, entre 20 y 25 mil agricultores de sorgo podrían irse a la quiebra debido a los bajos precios fijados a su producto. Así lo señaló Joaquín Ramírez, presidente del Sistema Producto Sorgo.
La misma problemática enfrentan los productores de maíz, señaló el secretario de Desarrollo Agroalimentario y Rural, Paulo Bañuelos Rosales.
Ante las pocas posibilidades de mantener los cultivos a que estaban habituados, cada vez más campesinos recurren a alternativas como el agave. Sin embargo, la siembra de esta planta genera la deforestación de hasta 900 hectáreas de bosque al año, informó José Isidro Cuevas Carrillo, titular de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Secretaría de Medio Ambiente y Ordenamiento Territorial.
Se cubre un hueco abriendo otro, mientras la exigencia de mayor presupuesto para el campo es constante a nivel nacional.
LO SUPERFLUO: Bienestar, es la palabra clave del gobierno de López Obrador. Se ha visto que sus estrategias no siempre funcionan como él esperaba, y atienden de forma superficial fenómenos complejos.
LO PROFUNDO: La incapacidad de sostener los programas de la actual administración es uno de los argumentos que más usan sus detractores. Si en un nuevo sexenio se decide eliminarlos, las consecuencias están en el aire.
