Coros de León e Irapuato usan la música para alejar a los niños de la delincuencia
“Estamos dando la oportunidad de que un niño agarre un instrumento en lugar de un arma”, dijo el director del Conservatorio Mahler
Alejandro Sandoval
Guanajuato.- La música da la oportunidad a que un niño o adolescente toque un instrumento musical en lugar de un arma. La muestra es el trabajo que realizan los coros del Conservatorio Mahler de Irapuato y el Valle de Señora de León.
Ambas organizaciones se presentaron con éxito en el Teatro Juárez, al acompañar a la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG) en la interpretación de la Sinfonía de los Mil, de Gustav Mahler.
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Gracias a la música, se pudiera decir que esos niños y jóvenes están en el camino correcto.
Los coros se convierten en una herramienta de formación personal para ellos, y además ayuda a reconstruir el tejido social. Sobre todo ahora que se ve afectado por diversos problemas como la venta de drogas, el alcoholismo, o conductas antisociales.
“Nosotros estamos tratando de contrarrestar esos problemas. Irapuato es una ciudad que desgraciadamente hay tantas malas noticias, pero también tenemos buenas noticias con estos proyectos. Estamos tratando de resarcir el tejido social con nuestra labor cultural, dándole la oportunidad de que un niño agarre un instrumento en lugar de un arma. Esa es la intención: llegar a toda la ciudadanía, a todas las edades, y no cerrar las puertas a nadie”, comentó en entrevista José Guillermo Silva García, director del Conservatorio Mahler de Irapuato.
La cultura como vehículo social
Destacó la importancia que tiene el impulso cultural en términos sociales.
“Es nuestra primera participación profesionalmente, hemos hecho nuestros propios conciertos, tenemos una orquesta, llevamos 10 años en este proyecto, hemos trabajado con más de 600 niños y jóvenes de todos los estratos sociales, con problemas y de todo. Sirve no nada más culturalmente sino socialmente. ¿Los resultados? más de 600 niños y jóvenes que han pasado por nuestras filas”, comentó.
Dijo que en el Conservatorio Mahler tienen la capacidad de recibir a más niños y jóvenes. El objetivo es salir a las comunidades marginadas donde se vive cierta problemática de delincuencia, para integrarlos a esta expresión artística.
“Increíble estar aquí”: Carlos Manuel
El pequeño leonés Carlos Manuel Orozco de Haro, quien pertenece al Coro de Valle de Señora, está muy contento de conocer y cantar en el Teatro Juárez.
“Estoy sorprendido porque yo no conocía este teatro. Entré y vi todo esto, me sorprendí mucho”, dijo.
Entiende que gracias a la música está aquí.
“Anímense, es bonito cantar, si no saben cantar, los van preparando para todo esto”, comentó.
Él llegó a este coro por invitación de su maestra de la escuela, y su canción favorita es una que se llama Tritsch-Tratsch-Polka.
Desde pequeños, saben que el que persevera alcanza. Es el ejemplo de las ‘cuatas’ Andrea Tania y Sandra Victoria, integrantes del Coro Voces de Primavera de Valle de Señora.
“Me gusta la música desde muy chiquita, sobre todo la música de mariachi. En la escuela que me hicieron una audición, aunque no quedé, pues me tuve que inscribir al coro en la tarde. Después ya quedé, y ahora estoy aquí, hice un esfuerzo”, comentó Andrea Tania.
La música para alejarse de los malos pasos
Ella está de acuerdo en que la música es una forma para alejarse de los malos pasos. Por ello envió un mensaje a los jóvenes que enfrentan dificultades.
“Les diría que todos pueden, que (la música) es una manera de alejarte de algunos grupos que no son correctos, que te ayuda a mejorar, son experiencias que vas a tener tu”, comentó.
Su hermana Sandra Victoria también se suma al mensaje.
“Tienen que saber discernir en lo que está bien y en lo que está mal, y que se den el beneficio de la duda, ¿cómo saben si les gusta o no les gusta la música? Alejarse de las malas compañías para tener un desarrollo óptimo, y poder llegar a ser lo que tú quieras, pero bien”, enfatizó.
Dijo que no es fácil llegar a un coro.
“Necesitas mucho esfuerzo, dedicación, tener pasión por lo que te gusta hacer. Si te propones algo lo vas a lograr, porque tu único límite eres tú mismo. Si quieres llegar a un teatro más grande, es lo que tú quieras, porque tú puedes hacerlo, siempre y cuando te esfuerces”, apuntó.
“Es una experiencia única”: Andrea Juliana
La jovencita Andrea Juliana García Moreno, de la colonia Las Reinas en Irapuato, dijo que participar en la Sinfonía de los mil, es una experiencia única.
“Surgió la oportunidad precisamente cuando empezaron a organizar todo esto. Obviamente yo quería participar en este esfuerzo tan importante, ya que nos comentaron se ha presentado solamente 10 veces en el país. Obviamente es una oportunidad que probablemente no tenga jamás en la vida”, indicó Andrea. Ella inició a cantar desde los 7 años con el coro de la iglesia y hoy participa en el Coro del Conservatorio Mahler de Irapuato.
Dijo que es increíble conocer y compartir escenario con los músicos de la OSUG.
Sobre los jóvenes que andan en malos pasos, comento que “podemos encontrar instituciones culturales que nos pueden ayudar muchísimo, y que no dan un propósito de vida, que encontramos en la música”.
“Sé que es difícil a lo mejor salir de todos los problemas que tienen, y la razón por la que están en malos pasos pueden ser circunstancias que no pueden manejar, pero que ellos pueden encontrar ayuda”.
Madres agradecen oportunidades en “tiempos difíciles”
Magdalena de Haro, madre de tres niños que participan en el Coro de Valle de Señora, dijo estar muy agradecida por estos espacios y sin ningún costo para la formación de sus hijos.
“Afortunadamente tengo el tiempo de estar con ellos y poderlos traer a clase. Es una experiencia muy bonita, esto vale la pena. Mis hijos vienen de una escuela pública que se llama Próceres de Guanajuato, la maestra imparte clases de canto. Mis hijos los tres están en esa primaria, ahora mi hija está en prepa, pero está en el Coro desde la primaria. Nada de esto tiene un costo, es nuestro tiempo lo que invertimos, lo vemos plasmado en ellos, en su actitud”, comentó.
Apuntó que para muchas familias de Guanajuato, la situación no es muy buena, ni económicamente ni en muchos aspectos, pero que llevar a sus hijos a participar en estas actividades artísticas es una alcancía para ellos mismos.
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“Estarles dando un poquito de nuestro tiempo, porque para esto hay diferentes horarios, diferentes coros y diferentes días que pueden ir, asistir a ensayar. Si no somos amas de casa, podemos darnos el tiempo”, expresó.
Apuntó que a los niños les genera un apreció participar en estas actividades.
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