Caso Teresa Magueyal: por tres años buscó a su hijo; hoy es la sexta buscadora asesinada en Guanajuato
El caso de Teresa Magueyal, asesinada en Guanajuato, no es el único en esta lista que cada día sigue creciendo con los nombres de las madres buscadoras


Guanajuato, Guanajuato.- El 6 de abril de 2020 la desaparición de su hijo enlazó a Teresa Magueyal con su triste destino: la muerte. Lamentablemente, tampoco es la única en esta lista que cada día sigue creciendo con los nombres de las madres buscadoras en Guanajuato y México.
'Mamá Teresita', como de cariño le decían sus seres queridos, buscó durante dos años el rastro de José Luis Apaseo Magueyal, su hijo de 34 años. Día tras día, cavó en cada trozo de tierra y grabó en cada tela su nombre junto al colectivo Una Promesa Por Cumplir por una pista que la guiara de nuevo a ese rostro familiar.

Como madre y abuela, velaba con cariño por sus seres queridos. A cada uno les heredó esa fe inquebrantable en San Judas Tadeo, de quien esperaba el milagro de volver a ver a José Luis.
"Se cumplen 3 años que desaparecieron a mi hijo y sigo esperando que alguien me diga dónde lo puedo encontrar. Que se apiaden de todas las mamás que están pasando lo mismo que yo", compartió entretanto.
Pero el milagro no llegó, sino la muerte.

Teresa Magueyal fue asesinada este martes tras tres años de intensa búsqueda. Sujetos armados que se transportaban a bordo de motocicletas, le dispararon en la vía pública a la vista de otras personas.
Y a pesar que acudieron los paramédicos a brindarle los primeros auxilios, ya nada se pudo hacer por ella.

Teresa Magueyal no es la única
Apenas hace 6 meses, el 6 de noviembre del 2022, personas armadas asesinaron a María Carmela Vázquez al salir de su domicilio ubicado en el centro de Abasolo, Guanajuato.
María Carmela buscaba a su hijo de 21 años, Osmar Zúñiga Vázquez, desaparecido el 14 de junio de este año en el mismo municipio. Carmela sería la segunda buscadora asesinada cerca de su domicilio en Guanajuato, la primera fue Rosario Zavala Aguilar, a quien mataron en León, en octubre de 2020.

Cuatro meses antes, asesinaron al hijo de la buscadora Rosario Zavala, Jorge Ulises Zavala. Ambos, buscaban a Yatziri Misael Cardona, menor de 16 años desaparecido por la fuerza en León y también murieron sin saber de él.

A estos casos además se suma el asesinato de Javier Barajas, miembro de la Comisión de Búsqueda de personas desaparecidas en Guanajuato, el 29 de mayo en el municipio de Salvatierra.

Javier se unió a las tareas de búsqueda después de la desaparición de su hermana Guadalupe en febrero de 2020, que tampoco logró respuestas.
Exigen seguridad para buscadoras en Guanajuato
El miedo es una palabra que resulta muy familiar para las buscadoras en Guanajuato, pero no por eso es una sensación a la que deban acostumbrarse. Todos los días deben de enfrentarlo para salir a buscar a sus hijos y familiares desparecidos que no son buscados por las autoridades, y por ello quedan a expensas del crimen organizado y a una muerte violenta por el ejercer el derecho de buscar a sus familiares.
La buscadora y activista Norma Patricia Barrón, exigió a las autoridades que tomen cartas en el asunto y brinden una verdadera protección a las buscadoras, no solo a las líderes de colectivos sino a todas las víctimas de violencia, pues no quieren ser un número más en la estadística de homicidios, solamente por salir a hacer un trabajo que no hace la Fiscalía General del Estado (FGE) buscar a los desaparecidos.

“No andamos buscando nuestra propia muerte, estamos buscando a nuestros hijos que están desaparecidos, estamos haciendo un trabajo que le corresponde a las autoridades, nos volvemos investigadoras, nos volemos buscadoras y el resultado es que nos topamos con nuestra propia muerte”, señaló Norma ante la muerte de la madre buscadora Teresa Magueyal.
Recordó que en Guanajuato son seis los buscadores asesinados y sus casos siguen impunes, pues no se ha dado a conocer la detención de alguien y ni siquiera una respuesta de protección por parte de las autoridades, pese a que está contemplado en diversas leyes nacionales y estatales.
Norma comentó que reciben cursos de autoprotección, pero no es suficiente, pues no tienen una protección real y tiene que seguir saliendo a buscar a sus familiares, con el riesgo de ser asesinadas como con la señora Teresa que deja hijos, deja familia y que no se puede decir que le tocó a ella, porque simple y sencillamente no le tocaba todavía, sino que es una víctima de la violencia de Guanajuato.

“Existe bastante miedo, nos abemos el porqué, si solamente estamos buscando, pero sabemos que el enemigo es muy fuerte, el enemigo es demasiado fuerte, tenemos miedo cuando nos cita la fiscalía, el miedo de salir y no regresar, y no volver a buscar a nuestros hijos. Es una situación bastante compleja el hecho de estar buscando a quienes nos hacen falta, no se puede vivir y el miedo de saber que quizá nos van a matar y ni siquiera vamos a poder saber de ellos”, expresó.
Reconoció que durante las búsquedas se enfrentan a muchas situaciones, cuando están en las fosas y que son lugares que son parte del crimen organizados y se sacan los cuerpos con el alto riesgo de pueden ser ventiladas demasiadas cosas que no deberían suceder en Guanajuato, pero se tiene que seguir para encontrar a nuestros desaparecidos.

“Es un inframundo, es un mundo desconocido que la mayoría de la sociedad no conoce, el cual estamos ante las células del crimen organizado a su merced y por otro lado tantos homicidios que queda impunes, aquellos desaparecidos que son encontrados sin vida y todo está relacionado con estos grupos”, dijo.
Pidió a las autoridades tomen cartas en el asunto y brinden protección a las buscadoras, para no seguir siendo parte de esta estadísticas que ellas no pidieron y de la que siguen formando, lo único que quieren recordó es encontrar a sus desaparecidos.
**Con información de Nayeli García