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A ‘Lupita’ se la llevaron por hablar con quien le debía a sus asesinos, relatan sus padres

La maestra Lupita quien daba clases en la comunidad de Valencianita y Javier, abogado que ejercía en León se vieron envueltos en algo mayor
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A ‘Lupita’ se la llevaron por hablar con quien le debía a sus asesinos, relatan sus padres A ‘Lupita’ se la llevaron por hablar con quien le debía a sus asesinos, relatan sus padres

La maestra Lupita quien daba clases en la comunidad de Valencianita y Javier, abogado que ejercía en León se vieron envueltos en algo mayor

Staff Correo
Salvatierra.- A Guadalupe Barajas, mejor conocida como la maestra Lupita, ‘se la llevaron’ porque, al regresar a su casa, se detuvo a platicar con alguien que le debía dinero a sus asesinos. Las mismas personas matarían a su hermano un año y unos meses después por insistir en el caso.

Así lo relataron los padres de ambos en entrevista para El País. La pareja de maestros jubilados perdió a sus dos hijos, a manos de quienes fueron sus vecinos en algún momento.

Desde la desaparición de su hija mayor, de 32 años, el matrimonio junto a su hijo Javier se convirtieron en buscadores profesionales. Junto a otras familias del estado, movilizaron un problema que hasta entonces el gobierno parecía querer esconder a como diera lugar.

La maestra Lupita, quien daba clases en la comunidad de Valencianita, en Irapuato y Javier, abogado que ejercía en León se vieron envueltos en algo mayor que lo que el estado imaginaba.

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Foto: Especial del País

La FGE tuvo una pista y la ignoró

En la entrevista, los padres de ambos acusan con dolor que, al comenzar su propia investigación, el mismo día de la desaparición recibieron una pista. Les dijeron quiénes se habían llevado a su hija “El Chore y los grillos”, esto lo comunicaron a la Fiscalía General del Estado (FGE).

Muchos meses más tarde, al recibir los restos de Lupita, la Fiscalía les informó que Lupita había estado con vida entre ocho y diez días antes de que la mataran. En esos días, la FGE no hizo nada con la información que ellos le habían entregado.

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En las entrañas de Salvatierra

También señalan que hubo una segunda pista de gran importancia en el caso: alguien les recomendó buscar “detrás de la aceitera San Juan”. Mucho tuvieron que insistir colectivos para que la Comisión Estatal de Búsqueda (CEB) fuera y presionara a la FGE para buscar ahí.

Ese lugar se convirtió en la mayor fosa clandestina localizada hasta la fecha, de entre las entrañas de la tierra salieron 80 cuerpos. Uno correspondía a “Lupita”.

La fosa estaba localizada en un predio de Rancho Nuevo, este se ubica entre el cauce del río Lerma y el rastro municipal. Allí entre matorrales y antiguos sabinos se encontraban los hombres y mujeres cuyas familias habían quedado rotas.

En ese momento el horror inundó al estado, cuerpos abrazados habían sido encontrados enterrados. Estaban vivos cuando los sepultaron, acusaron buscadores.

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La complicidad de autoridades también quedó en duda. En ese momento incluso el entonces obispo de Celaya, Benjamín Castillo Placencia denunció que el estado de los cuerpos apuntaba a que estas fosas llevaban años, sin que autoridades intervinieran.

Querían callar la búsqueda: asesinan a Javier

Javier, de 27 años, que había renunciado a su trabajo por buscar a su hermana recibió entonces una oferta de trabajo de la CEB. Para mejorar en su trabajo incluso entró a estudiar una maestría en criminología.

La mañana del sábado 29 de mayo, día de su muerte, Javier pudo tomar su curso de la maestría en León. Para las 6 de la tarde se dirigió a Salvatierra tras una llamada que lo puso nervioso, según relatan sus padres.

Con su novia condujo hasta Salvatierra donde entre las 10 y las 11 de la noche lo mataron en el centro de Salvatierra.

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Sus padres, tuvieron que huir, las preguntas que hicieron resultaron mucho para quienes querían mantener todo oculto. Pero su voz no pudo ser callada, ahora conocen el dolor que nadie debería sentir y permanecen en búsqueda de ayudar a otros a aliviar ese sufrimiento.

Ya no viven en Guanajuato y se han convertido en un símbolo de la lucha por respuestas no solo en este estado sino en todo el país que sangra por la misma causa.

*Con información de El País

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