Con sabor y sacrificio, Blanca y Salud muestran el esfuerzo de las mujeres cocineras en Guanajuato
Guanajuato, México.- En el estado de Guanajuato, muchas mujeres cocineras realiza un esfuerzo día tras día al salir a vender sus productos.
Desde las primeras horas de la mañana, estas mujeres se embarcan en la tarea de preparar alimentos tradicionales con dedicación y pasión, utilizando recetas transmitidas de generación en generación.
A pesar de los desafíos que enfrentan, como las largas horas de trabajo y la competencia en el mercado, estas mujeres persisten con determinación, llevando consigo el sabor auténtico de la cocina de Guanajuato a cada rincón.
Su labor no solo contribuye a la economía local, sino que también preserva la rica herencia culinaria de la región, manteniendo viva la tradición y el orgullo gastronómico de Guanajuato.
Conoce a Blanca en Guanajuato y su sazón único
Blanca Estela y su hermana son quienes están a cargo de un puesto de comida muy particular en una plazuela pública ubicada enfrente de la Alhóndiga de Granaditas.
Desde su platillo estelar, Gorditas de maíz quebrado con chile y un rico atole de maíz azul, hasta nopalitos, frijoles, chiles rellenos, patitas de puerco capeadas, sopa de fideo, entre otros, son los guisados y platillos que ofrecen en su establecimiento. "Todo económico", menciona la vendedora.
Blanca comenta que fue su mamá quien inició en el negocio y cocinando, sin embargo, al pasar de los años, ella se retiró de estas actividades. Pero el sazón que caracteriza a la comida que preparan fue heredado a sus hijas:
"Mi mamá lleva entre veinte, veintidós años aquí. Nosotras, como sus hijas, empezamos ayudándole; somos sus empleadas. Esto sigue siendo de mi mamá, pero ya mi mamá ya no cocina."
Al cuestionarle sobre el secreto del sazón que tiene la comida, Blanca respondió entre risas: "No puedo decirlo porque ya no van a venir a comprar.Hay que hacer las cosas con amor; eso es todo, con amor para que quede rico, el sazón, rico sabor, todo. Con amor las cosas."
La madre de Blanca comenzó haciendo Atole de Maíz Azul y unas Gorditas de maíz quebrado y chile; hoy en día, son la especialidad de la casa, pues son los favoritos de los clientes:
"Todo el mundo llega buscando a mi mamá, y les digo 'mi mamá ya no está, pero aquí están las gorditas'."
Un orgullo ser mujeres trabajadoras
Blanca Estela comenta que es un orgullo para ella que su mamá les haya enseñado a cocinar y a ver por este oficio. Es un grupo de mujeres guanajuatenses que día a día salen a trabajar: "Que mi mamá nos haya enseñado a trabajar, a hacer esto."
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, Blanca platicó a Periódico Correo cómo lo conmemora:
"Trabajando, aquí, igual, como todos los días. El único día de descanso es el domingo, nada más para nosotros, pero aquí estamos." Blanca comenta que la jornada laboral comienza a las 3:00 a.m.: "Mi hermana es la que cocina. Y luego estamos aquí desde las 9 de la mañana hasta las cuatro de la tarde."
La jornada de trabajo en que se ven día a día involucradas es muestra del compromiso que tienen con su clientela y las ganas de salir adelante preservando la tradición en el negocio que su madre iniciara.
Blanca manda un mensaje a todas las mujeres en este 8M: "Que nosotras, las mujeres, sí podemos trabajar, y que no necesitamos de un hombre a la vez para salir adelante con nuestros hijos. El querer es poder. Y sí se puede, cualquier trabajo, honrado, se puede, hasta vendiendo nopales, hasta vendiendo gorditas, lo que sea se puede. Sí se puede."
Blanca es originaria del Mineral de Valencia en Guanajuato capital. Junto con su hermana, invitan a todas las personas a que prueben su comida, que es una opción para quienes, por trabajo o economía, no pueden cocinar en casa o bien para conocer un nuevo sazón originario de la capital.
Conoce a Salud de Irapuato y su rico sazón
Entre masa, guisados, comal de barro y carbón, Ma. Salud Medina Bautista ha pasado más de la mitad de su vida. Sin titubear compartió que lo mejor de ser mujer es la maternidad y está orgullosa de que con su trabajo sus 4 hijos concluyeron sus carreras universitarias.
Como todos los días desde hace 45 años, Ma. Salud Medina Bautista, sale de su hogar con su triciclo cargado masa, queso asadero, guisados, bracero, carbón y bancos que instala en su puesto ubicado en la zona centro.
Siempre con una sonrisa y su buen sazón desde temprano ofrece sus gorditas y quesadillas, un trabajo que la llena de orgullo y satisfacción pues gracias a su esfuerzo sus 4 hijos concluyeron sus estudios profesionales.
“Hay veces que a la gente se le ponen dificultades, mi esposo estaba enfermo no pudo trabajar y tenía que darles de comer a mis hijos, por eso me puse a vender”, recordó Ma. Salud, mientras preparaba quesadillas.
Para la mujer de 73 años el comercio le permitió concretar sus planes familiares y cumplir uno de sus grandes sueños, que sus 2 hijas y 2 hijos, concluyeran sus estudios.
“Lo mejor de ser mujer es tener a mis hijos… Quiero decirles a las mujeres que le echen ganas, que estén al pendiente de sus hijos que no se les desbalaguen porque ahorita está difícil”.
*Con información y fotografías de: Francisco García e información de Nancy Venegas y fotografías de Eduardo Ortega
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